Crisis diplomática

Milei no mueve ficha tras la retirada de la embajadora

A ambos mandatarios les interesa seguir con la escalada retórica. La ministra de Exteriores argentina habla con la embajadora española antes de partir. "Aparentemente tuvieron una conversación en buenos términos”.

Milei

Fotografía que muestra las portadas de los principales diarios argentinos que hacen referencia a Javier Milei y Pedro Sánchez, este martes en Buenos Aires Efe

Pasados cinco meses del inicio de la presidencia de Javier Milei, no solo los argentinos empiezan a entender cómo son las nuevas reglas de comunicación oficial. También el resto del mundo. Varios ejemplos se vieron en estas horas de política exterior caliente, cuando las repercusiones del conflicto bilateral con España se llevaron las primeras planas y quedó ratificado que, si bien el Gobierno argentino no emitió -ni parece que emitirá jamás- un comunicado oficial para recomponer el vínculo derruido, los mensajes hay que salir a buscarlos a ese otro canal tan afín al mileismo: el extraoficial.

Es ahí (en las redes sociales o en entrevistas con los medios) donde se pueden responder las preguntas que muchos se hacen por estas horas: ¿Se bajará del ring Argentina? ¿Y España? ¿Bajarán, al menos en el tono, las agresiones? 

“VEREMOS HASTA DÓNDE LE LLEGA EL TOTALITARISMO EN SANGRE”, arrancó, en otro desmesurado mensaje escrito en letras capitulares, Milei. Lo posteó este martes en la red X, tras el anuncio de España de la retirada de su embajadora en Argentina, en clara alusión al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Luego confirmó: “Aviso, yo viajaré (a España) a recibir el Premio Juan de Mariana… veremos si su gran complejo de inferioridad le permite que los liberales españoles puedan galardonarme en persona”. Cierra, desde ya, con el tradicional “VLLC…!!!” (“Viva la libertad, carajo”). Pero dijo algunas cosas más que vale la pena rescatar.

Rompecabezas

Es que, hay que tomarse el trabajo de unir ese posteo con otros mensajes que circularon en las últimas horas, y recrear -como un rompecabezas- el comunicado oficial que posiblemente nadie escriba nunca.

Otro tramo del errático diálogo argentino-español se puede hallar en la entrevista que Javier Milei le concedió este lunes al periodista del LN+ Jony Viale. Es cierto que el líder libertario le da entrevistas a selectos periodistas (los otros suelen ser considerados “unos ensobrados”) y también es cierto que cuando conversa con Jony Viale, en particular, el resultado es lavado, como quien buscaba ratificar posiciones propias y halló el interlocutor condescendiente ideal. Sin embargo, esta entrevista fue distinta.

Puesta en escena

En lugar de recibir a Viale en la sala de la casa de Gobierno usual, Milei lució sentado en el sillón del primer presidente argentino, Bernardino Rivadavia. Le habló a España nada menos que desde ese simbólico sitio, ícono de la independencia y la soberanía argentinas. La silla de quien lidera una República.

Terremoto

Luego de una breve autoalabanza (“la gira ha demostrado nuevamente que soy el máximo exponente de la libertad a nivel mundial”, “la agenda de los políticos argentinos es la agenda de los lilipuntienses. Yo estoy en otra liga”), el presidente argentino dijo una verdad inescrutable: “Adonde yo voy, genero un terremoto”.

Extasiado, agregó: “La charla en Vox fue imponente (…) Se pusieron de pie a gritar ‘Argentina’. Cada vez que salgo pongo a la Argentina en el centro de la escena”. Es importante retener este concepto porque deja en claro que hay un propósito deliberado en esta guerra retórica. Una búsqueda que, como un juego, deja sus ganadores y perdedores.

Cuando Milei habló de Sánchez, lo acusó de “llorar” por supuesta “interferencia en la campaña” y señaló que el propio Jefe de Estado español había hecho lo mismo, apoyando al adversario de La Libertad Avanza en la carrera presidencial argentina: Sergio Massa.

Sánchez y el kirchnerismo

Es un punto importante, también, ya que desde los zapatos del presidente, el kirchnerismo está sosteniendo a Sánchez, coordinando a voluntad esta situación caótica. En solo un paso transformó el conflicto bilateral en una traducción literal de la grieta política argentina.

