Mazón, una semana después: “Parece que lo quieren muerto”

Quienes han hablado con él estos días, lo ven muy tocado. “Ha sido una cacería política y humana”, denuncian quienes todavía le apoyan

Carlos Mazón.
KiloyCuarto

Siete días después, Carlos Mazón aún asimila su fina político. Quienes han hablado con él están preocupados. “Está mal”, coinciden distintos cargos consultados por Artículo14. Y se revuelven contra las críticas que aún se suceden sobre él mientras su partido y Vox negocian contrarreloj para evitar el adelanto electoral. “Es que parece que lo quieren muerto”, estalla un miembro de su Gobierno.

Quienes han estado con él desde que ganara las elecciones autonómicas en 2023 reconocen su tristeza en estos días al echar la vista atrás. “Ha sido inhumano”, afirman. “Los gritos de asesino, de sinvergüenza”, principalmente en el funeral de Estado por la DANA. “Una cacería política y humana”. Mazón ha vivido “momentos insoportables” y ahora está tratando de “recomponerse”, aunque no está siendo nada fácil, admiten sus interlocutores en el PPCV.

“Le han destrozado la vida con 51 años”, dicen en su entorno más cercano. Ello coincide con el relato que él mismo y su próximos han hecho en los últimos días. “Ha sufrido una cacería política y personal que debemos denunciar con toda intensidad, Carlos no es un asesino”, afirmó el propio Alberto Núñez Feijóo. En una entrevista con Artículo14, el expresidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, denunciaba una campaña para “culpabilizarle” y consideraba que había aguantado “hasta que el cuerpo le dijo hasta aquí”.

El president de la Generalitat en funciones, Carlos Mazón, preside la reunión plenaria de su ejecutivo.
EFE/Pep Morell

Mazón nunca quiso dimitir, pero no pudo más, según sus interlocutores. Y todo se precipitó tras el funeral, toda vez antes ni tan siquiera presentarse a la reelección. Aunque todo eso queda ya muy lejano. “A veces vivíamos en otro mundo”, conceden las fuentes consultadas.

En los últimos días, ya con su dimisión en la mesa, Mazón ha recibido el apoyo más o menos sincero de algunos dirigentes de su partido. Le volvió a llamar Feijóo y también algunos barones, como María Guardiola. En el PPCV han estado especialmente pendiente de él, desde diputados autonómicos a senadores.

Una concentración en la plaza de la Virgen de València este lunes.
EFE/ Manuel Bruque

Este viernes, el Boletín Oficial del Estado publicaba el cese “a petición propia” de Mazón como presidente de la Generalitat. Un documento, firmado por el Rey y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que, a diferencia de otros ceses similares, careció de la tradicional coletilla, “agradeciéndole los servicios prestados”. Un formalismo que tiene por objeto dar las gracias al cargo público en cuestión por su actividad al frente de una institución pública.

Mazón seguirá en funciones hasta que las Cortes Valencianas elijan a un nuevo presidente o haya elecciones. Y aunque se encuentra en estos momentos “muy jodido”, no tendría intención de cogerse una baja médica. “Está activo”, trasladan. De hecho, el martes reunió a su Consell, después de anunciar su dimisión. “Tendrá menos agenda pública pero despacha con los consejeros, atiende el día a día”.

El pleno del Consell, presidido este martes por el president de la Generalitat en funciones, Carlos Mazón, y celebrado en el complejo cinematográfico Ciudad de la Luz, en Alicante.
EFE/Pep Morell

La próxima vez que reaparecerá ante las cámaras será el 11 de noviembre ante las Cortes Valencianas para dar explicaciones del avance de la reconstrucción. Una semana después hará lo propio en el Congreso de los Diputados, a petición del PSOE y sus socios. Lo que sí es seguro es que Mazón continuará como diputado en las Cortes. “¿Con la que le han montado, qué otra cosa puede hacer?”, dicen en su equipo.

La dimisión de Mazón ha sumido al partido regional en un “desconcierto total”, según explican fuentes de las Cortes valencianas. No solo por el “dolor” para el PP valenciano, sino también por la “interinidad” que dicen estar viviendo en estos días, también en lo orgánico. Génova no ha querido instaurar una gestora en el territorio y será cuando se clarifique la situación en la Generalitat Valenciana cuando el Feijóo abra el melón de la sucesión del PP valenciano. Y todos miran a María José Catalá.