Moldavia conmemoró este miércoles el 34º aniversario de su independencia de la Unión Soviética con grandes visitas: los líderes de Francia, Alemania y Polonia llegaron a la capital, Chisináu, para mostrar su apoyo a la presidenta Maia Sandu y al rumbo europeo del país en un momento clave, marcado por la injerencia rusa y unas elecciones legislativas cruciales previstas para el 28 de septiembre.
Emmanuel Macron, Friedrich Merz, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, participaron en los actos oficiales, enmarcados en una jornada de fuerte tensión. Según informó la policía moldava, más de una veintena de activistas prorrusos fueron detenidos al intentar boicotear la visita bloqueando el paso del convoy de coches oficiales. Entre los arrestados figuran miembros del bloque prorruso Pobeda (Victoria), liderado por el oligarca Ilon Shor, exiliado en Moscú y reclamado por la Justicia moldava.
So glad to welcome our dear friends @EmmanuelMacron, @donaldtusk, @_FriedrichMerz — honoured to celebrate Moldova’s Independence Day together. pic.twitter.com/QTvA0WZMJG
— Maia Sandu (@sandumaiamd) August 27, 2025
Las autoridades habían alertado de que Moscú intenta desestabilizar el país a través de provocaciones y actos de sabotaje. La policía llamó a la población a no dejarse arrastrar por acciones ilegales contra la visita de los mandatarios extranjeros.

“Moldavia es importante, respetada y no está sola”
Los tres dirigentes europeos manifestaron en Chisináu “su pleno apoyo a la seguridad, a la soberanía y a la ruta europea de Moldavia”, según comunicó el Elíseo. La presidenta moldava, Maia Sandu, destacó la trascendencia de la visita al afirmar que “esta visita es una confirmación de que Moldavia es importante, respetada y que no está sola”.
Sandu insistió en que su país comparte los valores del bloque comunitario: “Yo le digo a los representantes europeos que Moldavia comparte los valores democráticos y quiere pertenecer al mundo libre, ser parte de la familia europea, ser un país solidario”.
La mandataria se presentó ante la guardia de honor para recibir a Macron, Merz y Tusk en el Palacio Presidencial, antes de mantener encuentros bilaterales y una conferencia de prensa conjunta. Posteriormente, los líderes participaron en los actos en la Plaza de la Gran Asamblea Nacional, donde miles de ciudadanos celebraron bajo el lema “La independencia nos une”.
“Mensaje simbólico a Rusia”
El contexto electoral explica la relevancia de esta demostración de apoyo. El Gobierno proeuropeo del Partido Acción y Solidaridad (PAS), liderado por Sandu, se enfrenta en septiembre a unos comicios legislativos decisivos. La oposición prorrusa, encabezada por el socialista Ígor Dodon y fuerzas aliadas, busca desbancar al Ejecutivo y acusa a Sandu de utilizar la visita de los líderes europeos como un respaldo político partidista.
Happy Independence Day, Moldova!
La mulți ani, Moldova! pic.twitter.com/ZAeBvDViBJ— Maia Sandu (@sandumaiamd) August 27, 2025
Las autoridades moldavas acusan al Kremlin de financiar campañas de desinformación, injerencia en el proceso electoral y de introducir grandes sumas de dinero en efectivo para comprar votos. “Es una demostración de apoyo a Moldavia por parte de los líderes europeos en un momento en que Rusia intensifica sus injerencias antes de unas elecciones cruciales“, declaró la presidencia moldava a la agencia AFP.

Analistas advierten de que Moscú aplica en Moldavia tácticas híbridas similares a las empleadas en Ucrania, combinando presión política, apoyo a grupos separatistas y manipulación informativa. Valeriu Pasha, del centro de estudios Watchdog, afirmó que “esta visita es realmente una señal fuerte de apoyo a Moldavia y envía un mensaje simbólico a Rusia de que los principales países europeos se preocupan por lo que sucede aquí”.
El camino hacia Europa
El respaldo europeo a Moldavia se enmarca en el proceso de adhesión a la Unión Europea. El pasado 4 de julio, Chisináu acogió la primera cumbre UE-Moldavia, en la que Bruselas impulsó las negociaciones de ingreso. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró entonces que “Moldavia está preparada (…) Cuando Moldavia ingrese en la UE estaremos más seguros”.
Sandu reiteró este miércoles que el futuro de su país depende de ese rumbo europeo: “La mejor forma de lograr ese objetivo es acercar el día del ingreso en la Unión Europea, un proyecto nacional y una responsabilidad de los moldavos ante las anteriores y futuras generaciones”.
La presidenta moldava también dirigió un mensaje a la nación con motivo del Día de la Independencia, recordando que “por nuestros padres y nuestros hijos estamos obligados a conservar la independencia y la libertad, y convertirla en una mayor seguridad y bienestar”.
Happy Independence Day to our Moldovan friends and to you dear @sandumaiamd.
Today, we celebrate Moldova's democracy, the unbreakable spirit of its people and their love for freedom.
We remain by your side on the path toward our common European future. pic.twitter.com/sa0r3rOP4h
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) August 27, 2025
Entre la esperanza y la incertidumbre
Con una población de escasos 2,4 millones de habitantes y fronteriza con Ucrania, Moldavia se encuentra bajo la presión de Moscú, que apoya a la región separatista de Transnistria y mantiene vínculos con la autonomía de Gagauzia.
El primer ministro moldavo, Dorin Recean, se sumó a los mensajes de unidad nacional, deseando: “¡Feliz cumpleaños, República de Moldavia!”, y llamando a los ciudadanos a participar en los festejos.
La mulți ani, Republica Moldova! pic.twitter.com/GVtQ0dRaEC
— Dorin Recean (@DorinRecean) August 27, 2025
Por su parte, desde el entorno del presidente francés se subrayó que Moscú “amenaza la independencia, soberanía e integridad territorial de Moldavia” y que su estrategia se basa en “la intimidación y también los obstáculos a la soberanía, la explotación de los separatismos”.
La magnitud de los retos es clara: a menos de un mes de las elecciones, Moldavia oscila entre dos proyectos opuestos. Por un lado, el futuro europeo al que aspira Sandu; por otro, el retorno a la esfera de influencia rusa promovido por la oposición prorrusa. La visita de los tres líderes europeos en Chisináu busca inclinar la balanza.