Cuando Cristina Fallarás lanzó #Cuéntalo en 2018, al calor del #MeToo, miles de mujeres se lanzaron a narrar en Twitter los abusos y agresiones machistas que habían sufrido y que, muchas, nunca habían verbalizado. Fue una explosión, como si de repente se liberara una presión contenida durante años. Un éxito.
Al poco tiempo, Fallarás se dio cuenta de que era necesario darle una vuelta a la idea por varias razones. La primera, que muchas víctimas no querían contar con su nombre y apellidos —o con su identidad tuitera— que su padre, abuelo, hermano, primo o compañero era un agresor. Pensaba que muchas podían estar preparadas para contar lo que les sucedió, pero no querían señalar públicamente a esos hombres ni hacer pasar a sus madres, abuelas, hermanas o primas por el trago de asumir que convivían con un violador o abusador.
Testimonios anónimos en Instagram desde 2023
Además, la escritora creía que el #MeToo podía tener un componente aspiracional, como de “a mí también me ha pasado lo que a estas actrices de Hollywood”. Así que, en 2023, Fallarás modificó su creación y se trasladó a Instagram, donde desde entonces recopila testimonios anónimos a diario. No se puede reconocer ni a la víctima ni al agresor, pero el espacio ha tenido un claro efecto sanador, como subrayan varias expertas en violencia machista.
Ahora, cuando las instituciones han reconocido su labor —el Instituto de las Mujeres ha anunciado que recopilará estos testimonios para crear un archivo nacional—, Fallarás vuelve a darle una vuelta de tuerca a esta herramienta para mejorarla.

Cómo funciona ‘La Nuestra’
Tras sufrir varios cierres de su página de Instagram por incumplir normas que nadie supo explicar, la periodista y sus compañeras de la asociación Comadres han creado La Nuestra, un espacio donde las mujeres podrán seguir narrándose sin depender de las políticas de las grandes plataformas y con una idea revolucionaria e inédita: conectar a las víctimas entre sí.
El logo de la plataforma ya de una idea de lo que se busca. Se trata de una loba aullando, un detalle que recuerda a los gritos en las manifestaciones de apoyo a la víctima de Pamplona de: “Tranquila, hermana, aquí está tu manada”. ‘La Nuestra’ está diseñada para que cualquier mujer pueda entrar, leer, compartir y conectar sin exponerse.
Para aportar un testimonio, la usuaria accede a un formulario sencillo donde puede narrar su experiencia con libertad. El sistema garantiza el anonimato: no se piden datos identificativos y el relato pasa por un proceso de cuidado editorial para proteger tanto a quien lo cuenta como a terceras personas. Una vez revisado, el testimonio se etiqueta según distintos criterios —tipo de agresión, contexto, edad aproximada, relación con el agresor, etc.— y se incorpora al archivo vivo, explican sus creadoras.
La lectura del archivo es abierta y gratuita. Las usuarias pueden consultar los relatos filtrando por experiencias similares, lo que convierte el archivo no solo en un repositorio, sino en una herramienta de reconocimiento y comprensión colectiva. El objetivo no es acumular historias, sino generar contexto, memoria y patrones que permitan entender la magnitud y las formas que adopta la violencia sexual.

La segunda capa de funcionamiento es la más innovadora: el acompañamiento entre mujeres. A través de un sistema de afinidad, la plataforma ofrece la posibilidad de conectar con otras usuarias que compartan experiencias o necesidades similares. No se trata de un “match” algorítmico como en las apps de citas, sino de un mecanismo diseñado para favorecer la creación de pequeños grupos de apoyo. Allí pueden compartir dudas, pedir orientación, conversar en un entorno seguro o, simplemente, no atravesar solas el proceso de sanar.
Además, La Nuestra incorpora un espacio de recursos fiables, con información sobre atención psicológica, asesoramiento jurídico, recursos públicos, colectivos feministas y líneas de ayuda. La intención es que la plataforma no sea solo un lugar para contar, sino también para actuar, acompañarse y encontrar caminos de reparación.
Para todo ello sus responsables han iniciado una campaña de crowdfunding, dr puede colaborar a través del siguiente enlace: https://www.goteo.org/project/la-nuestra
Si algo de lo que has leído te ha removido o sospechas que alguien de tu entorno puede estar en una relación de violencia puedes llamar al 016, el teléfono que atiende a las víctimas de todas las violencias machistas. Es gratuito, accesible para personas con discapacidad auditiva o de habla y atiende en 53 idiomas. No deja rastro en la factura, pero debes borrar la llamada del terminal telefónico. También puedes ponerte en contacto a través del correo o por WhatsApp en el número 600 000 016. No estás sola.




