De momento, María Guardiola congela la ronda de contactos con Vox para desbloquear la gobernabilidad. La presidenta extremeña había prometido el domingo electoral empezar el mismo lunes las negociaciones con todos los partidos para sacar adelante su investidura. Pero tal extremo, formalmente, aún no se a producido, más allá de los contactos informales que no descartan las partes implicadas.
Así las cosas, Guardiola no ha trasladado ninguna información oficial sobre posibles contactos. Esto es, no ha habido comunicación oficial con el partido de Santiago Abascal. Una demora que las fuentes consultadas Artículo14 atribuyen a la necesidad de “dejar que baje un poco la inflamación” tras una campaña especialmente dura entre PP y Vox. “Es lo más inteligente”, explican en el equipo de la presidenta extremeña.
Vox espera la llamada
Desde Vox, la disposición a negociar ha sido reiterada públicamente. El vicepresidente y secretario general del partido, Ignacio Garriga, ha confirmado que su formación no ha recibido aún ninguna llamada por parte de la presidenta en funciones, aunque ha subrayado que mantienen una actitud abierta para alcanzar un acuerdo de gobierno.
Garriga ha señalado que el candidato de Vox en Extremadura, Óscar Fernández Calle, “está esperando la llamada” del Partido Popular, al que ha instado a decidir si apuesta por un acuerdo con Vox para un “cambio total y absoluto” o si, por el contrario, busca una abstención del PSOE.
El dirigente de Vox ha insistido en que su formación no se pone límites en la negociación, más allá de hacer valer el peso de sus votos y reflejar el resultado electoral, que consideran un claro refuerzo de su posición.
En este sentido, ha señalado que no descartan ningún escenario, incluida la entrada en el Gobierno autonómico, aunque ha recalcado que su prioridad no es “buscar sillones”, sino revertir determinadas políticas, como las relacionadas con la agenda ecológica, la inmigración, la fiscalidad y el futuro de los jóvenes extremeños.
Sin líneas rojas en la negociación
La portavoz en funciones de la Junta, Elena Manzano, han asegurado que no existen “líneas rojas” en la negociación y que están dispuestos a “hablar con todos y de todo”. Guardiola ha reconocido que, si Vox desea formar parte del Ejecutivo, deberá existir un compromiso de trabajo, recordando que la anterior experiencia de coalición apenas duró un año.
La presidenta en funciones ha señalado también que aún debe conocer de primera mano las demandas concretas de Vox antes de avanzar en cualquier acuerdo. Si bien, tal y como desveló Artículo14, su plan real pasa por ofrecerle la presidencia de la Asamblea de Extremadura y no un hueco en su consejo de gobierno. Una decisión avalada por la dirección nacional.
¿Abstención del psoe?
El PSOE podría facilitar otra vía. También existe la posibilidad de solicitar la abstención del PSOE para evitar una negociación directa con los de Abascal, una opción que Vox considera plausible dado que, según Garriga, ambas formaciones “comparten muchas ideas” y ya han pactado en otros territorios.
La posibilidad la ha verbalizado con insistencia un referente del PSOE extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. “Prefiero que Vox no meta las manos en un gobierno como el del PP”, ha dicho en varias entrevistas, como en Al Rojo Vivo de La Sexta. Si bien, Ferraz ya ha dejado claro que no contempla esta opción.