“Ellos inventan que dijiste algo y te tenés que defender de eso. Ellos son el amor, nosotros somos el odio. Así opera el socialismo del siglo XXI. Me han dicho xenófobo, racista, ultraderechista, fascista, negacionaista de la ciencia, misógino. Hace poco más de un mes que me agreden sistemáticamente”, enumeró Milei en la nota, antes de agregar que Sánchez “se metió abajo de las polleras de las mujeres”, que luego no le quedó otra que “involucrarse a pegar” y que “son insignificantes” y “cobardes”.

Pero lo importante para clarificar qué pasará en los próximos días fue que, si bien Milei aclaró que no pedirá disculpas (“¡yo fui el agredido!”), denunció que Sánchez “ensució la relación diplomática entre dos naciones tan hermandadas”, y enseguida tranquilizó con respecto a esa sólida relación: “No se va a romper porque no la construyen los mandatarios sino que la construye la gente. Recibimos un montón de migración de España. Ese vínculo no se puede romper nunca”.

El tibio rol de la canciller argentina en el conflicto con España

Para completar el rompecabezas de mensajes extraoficiales, este martes también habló Diana Mondino, ministra de Relaciones Exteriores. Lo hizo en el 41° Congreso Anual del Instituto Argentino Ejecutivo de Finanzas (IAEF), donde fue entrevistada por la periodista Florencia Donovan, quien intentó -sin mucha suerte- profundizar en la cuestión.

Es que, Mondino minimizó el conflicto en la misma línea en la que lo había hecho Milei: “El caso de España es bastante particular, donde la relación personal que pudiera o no haber entre los líderes de un país no puede ni debe afectar las relaciones de la sociedades”.

“No hace falta que cuente lo que representa España para Argentina. Es de una importancia monumental. Este es un tema estrictamente interno y político y que la verdad, desde el punto de las relaciones exteriores… es como los electrocardiogramas, que hacen ‘pic’ (elevó el brazo, señalando el pico de un imaginario electro), pero no debería ser algo que afecte los próximos 20 o 30 años”.

“No nombra a nadie en particular”

Repreguntada por la periodista, siguió achicando aún más los dichos del presidente frente a activistas de Vox: “Esta es una situación que me sorprendió. Era un comentario muy lateral. No se nombra a nadie en particular. Si lo vieras escrito, son diez páginas y hay una sola frase que no merece nada. No es un agravio a España. No es ni siquiera un agravio a una persona en España. Pero cada uno lo interpreta como quiere”.

España vs. Argentina: todo lo que sube tiene que bajar

¿La espuma del conflicto bilateral empieza a bajar? Gisela Pereyra Doval, investigadora del Conicet y profesora de “Problemática de las relaciones internacionales” en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), estimó que la crisis, de uno u otro modo, aplacará.

“Es difícil saber cómo va a terminar este conflicto, pero aunque es improbable que el Gobierno argentino pida disculpas, el hecho de que la sociedad civil, me refiero a los empresarios españoles, por ejemplo, ya salieran a respaldar a Pedro Sánchez, posiblemente haga que desescale el conflicto”, opinó.

Puede salir caro

“No porque sea un conflicto poco válido ideológicamente”, dijo, “sino porque es evidente que podría terminar poniendo en riesgo algunas cuestiones que son más caras para Javier Milei que las ideológicas. España es uno de los inversores principales del país”.

Volviendo al concepto del juego con ganadores y perdedores, para Pereyra Doval, esta crisis “va a ser usada electoralmente por Sánchez, ya que le sirve tensar la cuerda, pero no tanto contra Vox sino contra su real oponente, el PP, más allá de que los conservadores en general han tenido un corrimiento hacia la derecha, en alianza con Vox”.

En la misma proporción, “a Milei también le sirve porque está reforzando la dimensión ideológica de su política exterior por sobre la más pragmática o formal que llevaría Diana Mondino”, quien -criticó la experta- “es una persona no calificada para manejar el Ministerio de Relaciones Exteriores”.

Como todo juego, claro, debe terminar. Por eso Mondino, si bien “no actúa como contrapeso institucional para frenar la pelea”, a la vez “intenta ser un bombero y apagar el fuego”, graficó Pereyra Doval, y cerró: “De hecho, la canciller se comunicó con la Embajadora de España cuando se estaba yendo del país. Aparentemente tuvieron una conversación en buenos términos”.