Un anuncio publicitario de la marca American Eagle, protagonizado por Sydney Sweeney, ha provocado una fuerte oleada de reproches por su uso del juego de palabras entre “genes” y “jeans”. En el anuncio, la actriz afirma que los genes se heredan de los padres y determinan rasgos como el color de ojos o la personalidad… “mis jeans son azules”; unas declaraciones que muchos usuarios en redes han calificado como una referencia racista o eugenésica con reminiscencias nazis.
La campaña, que generó un aumento inicial del 10 % en la cotización de American Eagle, ha despertado un debate viral. Un crítico en TikTok ha llegado a comentar que se trata de una carta de amor al nacionalismo blanco y a los fantasmas eugenésicos, “y Sydney lo sabía”. Otros afirman que el anuncio “resuena con un discurso racista pseudocientífico” que sostiene jerarquías genéticas.
En medio de esta controversia, el senador republicano Ted Cruz publicó en X: “Wow. Ahora la izquierda loca ataca a mujeres guapas. Seguro que eso contará mucho en encuestas”. Con este comentario, defendió a Sweeney calificando la reacción como exceso de corrección política, y reafirmó el respaldo a la actriz frente a la tormenta mediática.
Mientras tanto, críticos del anuncio lo describen como retrógrado y fuera de lugar; y concluyen que este tipo de publicidad parece “anclada en una estética y valores de otra época”, en plena resonancia con simbolismos de supremacía genética y racial.

Algunos conservadores han respaldado tanto la campaña como el apoyo de Cruz, acusando a quienes la critican de hipocresía ante los estándares de diversidad actuales. En cambio, los detractores advierten que incluso una mirada breve al anuncio revela tonalidades que no encajan en pleno 2025, cuando la sensibilidad cultural demanda mayor precisión en el lenguaje y la simbología.
La protagonista, Sydney Sweeney, no ha emitido declaración pública sobre las acusaciones ni sobre el respaldo de Cruz. La firma American Eagle tampoco ha ofrecido comentarios adicionales, aunque no ha retirado el anuncio de circulación.
Lo que comenzó como un simple juego de palabras publicitario –“great genes”/”great jeans”- se ha convertido en un fenómeno que trasciende el marketing: toca temas como apropiación estética, identidad racial, corrección política y el límite entre la creatividad y la provocación. El respaldo de un político como Cruz introduce además un elemento de polarización cultural, donde la defensa de la imagen femenina se entremezcla con estrategias de confrontación ideológica.
En el entorno palpable de redes sociales y medios polarizados, esta polémica podría impactar en la percepción pública de la marca, obligando a las empresas a repensar cómo sus campañas pueden interpretarse más allá del eslogan y el diseño.