Cinco años en el exilio

Zarzuela se prepara para un otoño caliente con el Rey Emérito como protagonista

La publicación de sus memorias y los actos por el aniversario de la Transición le colocarán en el foco

El rey emérito Juan Carlos I a bordo del Bribon el pasado mes de junio en Sanxenxo
Efe

Los Reyes han despedido este lunes su actividad pública en la recepción en el Palacio de Marivent: un cierre de agenda dulce, que enmarca un año en el que la imagen de la Corona se ha realzado significativamente. La actuación de los Reyes en la Dana, o el despegue de la Princesa Leonor, han sido factores clave.

Los reyes Felipe VI y Letizia ofrecen la tradicional recepción a las autoridades de Baleares en Marivent
EFE/Ballesteros

La Familia Real descansará así este agosto en privado para afrontar con fuerza el curso siguiente, que vendrá agitado por el protagonismo que asumirá uno de sus miembros: el Rey Juan Carlos. Por dos fechas concretas en el mes de noviembre: la publicación de sus memorias el día 12, y la celebración en el Congreso de los Diputados el 22 de los actos conmemorativos por el papel de la Corona en el 50 aniversario de su restauración tras la dictadura, y por tanto de la democracia.

Este 3 de agosto se han cumplido cinco años desde que Felipe VI y su padre decidieran, de manera consensuada, que quien fuera Jefe del Estado durante 38 años abandonara España meses después de que la Corona, entonces dirigida por el ex Jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, le retirara la asignación -que le correspondía como miembro de la Familia Real– por supuestos delitos fiscales, que finalmente este mes de mayo el Tribunal Supremo desestimó investigar.

Felipe Vi ofrece su brazo a su padre en el funeral del Rey Constantino de Grecia
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Esta lejanía física del padre del Rey ha ayudado a realzar la imagen de la Monarquía, que vive su momento más dulce. Pero dentro de los actos conmemorativos que lanzó el Gobierno de Sánchez a finales del pasado año y que arrancaron este mes de enero, hay uno tan determinante como agrio para el Jefe del Estado: el papel que jugó la Corona durante la Transición, y que el Ejecutivo tiene previsto reconocer a través de un acto en el Congreso de los Diputados la fecha en que se cumplirá medio siglo de la proclamación del Rey Juan Carlos -dos días después de que muriera Franco-. Porque, ¿Cómo celebrar el periodo histórico de la Transición sin su principal responsable?

Moncloa coloca la pelota sobre Zarzuela

El 7 de enero en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el titular de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, afirmó respecto a la asistencia al acto de Don Juan Carlos: “Lo que hagamos lo acordaremos con Zarzuela”. Pero matizó que las invitaciones se cursarían a través  del cauce de la Institución, una manera de poner la pelota sobre el tejado de la Casa del Rey. Desde entonces, y hasta la fecha, ni Moncloa ni la Jefatura del Estado han movido ficha.

Así, el Ejecutivo deja al Rey en una encrucijada. Por un lado, reivindicar el papel del Rey Juan Carlos en la restauración de la democracia supondría un impulso en el legado de su reinado, enturbiado durante los últimos años, y por otro daría pie a que la amalgama de partidos nacionalistas y republicanos que conforman el Gobierno inicien una fuerte campaña de desprestigio contra el Rey.

Los Reyes reciben Sánchez y a su mujer en la conferencia de la ONU en el Alcázar de Sevilla / Efe
EFE/ Mariscal POOL

A Moncloa tampoco le beneficia esta situación, ya que no saldría indemne de las críticas de sus socios, dado que sería cómplice de la asistencia del Rey Juan Carlos al organizar el acto -a no ser que se sumara a una crítica frontal contra la Corona, lo cual es improbable-. Una tesitura que se suma a la dificultad de sacar la legislatura adelante después del verano con los presupuestos y la aprobación de leyes  paralizados a falta de apoyos. Otro escenario que se abre es que, al igual que se hiciera en el “exilio” del Rey Juan Carlos -en aquella ocasión a través de una carta-, se traslade que la decisión de no asistir ha sido del propio Rey Emérito.

“El Rey Juan Carlos se somete a una exposición pública que no le beneficia”

Fuentes cercanas al Rey Juan Carlos trasladan a este medio su preocupación por lo que consideran una “excesiva exposición pública” en los últimos meses. A sus 87 años de edad, el Rey Juan Carlos teme que casi 40 años de reinado se entierren con más pena que gloria y las futuras generaciones, para las que la Transición es un capítulo de nuestra historia muy lejano, no tengan “la otra versión”, es decir, la suya.

El título de las memorias que publicará la editorial Planeta no deja lugar a la duda: Reconciliación. Y, aunque la Casa no haya confirmado la asistencia o ausencia del Rey Emérito a los actos de la Cámara Baja en noviembre, desde el entorno aseguran que la fecha prevista para la publicación, apenas diez días antes, es su manera de estar presente.

La llegada de este libro preocupa en Zarzuela por el impacto social que pueda tener, pero también al entorno del padre del Rey, temerosos de que esta cruzada le perjudique más que le beneficie. La demanda interpuesta contra el ex presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, por “declaraciones calumniosas e injuriosas”, seguida de manera inmediata por la supuestamente interpuesta contra su ex amante, Corinna Larsen -según informó El Periódico– reabren, a su juicio, capítulos ya alejados del foco mediático.

El Rey evita imágenes públicas de su padre con él y la Princesa Leonor

Por otra parte, la distancia entre el Rey Juan Carlos y el resto de la Familia Real, formada por la Reina Sofía, los Reyes y sus hijas, se acentúa. El ex Jefe del Estado mantiene una relación estrecha con la Familia del Rey, en concreto con Doña Margarita y la Infanta Elena y Cristina y sus hijos, y no hay inconveniente en mostrarlo de forma pública. La pasada Navidad, la fotografía en Abu Dhabi acompañado por sus hijas y nietos se hizo viral.

El Rey Juan Carlos, arropado por sus hijas y nietos la pasada Navidad en Abu Dhabi

Otra cosa es lo que concierne a su vínculo con las hijas de Don Felipe y Doña Letizia. Principalmente, con la Princesa Leonor. Tanto el Rey Juan Carlos como el Jefe del Estado han sido educados en que la Institución está por encima de las personas que la conforman. Lo que no quita su condición de abuelo, y los Reyes aceptaron que viera a la heredera el septiembre del pasado año en Marín. Algo que no ha vuelto a suceder este año.

Antes de la llegada del buque Juan Sebastián Elcano a la base de la Escuela Naval el 13 de julio, el Rey Juan Carlos, que se encontraba en Sangenjo participando en las regatas, voló de vuelta a Abu Dhabi. Este hecho refleja la preocupación del Rey por no ensombrecer el futuro reinado de su hija. Pese a un pasado clave para España que defender.