El Congreso de Estados Unidos ha aprobado un proyecto de ley que obliga a publicar los documentos de la investigación sobre el pederasta Jeffrey Epstein y lo remitió al presidente Donald Trump para su ratificación.
Primero fue el turno de la Cámara Baja. En una votación cuyo resultado final era previsible, la mayoría de la Cámara de Representantes de Estados Unidos (427 votos contra uno) aprobó exigir al Departamento de Justicia la revelación de los documentos clasificados del caso Epstein, el magnate depredador sexual que se suicidó en prisión en 2019. Recientemente, aparecieron nuevos indicios que presuntamente vinculaban al presidente Donald Trump con Epstein, y el propio presidente se mostró favorable a divulgar la documentación, tras asegurar que no tiene nada que ocultar.
La propuesta de ley exige al Departamento de Justicia a que publique “todos los registros, documentos, comunicaciones y materiales de investigación no clasificados que obren en poder su y que estén relacionados con la investigación y el enjuiciamiento de Jeffrey Epstein“.

“Esto incluye materiales relacionados con Ghislaine Maxwell, registros de vuelos y viajes, y personas nombradas o mencionadas (incluidos funcionarios gubernamentales) en relación con la investigación y el enjuiciamiento de Jeffrey Epstein”, recoge el documento.
Sobre la mesa de Trump
La ley fue posteriormente ratificada por el Senado, y finalmente debería ser el propio Trump quien la apruebe con su firma. Tras varios cambios de estrategia, el presidente aseguró que daría el visto bueno a la medida. El único congresista que se opuso a la propuesta fue el republicano Clay Higgins, quién consideró que “se revelará y dañará a miles de personas inocentes, entre ellos testigos y familiares”.
John Thune, líder de la mayoría y máximo representante republicano del Senado, avanzó a la prensa al finalizar que la votación sobre la publicación íntegra de los archivos de Epstein en la Cámara Alta se llevará a cabo con “bastante rapidez”. Y así fue.

Horas antes de la votación en el Congreso, el ambiente estaba muy caldeado en el exterior. El caso de los documentos clasificados de Epstein, convertido en el mayor desafío de la presidencia de Trump desde que asumió el poder en enero de 2025, forzó al presidente estadounidense y al Partido Republicano a tomar partido ante la mayor crisis política de los últimos tiempos en el país.
Fuera del Capitolio, congresistas de los dos grandes partidos se congregaron para dar su opinión, junto a varias sobrevivientes de la red de explotación creada por Jeffrey Epstein, en la que participaron políticos o empresarios de élite de varios países. Junto a las supervivientes habló la congresista republicana Marjorie Taylor Greene, considerada ”traidora” por el líder de su partido. Greene acusó al dirigente de su formación de “despedazar el movimiento MAGA” (Make America Great Again), la base de apoyo incondicional republicana.

“Han luchado la pelea más horrífica y jamás se rindieron”, indicó Greene, quien lleva tiempo abogando por la publicación de todos los documentos del caso Epstein. En su opinión, fue denostada por Trump por “posicionarme junto a estas mujeres. Un traidor es un americano que sirve a países extranjeros, y un patriota es un americano que sirve a los Estados Unidos, como las mujeres que hay detrás de mí”.
Entre lágrimas, la víctima de la red de trata Haley Robson agradeció a Taylor Greene, Thomas Massie y Ro Khanna, congresistas republicanos que hicieron “algo enorme por ir contra su propio partido” y asumir el riesgo de “caer en el ostracismo”. Jena-Lisa Jones, otra superviviente de la red del depredador sexual, exigió a Trump que dejé de usar el caso Epstein como una herramienta política. “Demuestra liderazgo real. Te voté, pero tu comportamiento en este caso es una vergüenza nacional”, denunció Jones.
Destapar a depredadores
Lisa Phillips, quien también fue víctima de Epstein, anunció la creación de un movimiento político liderado por mujeres supervivientes, con la intención de revelar a los depredadores que han sido encubiertos por el sistema “durante demasiado tiempo”. El grupo pretende reescribir “leyes que nos han fallado” y “construir protecciones para los niños de nuestra nación”.
Annie Farmer fue testigo clave en el juicio para inculpar a Ghislaine Maxwell, la pareja de Epstein que fue acusada en 2021 por tráfico sexual infantil. Farmer y su hermana mayor fueron abusadas a la edad de 16 y 25 años respectivamente. Frente al congreso, la mujer insistió en que sufrieron una “traición institucional, porque estos crímenes no fueron debidamente investigados”. Su hermana recibió amenazas y “vivió atemorizada”, como consecuencia de su valentía por explicar los hechos.

En los días previos a la votación, el presidente Donald Trump cambió frecuentemente de opinión. El domingo, posteó en su red Truth Social que “los republicanos deberían votar a favor de publicar los documentos de Epstein, porque no tenemos nada que esconder”. Supuso un cambio de estrategia respecto a la que defendió al asumir el poder, cuando repetía que la causa era una excusa del Partido Demócrata para intentar dañar su imagen.
Antes de la votación de este martes, congresistas estadounidenses publicaron más de 20.000 páginas de documentos del patrimonio del magnate financiero y delincuente sexual Epstein. Algunos de los documentos mencionan a Andrés Mountbatten-Windsor, expríncipe y hermano del rey Carlos III de Reino Unido; al presidente estadounidense Donald Trump; al exasesor de Trump, Steve Bannon; y a otras figuras del mundo de los medios de comunicación, la política y el entretenimiento, lo que pone de manifiesto la amplitud de la agenda de contactos de Epstein.


