La primera lista de la selección fue realizada por Teodoro Nieto, el primer seleccionador nacional, un hombre que creyó firmemente en el talento de aquellas pioneras a pesar de la falta de recursos y reconocimiento.
En su primera convocatoria, aparecieron nombres como Francisca Piedra Casanova “Paqui”; Montserrat Bonachera, Aurora Jordán, Ángeles Olmo ‘Gely’, Mercedes Gaitero; Juani Escamilla, Elisabeth Sánchez, Inma Castañón, Milagros Esteban, Lis Franco y Aurora Martínez ‘Rory’, entre otras.
Aquel grupo de futbolistas procedía de clubes modestos o equipos regionales, muchos de ellos gestionados por ellas mismas. Entrenaban en campos de tierra, con balones viejos y sin material técnico. Sin embargo, compartían un sueño común: vestir la camiseta de España.

La concentración inicial tuvo lugar en Madrid, en el complejo de la Ciudad del Fútbol, aunque las condiciones eran muy precarias. El equipamiento era limitado y los viajes se costeaban, en parte, con apoyo de familiares o pequeñas aportaciones personales.
Pioneras frente al olvido
A pesar del logro histórico, las futbolistas de aquella primera generación tuvieron que enfrentarse a múltiples obstáculos.
La prensa apenas cubrió el evento, cuando se producia una clara inclinación para el masculino que el femeino, a la que se sumo, varias dudas sobre la legitimidad del fútbol femenino. Donde muchas de las jugadoras combinaban los entrenamientos con sus trabajos o estudios.
Conchi Amancio, considerada la primera gran estrella del fútbol femenino español, fue una de las figuras más destacadas. Su técnica, visión de juego y liderazgo la convirtieron en un referente. Sin embargo, como muchas de sus compañeras de dicha generación, tuvo que emigrar al extranjero —en su caso, a Italia— para poder vivir del fútbol.
El seleccionador Teodoro Nieto recordaría años más tarde que muchas veces que el espíritu de aquellas jugadoras fue el verdadero motor que encendió el fútbol femenino español. La selección no volvió a jugar partidos oficiales con regularidad hasta finales de los 80, pero la semilla ya estaba plantada.
El legado de un primer paso valiente
Hoy, más de cuarenta años después, la Selección Española Femenina es campeona del mundo, referente internacional y símbolo de igualdad. Pero todo comenzó con aquella lista de 1983, formada por mujeres que soñaron cuando nadie creía posible hacerlo.
Las pioneras de esa primera convocatoria abrieron un camino lleno de barreras, pero también de esperanza. Sin los recursos de hoy, sin contratos, sin medios, y muchas veces sin reconocimiento, lograron construir los cimientos sobre los que hoy se erige el éxito actual.
En 2023, la RFEF rindió homenaje a aquellas primeras internacionales, reconociendo oficialmente su papel histórico. Durante el acto, varias de las jugadoras coincidieron en una misma idea: “Encantada de haber formato parte de la historia de España”.
🗣️ Elisabeth Sánchez, ex internacional con la @SEFutbolFem: "Estoy encantada de haber formado parte de esta historia".
➡️ "Pusimos nuestro granito de arena para que hoy se haya llegado hasta aquí".#CopaDeLaReina – @iberdrola pic.twitter.com/0UfNWWxsYM
— FutFem RFEF (@FutFemRFEF) February 3, 2023
Aquella frase resume lo que significó la primera lista de 1983: un gesto de valentía colectiva, un acto fundacional para el fútbol femenino español. Gracias a ellas, hoy España no solo compite, sino que triunfa.
Nueva cabeza al mando de la selección
Con Sonia Bermúdez al frente de la selección, inicia una nueva etapa que combina continuidad y ambición. La ex delantera de Rayo, Barça y Atlético, doble campeona de Europa Sub-19 como técnica, que fue la elegida por la Federación con la labor de mantener a la selección en la élite y de renovar gradualmente la lista con futbolistas en forma.
Bermúdez quién ya se prepara para su debut en Nations League contra Suecia —un estreno con foco mediático— donde buscará un bloque reconocible, presionante y con amplitud por bandas, para seguir manteniendo su juego característico con el pasar de los años.