Jueces alertan de que los fallos en las pulseras abren la puerta a la revisión de condenas

Los magistrados consultados por Artículo14 avisan de posibles recursos: “Un condenado puede intentar probar pericialmente que ha habido errores técnicos en su caso”

Ana Redondo, ministra de Igualdad

Los jueces dan la voz de alarma. Los fallos en las pulseras pueden abrir la puerta a la revisión de condena de los agresores sexuales. En concreto, las distintas fuentes consultadas por Artículo14 explican que el simple hecho de que se hayan constatado estas disfunciones pueden provocar recursos a decisiones judiciales, precisamente aludiendo a la brecha de seguridad en los sistemas de detección.

“No bastaría con alegar fallos. Hay que acreditarlos técnicamente. La gran mayoría de las pulseras han funcionado de forma correcta. Pero un investigado o un condenado puede intentar probar pericialmente que ha habido errores técnicos en su caso y recurrir las decisiones que les afectan”, explican las fuentes jurídicas a Artículo14.

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y la ministra de Igualdad, Ana Redondo.
EFE

Alertan, de hecho, que esto podría favorecer a los agresores en “cualquier decisión judicial que se haya basado en la certificación del sistema Cometa de que se ha incumplido la medida de alejamiento”. Y ello a pesar de que ha habido un llamamiento por parte de las instituciones a la calma, insistiendo que “ninguna víctima ha estado desprotegida” porque los sistemas funcionaban en su conjunto y hay mecanismos de protección aparte de las pulseras. Extremo en el que inciden los magistrados consultados por este periódico.

Los fallos en Cometa

Actualmente, ya hay sentencias que evidencian que los fallos en las pulseras pueden llegar incluso a excarcelar a agresores. Es el caso de un hombre en Tenerife que consiguió salir de prisión alegando fallos en Cometa. El agresor se quejó de que se había interpuesto la medida cautelar por otros quebrantamientos de órdenes de alejamiento y alegó en su recurso “incidencias reportadas por el Servicio Cometa, habiendo explicado el mismo que el dispositivo fallaba”.

El juez ordenó a la policía un informe pericial que evidenció errores “de geolocalización y desconocimiento de la víctima, e incluso la propia fuerza actuante interpreta de su estudio – de algunas incidencias- como han existido entradas accidentales o no intencionadas del investigado en la zona de exclusión”, reza la resolución de mayo de 2024.

Con los fallos en el sistema acreditados por un informe, este juzgado de instrucción de Tenerife acordó la libertad provisional para el agresor. Es por ello que ahora se abre una ventana de posibilidad a los agresores que podrán buscar estas periciales para comprobar si su pulsera falló.

No hay en todo caso unanimidad de actuación. En otro auto, un juzgado de Santander declinó la puesta en libertad del agresor porque, en su recursos, sus abogados solo hicieron referencia, en general, a “los fallos incontables e innumerables que el sistema de geolocalización venía arrojando”.

En opinión de los jueces consultados, la clave residiría en el dispositivo y en si ha fallado o no. Esto es, “no bastará solo con hacer alusión a los fallos generalizados”.

Sin saber el número de afectadas

Tras una semana de polémica, aún no se han cuantificado las pulseras que fallaron de las 4.515 que hoy en día se utilizan en el país. En la Memoria Anual de la Fiscalía, el documento que dio lugar a la polémica, señalaron “una gran cantidad” de fallos en la migración de los datos que recogen estos sistemas al cambiar de empresa gestora.

A continuación, la ministra de Igualdad, Ana Redondo quiso restar importancia al asunto, sosteniendo que solo había sido “el 1% “ de los dispositivos.

A partir de entonces, Artículo14 y otros medios desvelaron que no solo había fallos con la migración de datos sino que en las actas de varias reuniones de 2024 y 2025 de las comisiones de coordinación contra la violencia de Género se venía advirtiendo de todo tipo de errores y disfunciones en el sistema.

Así, las autoridades no han sabido dar una cifra concreta ni especificar en qué falló cada dispositivo. Esa cuestión se irá calificando caso por caso si agresor o víctima lo consideran oportuno.