El cierre de filas que buscaba Pedro Sánchez en el Comité Federal del PSOE habría sido total si no fuera porque hay una serie de voces discordantes que fundamentalmente gravitan en torno a al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, que se mantuvo sentado y en silencio durante buena parte de la cita mientras el resto aplaudía a su líder. Así, el Comité Federal del PSOE acabó mostrando de nuevo la división entre los afines a Sánchez y el presidente castellanomanchego, que se mostró visiblemente incómodo en algunas ocasiones.
Voces socialistas críticas afirman a este medio que se sienten pesimistas ante el proyecto de continuidad de Sánchez: “Arranca mal la renovación”. Aseguran que la renuncia del puesto de portavoz adjunto de Francisco Salazar tras una denuncia realizada por mujeres de su equipo por haber realizado comportamientos impropios ha complicado aún más la situación. “Se nos cae el número dos por un tema que nos está machacando. La imagen es mala. Lo tenemos muy difícil, y otra vez rectificando”.
“Se le apoya y a los 20 minutos no se le apoya. Estos cambios son obligados porque está en la cárcel el que era Secretario de Organización, no ha habido mucho cambio trascendental. La situación es muy difícil y no parece que haya la contundencia como para arrancar una etapa nueva de generación de credibilidad”, han resumido las fuentes consultadas por Artículo14.

Choques contra Page
Una vez finalizado el discurso inaugural del secretario de Organización, el aplauso fue prácticamente unánime. Solo la delegación de Castilla-La Mancha permaneció sin aplaudir. Durante las horas posteriores de debate interno, los reproches no se hicieron esperar. Page fue, una vez más, la nota discordante.
A lo largo del día hubo diferentes desencuentros por ambas partes. Page pidió a puerta cerrada a Sánchez una cuestión de confianza: “O se recupera la confianza parlamentaria que hemos perdido, y no a cambio de más chantajes de los independentistas, o elecciones”.

Asimismo, fuentes socialistas de Castilla-La ancha afirman que las críticas recibidas a Page se debieron a que las intervenciones estaban protagonizadas por las voces más favorables a Sánchez. “El 90% de los que han intervenido han sido ministros, secretarios de Estado o delegados del Gobierno. De ahí el número de críticas a Emiliano”, subrayan.
También destacan que a Page le corresponde “liderar otras salidas”, más allá del relato oficial. “Aunque no necesariamente de forma inmediata, considera que hay que tener en el radar la necesidad de mandar un mensaje a la sociedad que demuestre que aún se cuenta con la confianza del Parlamento, sin descartar la posibilidad de convocar elecciones”, trasladan. “Que nadie sea capaz de decir esto es ya la mejor valoración”, han rematado.
En un momento de las intervenciones, el ministro de Transportes, Óscar Puente, tomó la palabra y lanzó un durísimo discurso contra García-Page, llamándole “hipócrita” y afeándole especialmente las palabras que pronunció en la víspera en las que deslizaba que otros cargos podrían ir acabar en prisión.
“Algunos no saben ni siquiera si van a cumplir el fin de semana en el mismo cargo o si van a seguir en política. No saben ni siquiera si van a estar libres para andar por la calle o van a tener que verse en una cárcel”, declaró el presidente de Castilla-La Mancha el día previo al Comité Federal.
Sobre este choque, terció el presidente de PP andaluz y de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, del PP. Moreno Bonilla afirmó que “es muy feo llamar hipócrita” al presidente de Castilla-La Mancha, siendo “el único con mayoría absoluta del PSOE”.
Réplica no concedida
Al sentirse directamente aludido, Page solicitó intervenir de nuevo en un Comité donde se cruzaron los reproches, en el que cerca de medio centenar de dirigentes pidieron la palabra. Desde su entorno consideran que ese aluvión de intervenciones no es casual, sino que responde a una estrategia para proyectar la imagen de que Page es la única voz crítica frente a una mayoría que respalda a Sánchez.

Sin embargo, desde la mesa del Comité Federal no se concedió la réplica. Según fuentes de Ferraz, no se habilitaron turnos de respuesta, a pesar de que había más personas que lo habían solicitado.
El equipo de Page mostró su disconformidad tanto de la intervención de Puente como la de otros miembros del Gobierno, entre ellos la portavoz Pilar Alegría, y consideran que se han centrado más en atacarle a él que en abordar el fondo de la crisis. Incluso apuntan que Puente no debería haber intervenido, al formar parte de la Ejecutiva Federal, una vez que ya lo había hecho el secretario general, Pedro Sánchez.