Alberto Núñez Feijóo quiso dejar clara su posición respecto al aborto. Y no utilizó un micrófono sino que dejó por escrito, y con su firma, la postura oficial de su partido. “Mi posición es clara y conocida. Garantizaré siempre que cualquier mujer que opte por la interrupción de su embarazo pueda hacerlo con la mejor atención médica y psicológica, conforme a las leyes”, destacó.
“Dejen de manosear causas superadas de las mujeres”, puso también por escrito. Un mensaje que en el PP entendieron no solo como un recado al Gobierno de Pedro Sánchez sino también a Isabel Díaz Ayuso, que solo horas antes entró en el debate político sobre el aborto en un tenso rifirrafe en la Asamblea de Madrid.
En concreto, Ayuso se declaró en rebelión contra el Gobierno central y no creará el registro de objetores del aborto que obliga la ley. “Una lista negra” de médicos objetores, la definió, que no llevará a cabo.

Un anuncio que llegó acompañado de una sonora polémica. “Váyanse a otro lado a abortar”, espetó la presidenta madrileña en la sesión de control.
Fuentes autorizadas de Génova confirman que, con su comunicado, Feijóo quiso expresar su posición oficial. “Y está muy clarita”, subrayaron fuentes de su entorno. Una vez más, la dirección popular mostró su frustración porque Ayuso haya roto su estrategia política. “Así es imposible”, lamentaron voces del PP.
“Volver 50 años para atrás es meter miedo a la gente”, afirmó Feijóo en su misiva, para después comprometerse a no “utilizar causas superadas ni banderas morales para enfrentar a la sociedad”. Su propósito, dice, es “resolver los problemas reales de las familias y garantizarles un futuro mejor”.

Antes de que el presidente del PP expresara su opinión, su portavoz en el Senado, Alicia García, evitó avalar las palabras de Ayuso –preguntada explícitamente por si la dirección del PP las respaldaba-. Se negó a hablar de asuntos que, a su juicio, “interesan a la izquierda”. En su opinión, “cortinas de humo para tapar la corrupción de Sánchez”.
Se refería al hecho de que precisamente Moncloa anunciara que iba a blindar el aborto en la Constitución -la semana pasada- horas antes de que saliese a la luz el último informe de la UCO sobre el exministro José Luis Ábalos. De esta manera, Génova se alejó de la presidenta de la Comunidad de Madrid, de manera evidente.

Hasta ahora, casi siempre, la dirección nacional del PP había evitado exhibir en público sus diferencias con el PP de Madrid. Se había llegado a un pacto no verbal de no agresión para evitar las fisuras y que el ruido interno se convirtiera en un balón de oxígeno para el Gobierno. En Génova, se ve a Madrid como una “fuente de votos” a la bolsa nacional en unas elecciones generales y es por eso que siempre se cuidan de alimentar polémicas.
La posición de Sol
En la Puerta del Sol negaron la “desautorización” por parte de Feijóo, aunque reconocen a este diario que no hubo comunicación entre ambos ni antes de que la presidenta madrileña anunciara que no iba a cumplir con la ley ni tampoco después.
Fuentes de la Comunidad de Madrid aseguran no sentirse interpeladas por la carta del presidente del PP y apuntan a una “manipulación” por parte de la izquierda. “En Madrid no hay ningún problema con el aborto”. Aseguran con datos que es “una de las regiones donde más se practican sin prohibición ni problema”. Según sus cifras, el año pasado se realizaron 20.883 abortos, cerca del 20% en toda España. Sin embargo, según datos del Ministerio de Sanidad, el 99% fueron en clínicas privadas.
La Comunidad de Madrid es la única comunidad que incumplirá con el requerimiento del Gobierno central, después de que Baleares, Aragón y Asturias confirmaran que cumplirían “por voluntad propia”, sin un mandato de Génova, según confirman desde los gobiernos autonómicos afectados.