Experta en política cultural

“Es una noticia terrible para la UNESCO y para la Cultura”

La retirada de Estados Unidos pone en jaque la financiación y los principios fundacionales de la institución internacional. La comisaria independiente, directora de proyectos artísticos y experta en política cultural Alicia Ventura analiza su impacto para Artículo14

La comisaria artística y experta en política cultural Alicia Ventura
La comisaria artística y experta en política cultural Alicia Ventura
Lupe de la Vallina

La salida de Estados Unidos de la UNESCO, anunciada por la administración de Donald Trump, ha generado una oleada de reacciones en el ámbito internacional, especialmente entre responsables culturales y agentes del sector. El presidente de Estados Unidos ha anunciado que Estados Unidos volverá a retirarse de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), alegando preocupaciones sobre lo que su Administración denomina el sesgo “antiamericano” y “antiisraelí” de la agencia, así como su promoción de iniciativas culturales “woke”.

La portavoz adjunta de la Casa Blanca, Anna Kelly, ha declarado al New York Post que “el presidente Trump ha decidido retirar a Estados Unidos de la UNESCO, que apoya causas culturales y sociales woke y divisivas que están totalmente desfasadas con respecto a las políticas de sentido común por las que votaron los estadounidenses en noviembre”.

Alicia Ventura, comisaria, docente y experta en política cultural, denuncia en declaraciones a Artículo14 la gravedad de la decisión y alerta sobre sus consecuencias. “Es terrible que la cultura dependa de las decisiones políticas. Que Donald Trump decida la retirada de la UNESCO es una atrocidad, una salvajada. Es una declaración de guerra en todos los sentidos. Él dice: ‘Solo existo yo, sólo existe Estados Unidos, y no tenemos que ver con nada más’. A Trump no le importa la cultura ni le importa nada que no sea él mismo, no respeta nada. Directamente no es que no respete la cultura, es que no tiene ningún respeto hacia la humanidad”.

Unesco
Trump vuelve a abandonar la UNESCO
Shutterstock/KiloyCuarto

La decisión ha sido justificada por la administración estadounidense alegando desacuerdo con lo que considera una “agenda globalista e ideológica”. El comunicado oficial reprocha a la UNESCO un “exagerado enfoque sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible” y acusa a la organización de promover “causas sociales y culturales divisivas”.  Según Ventura, se trata de “una noticia terrible para la UNESCO y para la Cultura”, y detrás de estas palabras se esconde un rechazo a los valores que la UNESCO ha defendido históricamente.

“Trump afirma que retira los fondos porque no aprueba la ideología que hay detrás de la UNESCO. ¿Cómo la va a aprobar? No defiende ni aprecia a la mujer, piensa que la inmigración es un mal, aboga por la desaparición de cualquier tipo de diversidad, haría desaparecer a las personas homosexuales… Él quiere que desaparezcan nuestros grandes valores. Es un giro hacia la desaparición”, destaca quien esta semana imparte un taller sobre comisariado de arte en el Observatorio de lo Invisible.

“El uso instrumental de la cultura”

Fundada en 1945, la UNESCO tiene como mandato la promoción de la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación, así como la protección del patrimonio y la defensa de los derechos culturales. Su labor en la salvaguarda de lenguas minoritarias, sitios arqueológicos o la promoción de la igualdad de género a través del arte ha sido reconocida internacionalmente. Estados Unidos fue uno de los países fundadores de la organización, y su retirada —ya anunciada anteriormente durante el primer mandato de Trump en 2017 y revertida bajo la administración Biden— vuelve a abrir un ciclo de incertidumbre para el organismo.

Alicia Ventura pone el foco en el uso instrumental de la cultura por parte de ciertos discursos políticos. “Otro problema es que, como hace Trump y se ve en sus declaraciones, se usa la cultura como un arma arrojadiza: es una herramienta para defender una ideología. Y por tanto se reduce la cultura de un país a su política cultural, y es, casi siempre, muy direccional”.

Unesco
El Globo Simbólico y las banderas de todas las naciones, monumento moderno en la sede de la Unesco, en París
Shutterstock

Más allá del gesto político, la retirada de EE.UU. implica consecuencias prácticas: la pérdida de uno de los mayores contribuyentes económicos al presupuesto de la organización. “La cultura, tristemente, sigue dependiendo de cuestiones políticas”, señala Ventura. “En nuestro país, los Presupuestos Generales del Estado, y por tanto el dinero que se destina a la cultura, los deciden los políticos. Toda la política cultural de un país viene marcada por cuánto dinero se destina a sus iniciativas; si hay menos presupuesto, hay menos dinero para apoyar la cultura, para desarrollar proyectos y para fomentar las artes”.

En este contexto, la comisaria recuerda las debilidades estructurales que también enfrenta España. “Es el choque histórico entre lo público y lo privado; es difícil. Por ejemplo, en España no contamos con una Ley de Mecenazgo, por lo tanto no hay iniciativa privada. La cultura debería estar financiada por entidades privadas, pero en España no reciben ningún incentivo. Y más allá: en España no hay cultura de financiación privada de iniciativas culturales”.

Esa falta de tradición tiene raíces profundas, ligadas a la ausencia de una educación cultural transversal. “En la escuela no se fomenta el hecho de que la música, la danza, el teatro, la filosofía, el arte, la literatura son fundamentales para vivir y para evolucionar en la vida. Y como no se fomenta esa idea, nadie la desarrolla. Pero es importantísimo. Hay muy poca gente que devuelva a la sociedad lo que la sociedad le da”. Ventura advierte que el caso estadounidense no es aislado, sino que refleja una tendencia más amplia. “A nivel europeo sucede lo mismo: si el presupuesto para cultura resulta ser más bajo que el año anterior, se pueden desarrollar menos proyectos culturales. Y esta cultura tampoco abunda, por eso la labor de la UNESCO es tan importante”.

La retirada de Estados Unidos representa, por tanto, algo más que un desacuerdo diplomático. Supone un debilitamiento de la cooperación internacional en materia de cultura, una deslegitimación simbólica de los valores de diversidad y patrimonio común, y un golpe a los mecanismos de financiación global. Como concluye Alicia Ventura: “Es una noticia terrible para la UNESCO y para la Cultura”.

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