IDOIA RODRÍGUEZ

La historia de Idoia Rodríguez, la primera militar española fallecida en zona de conflicto

Conoce la historia de Idoia Rodríguez, la primera mujer española que falleció en pleno servicio en zona de conflicto, recordada cada año con un premio a su nombre

Una foto de archivo de Idoia Rodríguez
Ministerio de Defensa

El servicio es una gran virtud que deja muy buenas memorias, pero por desgracia, también puede terminar de la peor de las maneras. La cabo Idoia Rodríguez Beltrán perdió su vida en una misión de paz en Afganistán en el año 2007, siendo joven y con mucho futuro por delante.

Aunque su vida acabase ese día, su memoria no se pierde. Y se recuerda cada año a través del Premio Soldado Idoia Rodríguez, mediante el cual, las Fuerzas Armadas reconocen la labor en favor de la igualdad y de la mujer en el Ejército.

Idoia Rodríguez, primera militar española fallecida en zona de conflicto

La Soldado Idoia Rodríguez Buján
Ministerio de Defensa

Idoia Rodríguez Buján nació el 25 de octubre de 1983 en Friol, una pequeña villa y parroquia de Lugo, Galicia. Desde pequeña, se había interesado por la vida militar.

Así pues, tras una dura oposición, consiguió ingresar en las Fuerzas Armadas el 27 de septiembre de 2004. Lo hizo en la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable (BRILAT), ahora también llamada la Brigada Galicia.

En poco tiempo, su gran desempeño le llevó a ascender a cabo, e incluso encontró el amor. De hecho, tenía planes de boda con su pareja, quien también tenía como destino el lugar donde perdió la vida: Afganistán.

Apenas dos años y medio después de su ingreso en la Infantería, Idoia fue destinada al país afgano. Allí, participaba en misiones de reconstrucción y ayuda, como parte de la misión ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad) de la OTAN.

Según cuentan sus padres, Constantino y Consuelo, Idoia les contaba que quería contribuir a redificar ese lugar y volver a instaurar el orden. Le faltaba poco para ser relevada, y estaba “muy feliz” de poder volver a casa y preparar su boda. Pero ese regreso nunca se dio, o al menos no de la manera que debió ser.

Fallecimiento y creación de los premios con su nombre

Una imagen de uno de los Premios Soldado Idoia Rodríguez (2022)
Ministerio de Defensa

Lamentablemente, Idoia Rodríguez perdió la vida en una misión de paz en Herat, Afganistán, el 21 de febrero de 2007.

Conducía una ambulancia blindada (BMR) por uno de los caminos del lugar, en un convoy de cuatro vehículos sanitarios. Estaban en una misión de apoyo a los equipos italianos que instruían al Ejército afgano.

La ambulancia que conducía la cabo Rodríguez atravesó una mina. La explosión provocada por una mina de alta potencia escondida en el camino causó unas graves heridas, que le arrebataron la vida. Tenía apenas 23 años, y por desgracia, fue la primera mujer militar española en perder la vida en zona de conflicto.

Los otros dos militares que iban con ella en el vehículo resultaron heridos, pero se recuperaron y quedaron fuera de peligro. 

Tras su repatriación, se celebró un funeral que culminó en entierro en su Friol natal, el 24 de febrero de 2007.

A título póstumo, se le concedieron la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo y la medalla de la OTAN por su “trabajo bien hecho”.

El 8 de marzo de ese año, pocos días después de la sepultura y coincidiendo con el Día de la Mujer Trabajadora, el Ministerio de Defensa anunció la creación e institución del Premio Soldado Idoia Rodríguez, Mujer en las Fuerzas Armadas.  

El fin del precio es reconocer la labor de personas e instituciones “que hayan realizado actuaciones relevantes o ejemplares para potenciar el papel de la mujer o para apoyar la igualdad de oportunidades y de género en las Fuerzas Armadas”.

Desde entonces, un jurado otorga cada marzo el premio. Este año, el galardón lo ha recibido Laura Pons Miles, la sargento alumna que es la única mujer buceadora de caza de minas de toda la Armada.

Asimismo, hay un homenaje anual a su figura celebrado en Friol, donde participan su familia y su Brigada (ahora, la Galicia VII).

Ni Idoia ni los otros hombres y mujeres que han caído por servir a España y a quienes necesitaban ayuda más allá de nuestras fronteras, merecen caer en el olvido. Ella y las demás seguirán sirviendo de inspiración para quienes participen en misiones de paz.

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