UE

El ‘Schengen Militar’, empantanado: puentes que no aguantan el peso de los tanques y un agujero de 100 mil millones

Europa quiere reaccionar rápido, pero arrastra una infraestructura vieja, costosa y vulnerable. "No todos los gobiernos están dispuestos a sumarse al esfuerzo", advierte la experta Lena Georgeault

Unión Europea
Ursula von der Leyen saluda a un soldado alemán en una foto de archivo
Efe

Fue en 2022 cuando la OTAN activó uno de sus despliegues más simbólicos: la Mission Aigle, pensada para reforzar el flanco este tras la invasión rusa. Sobre el papel, debería haber sido un movimiento rápido. Pero en la práctica, se pareció más a un laberinto. Los carros Leclerc enviados desde Francia a Rumanía tardaron hasta 60 días en llegar. “Por restricciones de peso en Alemania, desvíos interminables y verificaciones absurdas”, resume Lena Georgeault, directora del Grado de Relaciones Internacionales en la Universidad de Villanueva. Aquello, según explica en conversación con este periódico, convirtió un gesto de disuasión en “un convoy atrapado por la burocracia y unas infraestructuras poco preparadas”.

Ese ejemplo, tan concreto y tan europeo, es el telón de fondo con el que la Comisión Europea anunció este miércoles su plan para crear un “Schengen militar” que permita que las tropas y el equipamiento crucen las fronteras en días u horas, y no en semanas.

Un plan lleno de grietas

Bruselas quiere fijar un máximo de tres días para autorizar el paso militar en tiempos de paz y seis horas en caso de emergencia. Quiere una ventanilla única en cada país, un sistema acelerado de permisos y un mecanismo europeo para suspender las normas de transporte civil cuando se trate de un despliegue urgente. Y quiere, además, adaptar carreteras, puentes, vías ferroviarias, puertos y aeropuertos para que soporten el peso y el tamaño del material militar moderno.

Pero la pregunta, tarda poco en hacerse: ¿puede Europa permitirse el coste real de esta plan? El comisario Apostolos Tzitzikostas calculó que la puesta a punto exigirá hasta 100.000 millones de euros. Pero hoy, el presupuesto aprobado apenas supera los 1.700 millones. La diferencia económica entre lo prometido y lo tangible hace que en los pasillos comunitarios ya comience a hablarse del riesgo de querer construir una autopista militar sobre arcilla. 

“Europa ha vivido durante décadas en la ilusión de que la guerra convencional había desaparecido”, advierte Georgeault. El resultado es una red envejecida, con puentes que no aguantan un tanque de 65 toneladas, túneles estrechos y nodos ferroviarios incapaces de absorber un convoy militar completo. Y a eso se suma, señala la experta, que “no todos los gobiernos están dispuestos a sumarse al esfuerzo”.

La red civil convertida en objetivo militar

La UE quiere además que la logística militar use la infraestructura civil: los puertos comerciales, los aeropuertos o la red ferroviaria ordinaria. La idea es utilizar una red dual que sea más rápida, más eficiente y sobre todo, más barata. Pero también puede ser más vulnerable. 

Guerra de Ucrania - Internacional
Los soldados ucranianos en el frente
EFE

Si un gran puerto europeo gestiona a la vez mercancías esenciales y movimientos militares, cualquier ciberataque, sabotaje o corte de energía afectaría también a los ciudadanos, y lo civil y lo militar podrían caer a la vez.

A Georgeault no le parece descabellada la idea: “Los puertos y aeropuertos civiles ya son blancos atractivos en la guerra híbrida”. No por el ejército, sino por su valor estratégico. “Mantener dos redes separadas sería imposible; costaría demasiado dinero y décadas de construcción”, explica. El doble uso, explica a Artículo14, “es la única solución viable”. Pero exige reforzar la resiliencia de cada eslabón, porque “el enemigo ataca objetivos estratégicos, no etiquetas”.

El “Schengen militar”

El “Schengen militar” nace de un contexto urgente: una Rusia que incrementa su agresividad híbrida, una Polonia que denuncia sabotajes en su seguridad y una OTAN que exige rapidez para reforzar sus fronteras orientales. El ministro alemán Boris Pistorius alertó esta semana de que Moscú podría intentar un ataque en 2028 o 2029.

Ucrania
Una ametralladora pesada Browning M2 calibre 12,7 montada en una camioneta operada por la Defensa Antiaérea Territorial de Kiev
Efe

Bruselas repite que esta propuesta es “ambiciosa y realista”, y subrayan la necesidad de moverse rápido, pero las dudas siguen ahí. Las tropas necesitarán vías reforzadas; los tanques exigirán puentes nuevos; los permisos deberán simplificarse; y el presupuesto, advierten las expertas, tendría que multiplicarse varias veces.

El ejemplo de la Mission Aigle vuelve entonces al centro del debate: un continente que habla de defensa común, pero donde un tren militar aún puede perderse entre papeles, túneles demasiado bajos o compañías ferroviarias que piden desvíos de cientos de kilómetros.

TAGS DE ESTA NOTICIA