Represión femenina en Egipto

Egipto arresta a una bailarina del vientre por “exponer amplias partes de su cuerpo”

La joven Linda Martina, con doble nacionalidad egipcia-italiana, bailaba en populares clubes de El Cairo, pero las autoridades la arrestaron tras comprobar que sus videos fueron grabados en el país

A las autoridades de Egipto no les gusta la danza del vientre. Una popular bailadora egipcia-italiana fue arrestada en el país árabe por “causar alteración de la decencia pública” durante sus actuaciones. Así cataloga la justicia de El Cairo las danzas de Linda Martino (32 años), una popular bailarina que vive y trabaja en la capital de Egipto.

La justicia decidió arrestarla tras comprobar que algunos de sus videos colgados en redes sociales, donde luce vestimenta que muestra partes de su cuerpo y mueve la cadera a ritmo vertiginoso, fueron grabados en territorio egipcio. Actualmente, Martino se encuentra en custodia judicial, por supuestamente atacar “los valores de la familia y de la sociedad” del país africano.

En algunos de los clips, los seguidores aplauden con entusiasmo sus actuaciones en un club de El Cairo, que motivaban a Martino a intensificar sus movimientos con más energía. “Vestía ropa provocativa a propósito y realizó movimientos de danza con alusiones sexuales”, consideraron los fiscales egipcios.

Desde que el general Abdel Fattah el-Sisi retomó el poder a la fuerza en 2014, tras un golpe de estado que tumbó el breve gobierno establecido por los Hermanos Musulmanes, se incrementaron las denuncias por violaciones de derechos humanos en Egipto. La libertad de prensa o de pensamiento es duramente perseguida. Y pese al carácter laicista del régimen, tampoco se acepta la libertad de actuación o vestimenta para las mujeres.

En los últimos dos años, se estima que unas 14 bailadoras del vientre han sido arrestadas, en un intento de las autoridades de suprimir todo baile con reminiscencias eróticas. En su perfil de Instagram, la mujer italiano-egipcia se define como “bailadora del vientre profesional, más allá de lo que puedas lidiar”.

Martino nació en Egipto, pero se casó con un empresario italiano y se mudó a Europa, donde vivió en Suiza varios años, antes de decidir volver a su país de origen con nacionalidad doble. En la causa que afronta, su perfil en Instagram juega en su contra: se le acusa de “contener escenas obscenas e incitamiento al libertinaje”. Lo único que muestra son bailes sensuales y vestidos coloridos que muestran partes de su cuerpo, pero en ningún caso desnudos.

“En los clips viste ropa indecente y mostró amplias partes de su cuerpo deliberadamente, en una clara violación de la moralidad pública y los valores de la sociedad”, dice el dictamen. Martino fue arrestada el pasado 22 de junio, mientras intentaba viajar de El Cairo a Dubái. Ya ha dado testimonio una vez ante la corte judicial, y su petición de libertad bajo fianza ha sido denegada.

Ante el tribunal, la joven dijo que “la danza del vientre es un arte”, y no incito a ningún tipo de libertinaje ni vicio, mis actuaciones no son un crimen. Y agregó: “lo que veis en mis redes sociales son actuaciones artísticas. Algunos clips han sido manipulados para mostrarme con mala fe”.

La bailarina insistió en que “dispongo de las licencias necesarias para actuar en plenas facultades profesionales, y mis videos posteados en redes sociales son normales. Es una danza rutinaria que no supera ningún limite ni ofende la moralidad del público”. Martino, que se divorció de su marido Domenico Martino el año pasado, mantiene todavía la nacionalidad italiana. No obstante, las autoridades egipcias no le reconocen el documento. Si finalmente es inculpada, afronta una pena de un año de cárcel y trabajos forzados.

Las autoridades de Roma están monitoreando el caso, e informaron a su exmarido de la situación. Además, están intentando organizar un encuentro con el cónsul italiano en El Cairo. Por ahora, desde la fiscalía de El Cairo no aclaran si será posible realizar este encuentro.

La danza del vientre es un muy popular en Oriente Medio -especialmente en Egipto-, donde se realizan este tipo de actuaciones, especialmente en sitios turísticos repletos de turistas occidentales, como Sharm el Sheikh o Hurghada. Pero desde 2020, Human Rights Watch denuncia una cacería de las autoridades egipcias contra influencers egipcias, a quienes imputan causas que violan “su derecho a la privacidad, libertad de expresión, y no discriminación”.

Muchas mujeres son arrestadas tras protagonizar lo que consideran “incidentes”, como el caso de una adolescente de 17 años que posteó un video en redes sociales denunciando que fue violada y golpeada. Por ello, la acusaron también de dañar la “moral pública” y los valores de la familia.

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