El Congreso del PP andaluz en el que Juanma Moreno revalidó por cuarta vez su poder con el 99,95% de los apoyos estaba diseñado para relanzar al presidente regional en un momento clave. El objetivo pasaba por sacar brillo a la “vía andaluza” que defiende el presidente andaluz como fórmula propia de éxito y que en las últimas semanas había quedado opacada por la crisis en la gestión de los cribados de cáncer de mama.
Sin embargo, en cuestión de una semana, todo ha cambiado y la crisis valenciana, a raíz de la dimisión de Carlos Mazón, se seguía muy de cerca en el sur. Todo en un momento en el que la subida de Vox preocupa en todos los estratos del partido. No solo a nivel nacional. El efecto contagio ha llegado a todas las comunidades y también a Andalucía.

En todos los pasillos, en las conversaciones, el todavía presidente en funciones de la Comunidad Valenciana, copaba todos los titulares en el Congreso XVII del PP. Y es que, el desarrollo de las negociaciones en ciernes entre PP y Vox para sacar adelante la investidura del nuevo sucesor del presidente de la Comunidad Valenciana también requiere toda la atención del partido andaluz, que dentro de ocho meses se examinará en las urnas. El presidente de la Junta de Andalucía pidió a PP y Vox que “se dejen de politiqueo” y lleguen a un acuerdo “lo antes posible” para investir a un nuevo presidente de la Generalitat Valenciana.
Unas negociaciones de las que a día de hoy poco trasciende, pero sobre la que todo el PP está muy pendiente del precio que deberán pagar a Vox por investir a Juanfran Pérez Llorca como sucesor de Mazón en la Generalitat. Hay varios sectores en el partido que ya aconsejan a Alberto Núñez Feijóo alejar la imagen de dependencia de Santiago Abascal. De hecho, dentro del PP andaluz se defiende con firmeza “no ceder” ante Vox –que ha sacado encima de la mesa el rechazo al pacto verde y a la inmigración ilegal como líneas rojas para pactar-. “Nos viene bien el bloqueo y no ceder, aunque perdamos Valencia”, opinan estas fuentes.

Otras, de hecho, limitan el alcance de la negociación entre PP y Vox en Valencia. Creen que ahora mismo no cabe hablar de otras políticas que no tengan que ver con la reconstrucción del territorio. “No hay mucho más que negociar”, insisten. Se refieren en el PP a que hace pocos ambos partidos ya llegaron a un acuerdo presupuestario. De ahí que, todas las fuentes consultadas por este periódico, desdramaticen las consecuencias de una posible negociación fallida.
Precisamente, las negociaciones con Vox llegan en un momento en el que varias comunidades se enfrentarán a las urnas en el corto plazo, como Extremadura, Castilla y León o Andalucía. En el sur, reconocen que la subida de los de Santiago Abascal también podría impactar en su mayoría absoluta. Pero, advierten, este crecimiento no solo tendría consecuencias para el PP, sino para el PSOE. “Crece de la indignación”, aseguran en el PP andaluz. Aun así, para frenar esta tendencia al alza, el propio Juanma Moreno quiso poner en alerta a los suyos.

Así, en su discurso previo a su proclamación como presidente del PP de Andalucía, exigió “redoblar los esfuerzos para revalidar la mayoría absoluta. “No nos lo van a poner fácil”, advirtió. En este sentido, pidió a sus bases “no relajarse”. “El que se sienta cómodo y se piense que está ganado, no solo se equivoca, sino que juega en contra”.
El barón andaluz cerró su discurso haciendo un llamamiento para aplacar los extremismos, en clara referencia a Vox. “No hay que dejarse arrastrar por ese fango al que quieren acostumbrarnos”. Reclamó, además, “no responder con el mismo veneno”, justo en un momento en el que hasta Vox ha pedido la dimisión del presidente de Andalucía por la crisis de los cribados.
Juanma Moreno pidió ayer la confianza de su partido para finalizar su proyecto. “Dejarme acabar lo que está funcionando”. Y así, un partido unánime volvió a ungir a Juanma Moreno líder territorial. Todo en una jornada en la que el presidente andaluz quiso hacer gala de su “Manual de Convivencia”, un libro en primera persona sobre su experiencia de gobierno en los últimos siete años y que se agotó en la “librería de Juanma” instalada en el propio cónclave.
Un encuentro al que finalmente solo acudió el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras y el secretario general, Miguel Tellado y los vicesecretarios Juan Bravo y Elías Bendodo. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso causó baja por una indisposición. El resto de presidentes autonómicos también estaban invitados. A las ausencias, el PP le restó importancia. “Si Juanma les llama, vienen”, aseguran. Querían que el “plato fuerte” fuese el presidente de Andalucía. Este domingo compartirá escenario con Alberto Núñez Feijóo.


