La Confederación Africana de Fútbol (CAF) ha sacudido el panorama del fútbol femenino al aprobar la ampliación de la Copa Africana de Naciones Femenina (CAN) de doce a deciséis selecciones. La próxima edición, que se disputará en Marruecos del 17 de marzo al 3 de abril de 2026, estrenará este formato histórico que promete mayor competitividad y visibilidad para el fútbol femenino del continente.

Pero el anuncio no ha llegado sin controversia: la decisión se hizo pública cuando las eliminatorias ya habían concluido, un hecho que ha encendido el debate entre federaciones y aficionados sobre el momento y la forma en que la CAF ha gestionado esta expansión.
Una decisión tardía y cuestionada
La CAF defiende su decisión como parte de una “visión estratégica” destinada a fortalecer la competitividad y el desarrollo del fútbol femenino en África. Sin embargo, la forma y el momento en que se aplicó la medida han desatado una oleada de críticas.
Con las eliminatorias ya finalizadas a finales de octubre, el organismo se vio obligado a improvisar un mecanismo de selección extraordinario para llenar las cuatro plazas adicionales creadas con la ampliación. De acuerdo con el comunicado oficial, los cupos se asignaron siguiendo el ranking mundial femenino de la FIFA, lo que permitió el regreso de Camerún (66.ª), Costa de Marfil (71.ª), Malí (79.ª) y Egipto (95.ª).
Estas selecciones, con pasado en la competición, obtuvieron así una segunda oportunidad para disputar la fase final. La decisión ha sido bien recibida por quienes celebran una mayor inclusión y diversidad competitiva, aunque otros la consideran una muestra de falta de planificación institucional y una alteración del proceso deportivo una vez concluido.
Las dieciséis protagonistas
Con la ampliación ya en marcha, la CAN Femenina Marruecos 2026 contará con un cartel histórico de dieciséis selecciones. En la fase final estarán: Marruecos (anfitrión), Nigeria, Sudáfrica, Zambia, Ghana, Senegal, Argelia, Burkina Faso, Kenia, Tanzania, Malawi, Cabo Verde, Camerún, Costa de Marfil, Malí y Egipto.

Entre todas, Nigeria sigue siendo la gran referencia del continente: ha conquistado once de las catorce ediciones disputadas y parte una vez más como favorita. No obstante, Sudáfrica, campeona en 2022, y Marruecos, subcampeón en 2025, llegan con proyectos sólidos que amenazan su hegemonía.
Para otras selecciones, la expansión representa una oportunidad sin precedentes. Senegal, por ejemplo, afrontará su quinta participación y tercera consecutiva, tras alcanzar los cuartos de final en 2022 y 2025, donde cayó ante Sudáfrica por penaltis. Las “Leonas de la Teranga”, en plena evolución, buscarán superar su techo histórico y abrirse paso entre las potencias del fútbol femenino africano.
Entre el desarrollo y la improvisación
La CAF defiende la ampliación como un paso clave para impulsar la visibilidad del talento femenino africano y abrir espacio a nuevas generaciones de futbolistas. Además, la próxima edición de la CAN tendrá un valor añadido: funcionará como torneo clasificatorio para el Mundial de 2027, que se celebrará en Brasil, lo que eleva su importancia deportiva y continental.
Sin embargo, no todos aplauden la medida. Varios analistas coinciden en que, aunque la expansión busca fortalecer el fútbol femenino, su aplicación ha sido apresurada y mal planificada. Cambiar el formato una vez concluidas las eliminatorias ha despertado dudas sobre la gestión institucional de la CAF y sobre la equidad del proceso, especialmente entre las selecciones que quedaron fuera pese a haber seguido las normas iniciales.

Un impulso para el fútbol femenino
Pese a las críticas, la ampliación representa una oportunidad histórica para el fútbol femenino africano. Con más selecciones en competencia, el torneo gana en visibilidad, inversión y proyección internacional, al tiempo que refuerza la estructura competitiva en todo el continente.
El torneo se perfila como un campeonato más vibrante, diverso y equilibrado, donde las potencias tradicionales y las nuevas aspirantes buscarán dejar su marca en una edición que, por primera vez, reunirá a dieciséis naciones.
En el fondo, la CAF ha dado un paso audaz, capaz de redefinir el rumbo del fútbol femenino africano. Si logra transformar esta expansión en un proyecto sostenible y bien planificado, el continente podría estar frente al inicio de una nueva era para el deporte femenino.


