Génova dicta discreción en las negociaciones para salvar Valencia

“Todo está en manos de Abascal”, reconocen fuentes del PP. El equipo de Feijóo se abre a hablar de migración y el pacto verde

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, a su llegada al funeral de Estado por las 237 víctimas de la dana celebrado este miércoles en Valencia.
EFE/ Manuel Bruque

Silencio, se negocia. Esa es la máxima que aplica en estos momentos la dirección nacional del PP de cara a las negociaciones en curso con Vox para investir a un candidato como presidente de la Generalitat y agotar la legislatura en la Comunidad Valenciana.

El PP nacional evita dar pistas sobre el desarrollo de las conversaciones con el partido de Santiago Abascal con el objetivo de evitar que descarrilen. A la vez, el partido no muestra optimismo real de que las negociaciones lleguen a buen puerto. “Todo está en manos de Vox, a partir de ahí cualquier cosa”, explica a este diario un miembro del Comité Ejecutivo Nacional.

El presidente valenciano, Carlos Mazón.
EFE

El hecho de que los máximos líderes de cada partido hablaran por teléfono este martes para allanar las conversaciones ha surtido un efecto limitado. El líder de Vox confirmó poco después que serían “más exigentes” con el nuevo sustituto de Mazón y ya puso sobre la mesa el rechazo explícito al Pacto Verde Europeo y a la inmigración ilegal, como adelantó este diario. En esa conversación entre Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal sí salió el nombre de Juanfran Pérez Llorca, según ha podido saber Artículo14 y no generó ninguna tensión.

Reunión

Hoy, una delegación de Vox encabezada por Ignacio Garriga, secretario general de Vox, junto a su mano derecha, Montserrat Lluis, secretaria general adjunta, se reunirá en la capital del Turia con el PP valenciano. Por el PP nacional, en principio, no habrá representación, pero la delegación valenciana deberá informar a los de Feijóo.

En público, miembros del comité de dirección popular apelan a la “responsabilidad” de Vox para evitar un adelanto electoral. Más allá de eso, el secretismo es total. Ayer, Alicia García, portavoz en el Senado, aseguró que el diálogo con Vox se centra en proporcionar “estabilidad” y “certezas” a la región. Evitó dar más detalles. Al igual que hace la dirección nacional, que ahora quiere alejar la imagen de intervencionismo en la operación valenciana. “Debe dirimirse” en el territorio, zanjan. Esa es la máxima que ha pedido en estos días el partido.

A estas alturas, que la dimisión de Mazón ha sido “precipitada”, como empiezan a opinar en el partido, queda reflejado en cómo se han sucedido los acontecimientos desde este mismo lunes. Ni Génova ni en la dirección del PP valenciano estaban preparados para volver a sentarse en una mesa para negociar con Vox, después de haber cerrado el último capítulo hace apenas cuatro meses con el pacto de presupuestos para 2025. Fuentes del Comité Ejecutivo Nacional lamentan que en estos días “se dé la imagen de improvisación”. Y es que, explican, “el plan A, B y C era el de mantener todavía a Mazón”.

Es más, el hecho de que cuatro días después de la dimisión de Carlos Mazón todavía no se haya comunicado el nombre oficial de candidato a presidente ni tampoco se haya despejado la duda sobre si habrá o no adelanto electoral, empieza a causar recelos en el ámbito territorial. “Parece claro que no había plan B a Mazón”, coinciden fuentes populares de implantación territorial.

Si bien, todas las fuentes consultadas por este diario confirman que tanto el PP como Vox negocian en el territorio y a nivel nacional con el nombre del número dos de Mazón, Juanfran Pérez Llorca, como candidato a presidente de la Generalitat. Sus interlocutores directos no tienen noticias desde el lunes sobre el avance de las negociaciones, ni tampoco comunicación directa con él. “No sabemos si es bueno o malo”, reconocen en el partido.

La falta de información en el territorio empieza a causar revuelo en Valencia, según ha podido saber este diario. También genera desconcierto. Sobre todo, porque, después de unos días convulsos a causa de la dimisión de Mazón, el PP valenciano confiesa no tener información sobre los siguientes pasos. “El hermetismo es total”, explican quienes están sobre el territorio. Es más, ahora, una vez que el reloj ya avanza, hay quienes pensaban que el proceso de relevo iba a ser “más rápido”. Hay un precedente. Tras la crisis en el PP valenciano cuando Francisco Camps tuvo que dimitir por su imputación en la causa sobre los trajes, el PP eligió a su sucesor en el mismo día, Alberto Fabra.