Sin nuevo Papa

Segunda fumata negra y dudas sobre las divisiones en el cónclave

La celeridad de la votación de esta mañana podría implicar que el cónclave no está tan alineado como podía esperarse

Segunda fumata negra. La tercera votación del cónclave que busca un sustituto para el Papa Francisco ha concluido sin acuerdo. A las 11:52 de la mañana, una densa columna de humo negro volvió a salir de la chimenea instalada en la Capilla Sixtina, disipando las esperanzas de quienes, desde primeras horas, aguardaban en la plaza de San Pedro con la ilusión de ver asomar una fumata blanca que anunciara al nuevo Pontífice.

Tras el inesperado retraso en la fumata de la noche anterior —que no se produjo hasta pasadas las nueve de la noche, más de dos horas después del inicio de la votación—, el escrutinio de esta mañana ha resultado mucho más ágil. La rapidez con la que se ha emitido la señal ha sorprendido tanto a los fieles congregados como a los expertos vaticanistas, que comienzan a percibir un signo claro: el cónclave no está tan alineado como muchos preveían.

Con un 80 % de los cardenales electores creados por el Papa Francisco, parecía lógico esperar una cierta continuidad en su estilo pastoral y en su programa de reformas. Este bloque, en principio homogéneo, alimentaba las apuestas en torno a la figura del cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado vaticano y uno de los nombres más repetidos en las quinielas de los últimos días. Sin embargo, la fumata negra de esta mañana podría indicar que Parolin no ha logrado consolidar el consenso necesario para alcanzar los dos tercios requeridos. En ese caso, los electores estarían ya tanteando otros perfiles que susciten una mayor adhesión transversal.

“Había muchas esperanzas depositadas en Parolin por su experiencia diplomática, su discreción y su capacidad de síntesis entre las distintas sensibilidades de la Curia”, comenta una fuente cercana al entorno del Colegio Cardenalicio. “Pero quizás esa misma figura institucional, por sólida que sea, no despierta el entusiasmo que muchos esperaban“.

El cónclave coge ritmo

El día de ayer estuvo marcado por una lógica de iniciación: muchos de los cardenales votaban por primera vez en un cónclave, lo que implicó cierta lentitud en el proceso y la necesidad de aclarar dudas logísticas o de procedimiento. Además, la jornada comenzó con la tradicional meditación del predicador de la Casa Pontificia, el cardenal Raniero Cantalamessa, que pudo influir en el tono espiritual de los primeros compases.

Hoy, en cambio, las reglas estaban claras y los bloques han empezado a marcarse con más nitidez. El desacuerdo ha sido patente desde primera hora, y la votación de la mañana parece haberlo confirmado.

Las votaciones de esta tarde

Habrá que esperar a las dos votaciones previstas para esta tarde, en torno a las 16:30 y 18:30, para comprobar si se reproduce la dinámica que marcó los cónclaves anteriores. Tanto Benedicto XVI, en 2005, como Francisco, en 2013, fueron elegidos en la tarde del segundo día. Si la historia se repite, la fumata blanca podría aparecer hoy mismo. De lo contrario, el cónclave podría prolongarse y abrirse a nuevas combinaciones de nombres, sensibilidades y equilibrios geográficos.

Mientras tanto, Roma mantiene la respiración. En los cafés del Borgo y en los pasillos del Vaticano, crece la especulación sobre posibles alternativas: ¿será el norteamericano Robert Prevost? ¿El francés Jean-Marc Aveline? ¿O emergerá un nombre aún no previsto, fruto de una convergencia de última hora? La Capilla Sixtina guarda el secreto.

TAGS DE ESTA NOTICIA