La actriz Verónica Echegui falleció el domingo 24 de agosto, a los 42 años, en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde se encontraba ingresada tras enfrentarse a una enfermedad cuyo desenlace aún no ha sido revelado. Así lo confirmaron fuentes hospitalarias junto a la Unión de Actores y Actrices, que expresaron profunda tristeza ante esta pérdida.
Verónica Fernández de Echegaray, más conocida como Verónica Echegui, nació en Madrid el 16 de junio de 1983. Su irrupción en el cine llegó de la mano de Yo soy la Juani (2006), dirigida por Bigas Luna, un papel valiente y visceral que la colocó en el radar del cine español y le valió una nominación al Goya como actriz revelación.

Su versatilidad interpretativa la llevó a acumular nuevas nominaciones: mejor actriz protagonista por El patio de mi cárcel (2008) y Katmandú, un espejo en el cielo (2011), y mejor actriz de reparto por Explota Explota (2020). Más tarde, en 2022, dio el salto como directora con el cortometraje Tótem loba, una propuesta feminista con base en relatos tradicionales, que le valió el Goya a mejor cortometraje de ficción.
En los últimos años, su talento se extendió a las series de televisión. En 2025 ha protagonizzdo la aplaudida comedia dramática A muerte, interpretando a Marta, una mujer de espíritu libre que se reencuentra con un antiguo amigo, Raúl (Joan Amargós), diagnosticado con una enfermedad grave. Creada y dirigida por Dani de la Orden, la ficción se convirtió en una reflexión sobre la vida y la muerte desde un punto de vista inesperado: el humor.
“Me interesaba ver cómo lo iba a hacer Dani, porque no es algo fácil. Y que generara preguntas en el espectador, o en mí cuando lo leí, respecto a qué es la vida. No afrontamos la realidad de que todos vamos a morir”, explicaba Verónica Echegui en una entrevista con Fotogramas.

La actriz reconocía que la serie despertó en ella preguntas profundas durante el rodaje: “Cada uno daba su punto de vista o sus experiencias respecto a la muerte. Creo que esta sociedad se ha esforzado mucho en que tengamos miedo a la muerte. Yo, más que miedo a la muerte, tengo miedo a la enfermedad y al sufrimiento”.
Verónica Echegui insistía en que la ficción no trataba de dar respuestas, sino de abrir interrogantes: “La serie no lo hace desde un lugar aleccionador, sino desde las circunstancias de los personajes. Me gustaría que las personas que la vean se pregunten cómo se sienten frente a la muerte”. Una visión que reflejaba su capacidad para abordar con honestidad los grandes temas desde la ficción, sin simplificarlos ni evadirlos.
La trayectoria de Verónica Echegui también incluyó títulos como Justicia artificial y Los pacientes del doctor García, además de papeles memorables en películas como La ofrenda —por la que ganó el Gaudí a mejor actriz secundaria— y Orígenes secretos, con buena acogida en plataformas de streaming.

Verónica Echegui era conocida por su autenticidad y valentía, tanto profesional como personal. Su filmografía reflejaba una vocación intensa por explorar personajes complejos, alejados de estereotipos, y su incursión como directora reafirmó su mirada creativa comprometida. Tras su paso por A muerte, confesó que el rodaje le permitió reflexionar sobre el tiempo, la madurez y el sentido de la vida, y que la experiencia la hizo hablar con más serenidad de temas como el paso del tiempo y la muerte.
La noticia de su muerte ha generado una cascada de tributos en el mundo del cine y la cultura. Compañeros, cineastas y seguidores lamentan la pérdida de una actriz cuya voz y talento han sido referencia para el cine contemporáneo español.