La experta

“El conflicto está lejos de apagarse”: los próximos pasos tras la conferencia de Egipto

Trump convierte la cumbre de Egipto en una escenografía de liderazgo mientras los mediadores intentan concretar cómo se aplicará la segunda fase del plan de paz. "Quedan muchos obstáculos", advierten Léna Georgeault

Experta

El alto el fuego en Gaza tiene ya una firma. Egipto reunió este lunes a más de una veintena de líderes mundiales para formalizar el acuerdo entre Israel y Hamás. Pero lo cierto es que la cumbre, celebrada en Sharm el Sheij, tuvo más de ceremonia que de negociación: Donald Trump presidió el acto; saludó durante más de veinte minutos a cada mandatario; y convirtió el encuentro en una escenografía diseñada para el mismo al milímetro. La ciudad estaba empapelada con su rostro.

El pacto ratifica el alto el fuego y el intercambio de rehenes, pero la segunda fase -en la que se habla de la retirada israelí, el desarme de Hamás o el traspaso de poder en Gaza– sigue sin calendario ni estructura definida. Y es aquí donde comienza, advierten las expertas, la fase más incierta del proceso.

Trump
La firma de Trump en Sharm el Seij
Efe

“Quedan muchos obstáculos”, explica Léna Georgeault, directora del grado de Relaciones Internacionales en la Universidad de Villanueva. En conversación con este periódico, reconoce que “Netanyahu sigue viendo Gaza como una amenaza” y que, lejos de concebir esta fase como una reconciliación, el primer ministro israelí cree que es “una maniobra para consolidar el control israelí sobre la Franja”.

La arquitectura institucional de esa futura autoridad interina sigue sin resolverse: quién la compondrá, cómo se financiará y bajo qué legitimidad actuará. “Un cronograma verificable y una autoridad con respaldo internacional serían señales positivas”, apunta Georgeault, “pero nada de eso está todavía cerrado”, recalca.

La gente saluda a los prisioneros palestinos liberados a su llegada tras ser liberados de una cárcel israelí como parte del acuerdo de liberación entre Israel y Hamás, en la ciudad de Ramallah, en Cisjordania, el 13 de octubre de 2025.
EFE/EPA/ALAA BADARNEH

Mediadores con margen limitado

Egipto, Qatar y Estados Unidos son los tres países encargados de garantizar la aplicación del acuerdo. Pero ninguno tiene margen amplio. “Egipto controla el paso de Rafah y coordina la ayuda humanitaria, pero teme un colapso en su frontera”, explica Georgeault. “Qatar actúa como mediador político y principal canal financiero, gracias a su influencia sobre Hamás, pero su capacidad de presión es limitada.”

Y Trump, que intenta capitalizar el resultado, quiere recuperar el papel de mediador que proyectaron los Acuerdos de Abraham, mediante los que se intenta normalizar la relación de Israel con varios países árabes. “Ahora que se vislumbra la posibilidad de cerrar el capítulo de Gaza, Trump vuelve a soñar con el Nobel de la Paz”, resume la experta.

El rehén Guy Gilboa-Dalal se reúne con su familia en el punto de recepción inicial este lunes en Jerusalén.
EFE/ Portavoz del Ejército De Israel

Un alto el fuego sin horizonte político

Aunque el documento firmado representa un avance, el contexto sigue siendo frágil. “Este plan, aunque positivo, no significa paz en Oriente Medio”, advierte Georgeault. “Las heridas son profundas y el rencor marcará a generaciones. Gaza ha quedado devastada, e Israel ha abierto varios frentes en la región. El conflicto está lejos de apagarse“, explica a Artículo14.

El riesgo, según la experta, es que el alto el fuego se quede sin desarrollo político. Si la segunda fase se retrasa, el acuerdo podría convertirse en un limbo: sin gobierno efectivo en Gaza, sin rendición de cuentas y sin garantías de reconstrucción, muchos palestinos podrían “soñar con otro 7 de octubre”, explica.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dirige al parlamento israelí, la Knesset, en Jerusalén, el 13 de octubre de 2025.

Lo que viene

Así, los próximos días serán determinantes. Israel deberá definir si acepta un calendario verificable de retirada. Los mediadores intentarán consensuar una autoridad civil para gestionar la franja. Y la comunidad internacional deberá asegurar un flujo constante de ayuda humanitaria. Cualquier bloqueo en uno de esos tres puntos podría hacer tambalear el acuerdo.

La conferencia de Egipto deja la imagen que Trump buscaba pero la incógnita que todos temen: qué pasará cuando la diplomacia se enfrente al terreno. El pacto existe; pero su aplicación, todavía no. Y sin concretarse, las expertas no descartan que sea “cuestión de tiempo que renazcan nuevos movimientos armados contra Israel”.