Alberto Núñez Feijóo ve las elecciones generales más cerca. Su equipo trabaja con la idea de que el año 2026 puede ser el “último de la etapa” de Pedro Sánchez. “Esto no va más”, es la frase que más se repite en Génova, donde inciden en que la legislatura y el proyecto del PSOE están “acabados”.
Así, en la dirección nacional del PP se engrasa ya la maquinaria electoral. Se tiene la convicción de que la corrupción que rodea al presidente le arrastrará a una convocatoria electoral nacional anticipada, en el segundo ciclo de 2026.
“Todo su entorno está acabando en la cárcel o delante de un tribunal en un banquillo”, señaló el presidente del PP en una reciente entrevista en El Debate. Y es por eso que el PP ya se encuentra a la “espera” de que Sánchez “asuma su propia realidad y ponga fecha a su caída”, explican fuentes del entorno de Feijóo. Este será, precisamente, uno de los mensajes que el presidente del PP traslade este lunes a la prensa en su tradicional balance político de fin de curso.

De hecho, dentro del partido, altos cargos consultados creen que el líder del Ejecutivo está esperando al “balance” del carrusel electoral de este semestre –con elecciones en Aragón, Castilla y León y Andalucía- para tomar la decisión al respecto de cara a si convocar o no elecciones en el último semestre del año.
Dicen fuentes populares que el PSOE fía a la dependencia del PP de Vox en estos comicios su impulso en unas futuras elecciones generales. Una estrategia que en Génova contraatacan. “Ya no opera el miedo a Vox”, aseguran.
Para ese momento, el PP espera “hacer Hat trick” en las elecciones autonómicas. Y es que los comicios en Aragón, Castilla y León y Andalucía son vistos en Génova como un miniplesbiscito a Sánchez. Sobre todo en Aragón y Andalucía, con candidatas ministras del Gobierno.

Un PSOE que cada vez tiene menos votos y cada vez tiene más tensión interna se las tendrá que ver en las urnas más pronto que tarde con un Partido Popular que ha ganado 16 de las últimas 22 elecciones frente a las cuatro que ha ganado el PSOE desde que Feijóo es presidente del PP”, valoran fuentes de su entorno a Artículo14.
La estrategia con la moción
De fondo, es precisamente ese desgaste del PSOE –por la corrupción- el que ha frenado al PP en su intención de presentar una moción de censura, al menos en el corto plazo. El diagnóstico en el PP es que lo único que haría es “reforzar” a los socialistas.
Así, en Génova se apuesta por “amplificar el desgaste” al PSOE para llegar “lo más fuerte posible a unas generales”. “Cuánto más esperamos, más ganamos, más sube el PP y más pierde el PSOE”, aseguran las fuentes consultadas. “Nuestra potencia electoral está más que acreditada frente a una izquierda en declive”, aseguran.

Ahora mismo, una moción de censura solo está en la mano de los socios de investidura, y en el comité de dirección de Feijóo no ven ningún síntoma que les indique que Junts, PNV o ERC estén dispuestos a “dejar caer al Gobierno”.
Es por eso que Feijóo lleva días repitiendo que quiere que los españoles le elijan presidente “en las urnas” y no a través de una moción, con el objetivo de alejar este instrumento. Pero el PP no ha renunciado a dirigirse a los socios.
En el entorno del presidente aseguran que, si solo uno de los socios deja de apoyar a Sánchez, presentaría una moción para convocar automáticamente elecciones.

Balance de curso
El líder del PP escenificará hoy en su balance de fin de curso el “fin de ciclo” que a su juicio vive el PSOE. Un discurso con el que busca comparar la debilidad del Ejecutivo –en lo parlamentario y judicial- con las victorias que prevé obtener en las autonomías.
El objetivo, dicen quienes preparan su intervención, es repasar un año que va “de la A de Ábalos a la Z de Zapatero”. Así, Feijóo recordará la condena del fiscal general del Estado, el caso de Leire Díez o el que afecta a José Luis Ábalos y Santos Cerdán. Hará referencia a la supuesta “caja B” del PSOE que investiga la Justicia y no dejará atrás los presuntos casos de acoso sexual destapados a través del caso Salazar. “Es el año en el que descubrimos que el feminismo del PSOE solo se practica de bragueta para arriba”, critican fuentes del partido.
El líder popular también aprovechará a echar en cara al Ejecutivo la falta de consenso con sus socios par aprobar presupuestos para así denunciar que el “deterioro” de la imagen pública del presidente “no tiene precedentes”.



