El discurso de Robe Iniesta que hoy vuelve a sonar con fuerza: “locales para los creadores”

Tras conocerse el fallecimiento del cantante muchos recuerdan la petición que le hizo a los políticos al recoger la Medalla de Extremadura para desarrollar el talento local

El cantante Roberto Iniesta, 'Robe', durante un concierto en el Auditorio Miguel Ríos
Ricardo Rubio - Europa Press

El cantante y compositor Robe Iniesta, dejó un mensaje que hoy vuelve a resonar con fuerza. Al recoger la Medalla de Extremadura en 2014, en una gala celebrada en el Teatro Romano de Mérida, el líder de la banda Extremoduro aprovechó el reconocimiento para realizar una petición directa a los políticos de su tierra: apoyar de manera real a los músicos, escritores, pintores y jóvenes creadores extremeños.

“Con la autoridad que me da esta medalla, y con la sabiduría que me da ser un músico extremeño que hace más de 20 años tuvo que irse fuera, voy a hacer una petición al presidente y a todos los alcaldes de Extremadura, sean del partido que sean”, expresó.

Su discurso, sencillo pero contundente, se centró en la necesidad de facilitar espacios para la creación y el encuentro cultural, no solo en las ciudades, sino también en los pueblos, donde la falta de infraestructuras artísticas sigue siendo un obstáculo.

Robe subrayó que no pedía “una utopía” ni reclamaba grandes promesas políticas, sino algo tangible: “locales, locales de ensayo, locales para hacer talleres de escritura, de pintura, de escultura, locales para los creadores, locales para los chavales, para que vayan a hablar o a hacer lo que les dé la gana”. Reivindicó que estos espacios debían estar en todas las ciudades y en todos los pueblos de Extremadura, porque de ellos dependería el futuro de los jóvenes que aún no sabían que serían artistas.

Imagen de archivo tomada el 01/06/2025 del músico y cantante Robe, quien fuera líder de la banda Extremoduro, durante su actuación en el Navarra Arena de Pamplona
EFE/ Jesús Diges

El músico también hizo referencia a los edificios públicos vacíos que dejó el “boom del ladrillo”, señalando que muchos de ellos podrían transformarse en centros culturales. “Palacios de congresos que llevan años haciéndose en Plasencia, en los que no se ha congregado nunca nadie”, dijo, sugiriendo que su mejor destino sería servir como lugares de creación y convivencia artística.

Para Robe Iniesta, el objetivo último no era solo evitar que los creadores tuvieran que marcharse fuera para desarrollar su talento, sino lograr un beneficio colectivo. Como expresó entonces: “Si consiguiéramos que unos cuantos creadores no tuvieran que emigrar, estaría muy bien, pero no sería lo más importante. Lo más importante sería lo que ganaríamos todos”.

Su intervención, pronunciada con humildad y emoción, reflejó el compromiso del artista con su tierra y con las generaciones futuras. Hoy, tras su fallecimiento a los 63 años, aquellas palabras cobran un nuevo significado: una llamada a la responsabilidad cultural y política, y un recordatorio de que el arte y la creatividad necesitan espacio, apoyo y raíces para seguir dando vida.

“Hoy despedimos al último gran filósofo, al último gran humanista y literato contemporáneo de lengua hispana, y al cantante cuyas melodías han conseguido estremecer a generaciones y generaciones”, se anuncia en la web del cantante en un texto que ha calificado como “la nota más triste de nuestra vida”.

Asimismo, detalla que en los próximos días dará a conocer “la información necesaria sobre el lugar y la hora, en Plasencia, del homenaje” para despedir al músico.

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