Testimonio

Marta Aguilar, Marie Kondo española: “No elegimos el desorden, es síntoma de nuestro desorden interno”

Fue en su día una de las discípulas de la autora japonesa. Hoy trabaja como consultora integral de vida y acompañante motivacional

Entendiendo el orden como organización, estructura, eficiencia y claridad, y el desorden como desorganización, ineficiencia, caos y confusión. ¿De verdad alguien puede afirmar que prefiere/puede vivir en el desorden? Si acaso, sería sobrevivir.

Yo personalmente, a mis 45 años, no he conocido a nadie, aunque sí que algunos dicen sentirse cómodos en él. Pero está claro que con un límite. Cada cual, aunque no sea consciente, establece su nivel de tolerancia al desorden. Si no tenemos hábitos saludables en este sentido -como estos 3 tips clave: elegir un lugar específico para cada cosa, devolverlas a él después de usarlas y evitar acumular más de lo que necesitamos-, generaremos desorden de forma natural y la incomodidad que conlleva.

Recomiendo pararse a entender que nosotros somos la causa y el efecto. Causamos el desorden por falta de tiempo, atención, interés, control o por saturación mental o emocional, y el malestar asociado: estrés, ansiedad, caos, incertidumbre, inseguridad, agotamiento, descontrol. Y eso nos lleva a desear el orden eligiendo dedicarle tiempo a la planificación y organización consciente, dando sentido y estructura a lo que nos rodea, con todos sus beneficios: tranquilidad, calma, claridad, previsibilidad, concentración, enfoque, y seguridad.

Ojo con caer en el error de evitar el orden por su monotonía y rigidez, y admitir el desorden por asociarlo con la creatividad, libertad y flexibilidad. Porque en realidad el desorden físico no lo elegimos, sino que es el síntoma externo de nuestro desorden interno.

Puedo afirmar esto como organizadora profesional (motivada por mi propia necesidad de orden), que me llevó ya hace mucho tiempo a transformar mi servicio en una consultoría integral de vida que se apoya en la gestión emocional como recurso indispensable para recuperar nuestro poder personal y por tanto nuestra capacidad de crear la vida que deseamos y merecemos.

Por eso invito al lector a encontrar y mantener el equilibrio desde dentro hacia afuera, es decir, poner el foco en lograr su orden emocional para que se refleje en el orden de su espacio y del resto de áreas de vida como la gestión de su tiempo, finanzas, desarrollo profesional o relaciones personales. La creatividad no está reñida con el orden. El orden permite que fluya la creatividad, el amor, la vida.

TAGS DE ESTA NOTICIA