Un vuelco político que desemboque en unas elecciones generales anticipadas está solo en manos de Junts o del PNV. Esa es la reflexión general que hace el PP en estos días en los que comienza a preparar su estrategia política de cara al nuevo curso político.
Sin embargo, los populares hace tiempo que dejaron de confiar en el PNV como socio con el que poder dar la vuelta al tablero político para derrotar a Pedro Sánchez. Y de cara al septiembre, no hay un cambio de opinión en Génova 13. Ambos partidos se encuentran totalmente distanciados y dentro del PP se refieren a los nacionalistas vascos como un “socio estructural” de Pedro Sánchez.Creen en el PP que el PNV nunca romperá con Sánchez ante la convicción de que ello supondría, de facto, un cambio de cartas en el País Vasco. Esto es, que los socialistas apoyen a Bildu en unas próximas elecciones autonómicas.
En las últimas semanas, populares y nacionalistas han dado muestras de ese divorcio, a cuenta de los presuntos vínculos del PNV con la trama corrupta liderada por Santos Cerdán. Pero también durante la legislatura. El PP trató de dar una última oportunidad al PNV en el pleno en el que Sánchez hacía frente a la corrupción del PSOE. Fuentes populares se mostraron decepcionadas con los nacionalistas, a los que no vieron “ningún cambio de actitud” que les llevase a activar una moción de censura.

Recientemente, en una entrevista con Artículo14, el presidente del PP vasco, Javier de Andrés, se sinceraba y aseguraba que “el PNV se quedaría en el barco de Sánchez hasta el final”. En el País Vasco, según las fuentes consultadas por este partido, se aprecia ya en las encuestas el “regreso” del voto prestado del PP al PNV. En buena parte, los populares subirían un escaño ya –sin elecciones generales de por medio- gracias al votante desencantado con los nacionalistas vascos por su apoyo a Sánchez.
Con los puentes totalmente rotos entre el PP y el PNV, los populares sí que han querido dejarse una vía de comunicación abierta con Junts de cara al futuro. Ante la incógnita de si Pedro Sánchez decide adelantar las elecciones para 2026, Alberto Nuñez Feijóo sabe que necesita todos los caminos despejados para llegar a La Moncloa y, sobre todo, garantizarse una aritmética parlamentaria flexible en el Congreso.
A lo largo de la legislatura, PP y Junts han mantenido contactos parlamentarios con Miguel Tellado y Miriam Nogueras como máximos interlocutores. Ello les ha permitido intercambiar impresiones políticas, según ha podido saber este diario, y negociaciones en votaciones clave. De hecho, el voto sincronizado de ambos partidos ha sido clave para imprimir derrotas parlamentarias Sánchez. El último fue, con Podemos, el rechazo al decreto anti apagones, pero la alianza fue clave también para tumbar la agencia estatal de Salud Pública en España o el impuesto a las grandes energéticas, entre otros. Dentro del PP no se esconde que esas relaciones parlamentarias pueden continuar en el futuro. Si bien, fuentes oficiales las circunscriben solo a la estrategia de seguir debilitando políticamente al PSOE en el Congreso.

En este sentido, en su Congreso Nacional, el propio Feijóo quiso ser muy clarificador dejando por escrito y a viva voz su política de pactos. Sin cordones sanitarios a ningún partido, excepto a Bildu, y poniendo líneas rojas para negociar. “Fuera de la ley y la Constitución, nada de nada”, quiso advertir. Un mensaje que el interpelado, Junts, recogió al instante. Y es por eso que, hasta la fecha, según aseguran fuentes del partido independentista, el canal de comunicación con el principal partido de la oposición continúa abierto. En stand by, porque ahora mismo, los independentistas, no están pensando en una moción de censura inmediata. Feijóo ya ha repetido varias veces que si los independentistas quieren un cambio de gobierno, descuelguen el teléfono.
En el pleno sobre la corrupción, Feijóo dio síntomas de no querer romper puentes con los de Puigdemont. Evitó en su discurso meter en el mismo saco a Junts que al resto de los socios. Según el PP, eso se debe a que los independentistas “no gobiernan”. Pero fue un gesto que no pasó desapercibido en el partido.

Y es que, en el partido independentista reconocen abiertamente que igual que pueden pactar con Pedro Sánchez, pueden hacerlo con Alberto Núñez Feijóo. “Saben que somos una fuerza independentista y que iremos a defender Cataluña. Si alguien, sabiendo esto, quiere hablar, que venga”, dijo la portavoz Miriam Nogueras hace unas semanas. También el abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, allanó el camino en una entrevista en La Razón, y dejó entrever que las relaciones entre ambos partidos estaban vigentes.