La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, recibió este miércoles en el Palacio Nacional al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en una visita marcada por la cooperación bilateral en materia de seguridad y por el contexto de creciente tensión en el Caribe tras la operación militar estadounidense contra una embarcación que, según Washington, transportaba drogas desde Venezuela.
Rubio llegó el martes a Ciudad de México, aterrizando en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, donde fue recibido por el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente. La agenda de la visita contempla una reunión con Sheinbaum centrada en seguridad, migración y comercio, aunque el trasfondo es el despliegue militar de más de 4.000 marines, destructores y un submarino nuclear en aguas caribeñas, medida que Caracas considera un acto de intimidación.

“Hemos logrado entendimiento con EE.UU.”
En México, Sheinbaum ha mantenido la línea de rechazar cualquier despliegue militar extranjero en su territorio. Desde agosto, cuando Trump autorizó acciones contra grupos criminales en América Latina, la presidenta mexicana enfatizó que la cooperación continuará, pero “nunca permitirá presencia militar de EE UU en suelo mexicano”. Este miércoles, reiteró que su país respeta la relación bilateral y respondió a los dichos del mandatario estadounidense, quien afirmó que México está controlado por los cárteles: “Respetamos mucho la relación México-Estados Unidos, al presidente Trump” y aunque “no es verdad esta afirmación que hace, nos quedamos con la buena relación”.
El Gobierno mexicano ha defendido frente al gobierno estadounidense los avances de la “Operación Frontera Norte”, con más de 6.480 detenciones y 60 toneladas de droga decomisadas, entre ellas 311 kilos de fentanilo. Además, la Secretaría de Relaciones Exteriores reportó una reducción del 91 % en el flujo migratorio hacia Estados Unidos desde octubre pasado.
Pese a las diferencias en torno a la estrategia militar en el Caribe, ambos gobiernos insisten en mantener abierta la vía de la cooperación. Sheinbaum lo resumió en su conferencia matutina: “Lo importante aquí, ¿qué es lo importante para el pueblo de México? Que hemos logrado entendimiento con el Gobierno de Estados Unidos, que no ha sido fácil en muchos temas”.

“Grupo de alto nivel”
Tras la reunión ambos gobiernos anunciaron este miércoles la creación de un “grupo de alto nivel” para dar seguimiento a su coordinación en materia de seguridad. El canciller Juan Ramón de la Fuente explicó que este mecanismo se reunirá de forma periódica para supervisar compromisos mutuos, entre ellos el combate a los cárteles, la detección de túneles fronterizos clandestinos, la persecución de flujos financieros ilícitos y el fortalecimiento de la seguridad en la frontera compartida.
El canciller subrayó que esta cooperación se desarrolla bajo principios acordados desde febrero: reciprocidad, respeto a la soberanía, responsabilidad compartida y confianza mutua. Según precisó, el objetivo es reforzar las capacidades de ambos países para frenar el tráfico de drogas, armas y personas, así como desmantelar al crimen organizado transnacional, sin que ello implique subordinación en la relación bilateral.

“No voy a especular sobre lo que pueda suceder”
En vísperas del encuentro, la mandataria mexicana aseguró que sería “muy cordial” y que el Gobierno presentará “los logros de la estrategia de seguridad” así como los resultados de la cooperación binacional. Añadió que también quiere abordar “el tema de los mexicanos y mexicanas que viven allá (en EE.UU.). También el tema de comercio, aunque no le corresponde específicamente al secretario del departamento de Estado (Rubio)”. Sheinbaum subrayó que se busca un “programa de cooperación sobre seguridad fronteriza y aplicación de la ley” basado en “colaboración sin subordinación y cooperación, en el marco de nuestras soberanías”.
El momento de la visita no fue menor. Apenas horas antes, Trump anunció que un contingente estadounidense destruyó en el Caribe un barco del Tren de Aragua, acción que, según el Pentágono, dejó once muertos. “Esta es una operación antidrogas. Vamos a enfrentar a los carteles de la droga dondequiera que estén y dondequiera que operen contra los intereses de EE.UU.”, dijo Rubio poco antes de llegar a México, aunque aclaró: “No voy a especular sobre lo que pueda suceder en el futuro”, cuando fue cuestionado sobre posibles ataques a Venezuela.

“Un asesinato”
El Gobierno de Nicolás Maduro reaccionó acusando a Washington de fabricar con inteligencia artificial el video del ataque. El ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, señaló que “parece” que Rubio “sigue mintiéndole a su presidente” y que “luego de meterlo en un callejón sin salida, ahora le da como ‘prueba’ un video con IA”. Añadió: “Basta ya Marco Rubio de alentar la guerra e intentar manchar las manos de sangre al presidente Donald Trump. Venezuela no es una amenaza”. Maduro, por su parte, denunció que EE.UU. busca “las riquezas naturales” de Venezuela.
La ofensiva estadounidense ha generado reacciones regionales. El presidente colombiano, Gustavo Petro, calificó la operación como “un asesinato en cualquier parte del mundo”. En su opinión, quienes transportan drogas suelen ser “jóvenes muy pobres del Caribe y el Pacífico”, no los grandes capos. En Perú, el canciller Elmer Schialer respaldó que el llamado Cartel de los Soles sea declarado como organización terrorista, sumándose a otros gobiernos de la región alineados con Washington.