Opinión

La gobernabilidad 

María Dabán
Actualizado: h
FacebookXLinkedInWhatsApp

Cuando estaba en la escuela, nuestro profesor de matemáticas nos enseñó a despejar haciendo que aprendiéramos de memoria todos los pasos que había que seguir. Todavía recuerdo que esa retahíla comenzaba con la frase “despejar es dejar sólo el dato que nos interesa”. Lo que entonces no sabía yo era que, a la hora de gobernar ocurre lo mismo: lo importante es quedarse con lo que a uno le viene bien y, si no que se lo digan a Pedro Sánchez, quien le ha dicho a El País que, aun habiendo perdido su mayoría de investidura, ha llegado a la conclusión de que “la única opción de gobernabilidad es la que hoy existe con este Gobierno de coalición progresista con minoría parlamentaria”. Con este argumento el presidente justifica su nula intención de convocar elecciones añadiendo además una nueva idea: “La complejidad parlamentaria puede ir acompañada por un buen Gobierno”. No dice cómo, pero lo cree, claro, aunque no sea verdad.

Cierto es que las idas y venidas de Junts y sus continuas amenazas al Gobierno no han ayudado hasta ahora a tomarse en serio a los de Puigdemont, pero lo cierto es que esta vez sí han hecho realidad sus advertencias y han presentado enmiendas a la totalidad a las 25 leyes que el Gobierno tiene registradas a día de hoy en el Congreso y, si no dan marcha atrás, esa gobernabilidad de la que habla Pedro Sánchez será imposible.  Podrá permanecer en Moncloa para que no sean otros los que tengan el poder, pero nada más.

La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, pasa por delante de Pedro Sánchez.
EFE/Kiko Huesca

Parece improbable, además que, a estas alturas de la película, Junts se conforme con las migajas que le pueda dar Pedro Sánchez. No habrá marcha atrás porque la cercanía al Gobierno les ha penalizado y Aliança Catalana está rentabilizado su oposición a todo porque, ya se sabe, de cara al electorado siempre es más fácil posicionarse a la contra. Así pues, no habrá presupuestos, ni Ley Bolaños, ni Ley Begoña. Pero habrá Gobierno, claro.

Desde el PSOE comienzan a deslizar incluso que será posible alcanzar una nueva mayoría progresista gracias a la división de la derecha. Parecen desconocer que la misma división existe en la izquierda y que, hoy por hoy, las encuestas dan más de 200 escaños a PP y Vox.

Juanma Moreno junto a Feijóo

Alberto Núñez Feijóo apuntaba este fin de semana su estrategia de cara a las elecciones, que será la misma que la que ya defendió Juanma Moreno antes de conseguir su mayoría absoluta en Andalucía y que pasa por una premisa simple: “el que quiera que gobierne el PP, tendrá que votar al PP”, o, lo que es lo mismo, el que no quiera que gobierne Sánchez, tendrá que votarle a él. Feijóo está lejos de la mayoría absoluta, así que su aspiración, de momento, será sacar más escaños que toda la izquierda junta para que sólo sea necesaria la abstención de Vox.

Por su parte, Pedro Sánchez intentará utilizar el mismo argumento para aglutinar el voto de la izquierda: o yo, o la alianza ultra, dirá, aunque las siglas de su partido lleven encima la losa de la corrupción.

Nadie ve por el momento cercanas unas elecciones, pero tampoco nadie se atreve a decir que no las habrá. Mientras tanto, lo importante será despejar, ya saben, quedarnos con lo que nos interesa. Qué remedio.