La Real Sociedad atraviesa uno de los momentos más sólidos de su historia reciente. El triunfo por 3-0 ante el Deportivo Abanca en Zubieta no solo sirvió para cerrar la última jornada del año con broche de oro, sino para confirmar algo que viene gestándose desde hace semanas, y es que el equipo de Arturo Ruiz ha encontrado estabilidad, identidad y una ambición que ya se refleja en la tabla de clasificación.
Una clasificación que respalda el relat
Con catorce jornadas cumplidas en el calendario, la Real ocupa la tercera posición de la Liga F Moeve con 30 puntos, solo por detrás del FC Barcelona (39) y el Real Madrid CF (32).
El equipo ha sumado once de los últimos 15 puntos posibles en las cinco jornadas más recientes, una secuencia que confirma la estabilidad competitiva del conjunto y refuerza su lugar en los puestos altos de la tabla.

Tras catorce partidos disputados, el balance es de nueve victorias, tres empates y solo dos derrotas, con 27 goles a favor y doce en contra, a este punto podemos decir que somos testigos de que no se trata de una racha aislada ni de un destello puntual.
Al contrario, podemos apreciar la regularidad competitiva que da sentido al discurso y confirma al conjunto donostiarra como uno de los equipos más fiables del campeonato.
Cerrar el año con autoridad en Zubieta
El último duelo liguero del año fue una declaración más de compromiso de parte de la Real. Ante el Deportivo Abanca, firmó un 3-0 que pudo llegar antes, pero que terminó reflejando la superioridad mostrada durante todo el encuentro.
Los goles de Lucía Pardo (47’), Emma (64’) y Cahynová (87’) sellaron un triunfo trabajado, con dominio del juego y control de los tiempos. Fue una victoria madura, de esas que hablan de un equipo que sabe cuándo insistir y cuándo esperar.
Incluso en la derrota, señales de crecimiento
La única mancha reciente en el camino llegó en el Di Stéfano, con la derrota por 0-1 ante el conjunto blanco de Pau Quesada, marcada por un gol en propia puerta, y, que lejos de alterar la dinámica, fue un que partido reforzó la sensación de que la Real compite de tú a tú ante cualquiera.

El equipo no se descompuso, mantuvo el plan y confirmó que ya no depende del resultado para sostener su identidad competitiva.
Arturo Ruiz, el punto de inflexión
Buena parte de este crecimiento tiene nombre propio. Arturo Ruiz, el madrileño que llego al banquillo esta temporada y ha dotado al equipo de una estructura reconocible, competitiva y valiente, una seña que ya había dejado en sus anteriores proyectos y que vuelve a repetirse ahora en la Real Sociedad.
Su impacto no se mide solo en puntos, sino en la sensación de control que transmite el equipo en cada encuentro, una constante que ya acompañó a los equipos que dirigió anteriormente.
Edna Imade y el peso del gol
En ataque, la Real Sociedad ha encontrado una figura que explica buena parte de su crecimiento: Edna Imade la revelación del momento.
La delantera se ha convertido en la principal referencia ofensiva del equipo y en una de las irrupciones más llamativas de la temporada en la Liga F.
Sus ocho tantos acumulados no solo la sitúan entre las máximas anotadoras del campeonato, sino que reflejan la regularidad con la que responde en los momentos clave.

Su impacto va más allá de las cifras. Edna fija centrales, arrastra marcas y abre espacios que permiten a la Real atacar con más continuidad y profundidad.
Su sola presencia modifica el planteamiento de los rivales y da sentido a muchas de las posesiones largas del equipo txuri-urdin y en esa seguridad ofensiva se entiende, en gran medida, el momento que atraviesa el conjunto donostiarra.
Un cierre de año que invita a soñar
El próximo compromiso del conjunto será la Copa de la Reina, nuevamente ante el Deportivo Abanca, esta vez en A Coruña el 19 de diciembre. Los equipos volverán a medirse en un duelo que servirá para corroborar hasta dónde quiere llegar este equipo antes de adentrarse en el 2026.

La Real Sociedad cierra el año tercera, firme y sin complejos. Su dinamica ya no se trata de sorprender ni de resistir, mas bien se trata de consolidarse. Y eso, en el fútbol de élite, es el paso más difícil y el más importante, pero el conjunto txuri-urdin va más que bien encaminado.

