La gerente y el descuadre: paga por transferencia pero por la caja fuerte han pasado 940.000 euros

Ana María Fuentes ha querido desmarcarse tanto de Ábalos como de Cerdán: "A mí me nombró la ejecutiva federal del partido"

La gerente del PSOE, Ana María Fuentes
Efe

Alguien miente y todavía no se sabe quién. Según Ana María Fuentes, la gerente del PSOE que tomó el relevo a Mariano Moreno, en la organización socialista “no hay caja B”, “los pagos en efectivo están perfectamente regulados y soportados” y el dinero en metálico solo entra en la caja fuerte de Ferraz después de solicitar remesas al banco de un máximo de 20.000 euros en billetes de no más de 50 euros.

Es decir que, según la gerente del PSOE, no hay ninguna Carmen Pano que haya entrado a la sede del partido con dos bolsas cargadas con 90.000 euros; no hay repartos en dinero contante entre la dirigencia porque —subrayó— “la mayoría de pagos se hace por transferencia”; y rara vez aparece un tercero a buscar la liquidación de un allegado.

Según Ana María Fuentes, por tanto, las conclusiones del informe de la UCO sobre la caja del PSOE no se sostienen cuando dicen que ha habido “pagos en efectivo que habrían sido realizados por el Partido Socialista sin que conste respaldo documental ni información alguna sobre este particular”. “Esta falta de concordancia —añadió la UCO en un informe entregado al juez— resulta especialmente relevante en medida en que apunta a la existencia de una fuente de ingresos no declarados y que no se trataría de un hecho aislado”.

Los pagos efectuados en concepto de gastos por el PSOE, tanto mediante
transferencias bancarias como en efectivo, en favor de Ábalos (en rojo)
y de Koldo (en azul)
UCO

Una documentación al céntimo

Nada de todo eso. “Cada euro que se les ha dado a Koldo García y a José Luis Ábalos está perfectamente documentado”, sostuvo Fuentes en su comparecencia ante la comisión del Senado el pasado 23 de octubre, semanas antes de que la Audiencia Nacional tomara ayer la decisión de abrir una pieza separada para examinar la financiación del PSOE.

Será ante los tribunales cuando, posiblemente, la gerente del PSOE se vea en la obligación de aclarar lo que ha quedado en el aire, como por ejemplo: ¿Si la mayoría de pagos se hacen por transferencia, por qué en la documentación que el PSOE entregó al Supremo consta que el partido entre 2017 y 2024 retiró 940.388 euros de su cuenta bancaria y los pasó a su caja fuerte? Y, en concreto, será interesante fijarse en el apartado de “Secretaría de Organización“, donde consta que el importe destinado alcanzó los 127.739,18 euros.

Distancias con Ábalos y Cerdán

Ana María Fuentes también podría recibir cuestiones, si es llamada a declarar, acerca de sus superiores jerárquicos, primero de José Luis Ábalos (siendo este secretario de Organización y siendo ella directora de la oficina de cumplimiento) y luego de Santos Cerdán (siendo este el nuevo secretario de Organización y siendo ella gerente).

Pero Fuentes no admitirá proximidad alguna. “A mí me ha nombrado la comisión ejecutiva federal del PSOE”, subraya para poner tierra de por medio con Ábalos y con Cerdán, a quienes da prácticamente a entender que los conoce del ascensor.

“Yo a Santos Cerdán le conocí cuando entré a trabajar en Ferraz, pero eso de que era de su entorno… pues no”, sostiene Fuentes, ajena al hoy encarcelado que creyó conveniente realizar un relevo en la gerencia del PSOE sin explicar por qué.

En todo caso, la nueva responsabilidad de Ana María Fuentes como gerente del PSOE (octubre 2021) no le ha impedido seguir como directora de la oficina cumplimiento normativo del partido, con lo cual es ella prácticamente la guardiana de que la organización socialista cumpla la ley, al menos ante el Tribunal de Cuentas.

Antes de Fuentes

Ella, al fin y al cabo, podrá presumir de haber puesto fin a los antiguas exigencias que ponía el PSOE para cobrar gastos, cuando el efectivo circulaba a menudo con el único requisito de presentar tickets sin necesidad de recibo alguno de tarjeta de crédito.

El procedimiento era poco escrupuloso: una secretaria del partido comprobaba simplemente fechas e importes y el origen de los gastos (comidas, desplazamientos u hoteles, por ejemplo). Ante estas escuetos controles, el juez mostró su contrariedad respecto a la ligereza con que se manejaba la caja de Ferraz.