La creadora de Requisitos para ser una persona normal (2015) y las series de televisión Vida perfecta (2021), En casa (2020) y El fin del Amor (2022) firma una nueva serie para HBO Max. Ambiciosa, valiente, coral, compleja y, a la vez, con tintes regionales y muy actuales que hacen la historia más cercana y verosímil para el espectador.
En Pubertat, los miembros de la colla castellera en un pueblo de Cataluña donde todos se conocen y se tratan con cariño –“como una gran familia”– queda conmocionado cuando una denuncia de agresión sexual sale a la luz en redes sociales, señalando como culpables a unos adolescentes de trece y catorce años pertenecientes a la colla. Durante seis episodios, asistimos a las diferentes reacciones y dilemas de los padres, a la vez amigos y familiares entre sí.
Aunque puede parecer al principio que la serie apunta a demasiado clichés, lugares comunes y estereotipos, y hay temor a volver a ver lo mismo que en Adolescencia (Phillip Barrantini, Reino Unido, 2025), How to have sex (Molly Manning, Reino Unido, 2023) o La furia (Gemma Blasco, España, 2025), lo cierto es que a medida que avanza el metraje, se van entreviendo los matices narrativos, mezclando las diferentes reacciones y formas de actuar de los personajes y desaparecen las posturas de un único punto de vista, mimetizando a los protagonistas de la serie con personas de carne y hueso, indecisos, humanos e inexpertos.

Feminismo e identidad femenina
Sexualidad, agresión, respeto, confianza, autoestima y gestión emocional son algunos de los pilares temáticos que Leticia Dolera introduce en la serie, protagonizada por un amplio elenco con algunas caras ya conocidas en las producciones que anteriormente hemos visto de ella. Creadora joven, arriesgada y ambivalente en el panorama audiovisual español, trata con frecuencia el feminismo y la identidad femenina, construye historias –a menudo con un toque de humor– en torno a la vida moderna, y explora las dinámicas de las relaciones de pareja como habíamos visto en sus recientes series de TV y películas.
En la serie, Leticia Dolera interpreta a una feminista que se enfrenta a un dilema desgarrador: su hijo es acusado de agresión sexual. “Me interesaba explorar la contradicción de una mujer con principios feministas que, al enfrentarse a una acusación que involucra a alguien a quien ama, ve tambalear sus certezas. Porque los agresores no son monstruos ajenos, son nuestros hijos, nuestros amigos, nuestros hermanos”, afirma. Y añade: “No se deja de querer a alguien porque haya hecho algo terrible. Esa complejidad es humana y había que representarla”.
La cineasta ha presentado esta semana la serie en el Festival de Cine de San Sebastián, así como en salas de cine de Madrid y Barcelona, y ha explicado a los medios que el germen fue una conversación hace siete años con Oriol Maymó, en la sala de montaje de Vida perfecta. “Hablábamos de casos de abusos entre menores y de cómo los adultos los gestionan o ‘malgestionan’”. Es por eso que la directora refleja las dificultades que los adultos (como padres) pueden llegar a tener a la hora de gestionar la confianza y la comunicación en sus vínculos paternofiliales y personales (con los demás) ante una agresión sexual supuestamente llevaba a cabo por sus propios hijos, y cómo todos tenemos nuestros propios traumas, problemas o complejos (“El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”). A la vez, subraya el poder y la necesidad de estar unidos como comunidad para solucionar este tipo de problemas que nos pueden ocurrir a cualquiera, en entornos familiares y extraescolares.

La metáfora del castell humano
En este caso, Leticia Dolera, de manera preciosa y muy creativa, ha escogido una colla castellera para ambientar la historia, ofreciendo unas imágenes de gran fuerza y atractivo visual sobre las “torres humanas” que acostumbran a festejarse en Cataluña. “Para narrar esta historia he elegido la fuerza visual y metafórica de la tradición castellera. Pubertat habla del legado entre generaciones, entre padres y madres y sus hijos e hijas, tanto a nivel cultural, como emocional o psicológico; también de cómo la tradición y el progreso conviven hoy con cierta tensión”.
Frases como “La auténtica amistad nos ofrece un espacio seguro en el que caer” o “Cada verdad que nos obliga a crecer deja una cicatriz en nosotros” abren cada uno de los seis capítulos que HBO lanzará cada semana, de manera progresiva, lo cual es idóneo para crear debate y conversación en torno a temas tan importantes en nuestra sociedad actual.

Lo mejor es que Leticia Dolera plantea “vías restaurativas” para resolver estos conflictos. Según sus declaraciones en entrevistas, Dolera se documentó con profesionales del ámbito legal y social para reflejar de forma realista el proceso de justicia restaurativa, entendida como un enfoque alternativo al sistema penal tradicional que se centra en el daño causado por un delito y en las necesidades de todas las partes involucradas: víctimas, ofensores y comunidad.