Noruega celebró este lunes unas elecciones parlamentarias inusuales para el tablero político del país, con un clima de polarización poco habitual y un protagonista inesperado: el Partido del Progreso (Frp), liderado por la controvertida Sylvi Listhaug. La formación populista, de corte antiinmigración y antiislamista, aspira a superar al Partido Conservador y consolidarse como la principal fuerza de la derecha, incluso por encima de la ex primera ministra Erna Solberg.
Los sondeos previos apuntaban a un desenlace muy ajustado. Según un promedio de encuestas citado por Reuters, el bloque de centroizquierda liderado por los laboristas podría alcanzar 88 escaños, apenas tres por encima de la mayoría, frente a los 81 que sumarían los partidos de derecha. Johannes Bergh, director del programa de estudios electorales del Instituto de Investigación Social de Oslo, advirtió que “si uno tuviera que apostar, probablemente diría que ganará el centroizquierda”, aunque subrayó la volatilidad del electorado en esta campaña.

La polémica de los SMS
El propio día de la votación, el Frp lanzó una agresiva campaña de mensajes de texto dirigida a casi medio millón de noruegos. A las 08:15 de la mañana, el partido envió a 415.000 hombres de entre 18 y 45 años y a unas 44.000 mujeres votantes primerizas un SMS con el lema: “Hoy es el día. Detén el despilfarro y la burocracia de Ap, SV, MDG y Rødt. Frp te da mejor economía, salud y seguridad. ¡Vota Frp hoy!”.
La iniciativa ha sido criticada por ciudadanos que se habían registrado para no recibir publicidad. “Creo que el SMS fue invasivo. El día de las elecciones suele estar libre de influencia política de alto nivel”, dijo a VG Sigbjørn Pedersen Bøtun, un vecino de Bodø de 33 años. El propio Frp defendió la legalidad de la campaña y explicó que el retraso en la recepción de algunos mensajes se debió a la red de los operadores móviles.
El Movimiento Verde (MDG), que en agosto envió 200.000 SMS a un coste de 400.000 coronas, fue transparente con sus gastos. El Frp, en cambio, ha evitado dar cifras, limitándose a confirmar que los datos se alquilaron a la empresa Selekt Markedsdata para un solo uso.

El factor Listhaug y el ascenso del Frp
El Partido del Progreso ha sabido aprovechar el desgaste del gobierno laborista y la pérdida de terreno de los conservadores. Tras su peor resultado en dos décadas en 2021 (11,6 %), ahora ronda el 21 %, duplicando sus apoyos y situándose como segunda fuerza. La clave ha sido el carisma de su líder, Sylvi Listhaug, que ha reforzado un discurso de mano dura en inmigración y seguridad, con propuestas como crear centros de acogida en terceros países, endurecer penas hasta los 50 años de cárcel y abolir el impuesto al patrimonio.
Listhaug, exministra de Inmigración y Sanidad, no ha estado exenta de polémicas. En 2018 tuvo que dimitir tras acusar a los laboristas de dar prioridad “a los derechos de los terroristas” frente a la seguridad nacional, un comentario especialmente hiriente dado que ese partido fue víctima de la masacre de Utøya en 2011. En Lesbos llegó a participar en un simulacro de rescate “para sentirse” como refugiada, lo que provocó fuertes críticas.
Pese a su perfil polarizador, su mensaje conecta con un sector de jóvenes votantes, especialmente hombres, atraídos por su discurso contra la “islamización” y las “bandas criminales”.

El contexto político y económico
La elección noruega se desarrolla en un marco difícil: la guerra en Gaza, la invasión rusa de Ucrania, la presión sobre el gigantesco fondo soberano de Noruega y la relación con Estados Unidos han estado presentes en la campaña. Sin embargo, los temas que más pesan en el electorado son el coste de la vida, los impuestos y los servicios públicos.
El primer ministro Jonas Gahr Støre, líder laborista, reconoció tras votar en Oslo que “este asunto de cómo afrontar los gastos diarios ha sido clave”, aunque añadió que la inflación empieza a moderarse. La presencia de Jens Stoltenberg como ministro de Finanzas —apodada “Stoltenback” por la prensa noruega— ha dado un impulso decisivo al partido, gracias a su popularidad y experiencia internacional.