Meses antes de su nacimiento, ya puede escuchar el bebé dentro del útero voces y sonidos. La ciencia indica que el desarrollo auditivo del feto comienza en torno a la semana 18 de gestación. Aunque pasa algo de tiempo hasta que empieza a distinguir sonidos.
Los estudios recientes en la neurociencia fetal así lo evidencian, junto a implicaciones profundas para el aprendizaje temprano y el vínculo con su madre, entre otros detalles descritos a continuación.
¿Cuándo y como empieza a escuchar sonidos el feto?

Los científicos de la Universidad de Helsinki y de Healthy Children indican que los fetos pueden reaccionar con movimientos y/o cambios en el ritmo cardíaco a ciertos sonidos. Al nacer, pueden reconocer algunos de ellos, sobre todo si la repetición de ese sonido ha sido constante.
A pesar del inicio del desarrollo del sentido de la audición, lo que escucha en este momento (18 semanas aprox.) son los sonidos más próximos a él, como los latidos del corazón o la digestión de su madre. Estos ritmos constantes ayudan a calmar al bebé durante su desarrollo.
El feto no puede distinguir sonidos y voces hasta las semanas 27 a 29 (6 a 7 meses), según indica la doctora Jennifer Shu de Healthy Children. Ya en este tercer trimestre de gestación, a pesar de una llegada amortiguada, las melodías con patrones de ritmo simples pueden generar estimulaciones en el pequeño.
Si la madre y otras personas hablan cerca de la barriga, el bebé en camino también puede empezar a reconocer esas voces, e incluso llegar a distinguirlas. Lo mismo sucede con los sonidos agudos y graves, que saben diferenciarlos igualmente.
Beneficios de interactuar con el bebé dentro del útero, voces y sonidos

Entre los beneficios de la exposición del bebé dentro del útero a voces y otros sonidos, los estudios apuntan a una mejor identificación fonética y facilidad para el lenguaje en lo bebés expuestos a voces humanas antes de nacer.
Además, el vínculo emocional de estos “diálogos” se ve ampliamente reforzado. Convierte a las voces maternas / paternas en una especie de relajante frente al estrés neonatal.
Las recomendaciones de los expertos son, principalmente, hablar directamente y de manera natural, y evitar los ruidos más fuertes. Los aparatos y auriculares especiales no son necesarios, pues lo mejor es la propia voz para su estimulación.
Se debe evitar la exposición a ruidos fuertes, como los conciertos o los aparatos con más estruendo del hogar. El volumen, tanto de la voz como de la música, debe ser más bien bajito y suave.
Asimismo, frente a la creencia de muchas personas, ten presente que hasta tiempo después del nacimiento, el bebé en camino no entiende las palabras. Solo percibe los tonos y los ritmos.
Por otro lado, según Healthy Children, se estima que entre 1 y 6 bebés de cada mil pueden sufrir una pérdida auditiva en la infancia. Tenlo en cuenta para no agobiarte si no responde siempre a tus interacciones auditivas, y realiza una prueba para recién nacidos para encontrar un posible tratamiento cuanto antes.
En definitiva, tu bebé te escucha desde temprano, y empieza a distinguir sonidos cuando le faltan pocas semanas para nacer. Aprovecha el poder de los sonidos para su estimulación y tu unión a él. Como dice la doctora Shu, “leer o cantarle a tu bebé fortalece un vínculo que durará toda la vida“