Elizabeth Eddy, jugadora con más de una década de experiencia en la NWSL. Publicó un mensaje en redes en el que celebra el crecimiento exponencial del fútbol femenino estadounidense pero alerta sobre un riesgo: perder la identidad de la liga si no se establecen criterios claros sobre quién puede competir en las categorías femeninas.

Eddy recordó que cuando llegó a la liga, los partidos se transmitían en YouTube, y hoy la NWSL disfruta de un contrato televisivo de 240 millones de dólares. Sin embargo, advierte que el éxito económico y mediático conlleva nuevas responsabilidades. “¿Cómo preservamos los derechos de las mujeres y la equidad competitiva, a la vez que fomentamos una inclusión significativa?”, planteó la futbolista en su mensaje, que rápidamente generó eco entre jugadoras y aficionados.
Crecimiento con dilemas éticos
La jugadora, multicampeona con tres títulos de liga y tres de temporada regular. Señaló que la falta de políticas claras de elegibilidad en la NWSL puede generar divisiones y confusión. Citó casos recientes en otras disciplinas, como la natación y el atletismo. Donde la ausencia de lineamientos transparentes sobre atletas intersexuales y transgénero derivó en conflictos públicos, acusaciones cruzadas y acoso en redes.

Eddy mencionó que distintos líderes políticos, tanto progresistas como conservadores, han manifestado preocupación por la integridad del deporte femenino. Recordó que ligas internacionales como World Athletics, la Federación de Atletismo del Reino Unido o World Aquatics ya adoptaron reglas de elegibilidad basadas en criterios biológicos o genéticos. Para la futbolista, el fútbol profesional estadounidense no puede seguir postergando la discusión.
Equidad sin exclusión
En su publicación, Eddy insistió en que las categorías femeninas no existen para excluir, sino para garantizar una competencia justa. Apeló a estudios científicos que muestran diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres que inciden directamente en el rendimiento deportivo, y advirtió que la supresión hormonal reduce solo parcialmente la ventaja muscular masculina. “La equidad y la inclusión son valores fundamentales en Estados Unidos —escribió—, pero evitarlos por miedo a la controversia no nos ayuda”.

Como posibles soluciones, la jugadora propone que la NWSL adopte políticas claras, ya sea exigiendo que todas las futbolistas hayan nacido con ovarios —como hace la Asociación de Fútbol de Inglaterra— o implementando pruebas genéticas SRY, utilizadas en otros deportes. Reconoció que estos métodos podrían generar angustia psicológica, por lo que abogó por protocolos confidenciales, apoyo emocional y asesoramiento integral para quienes resulten afectadas.
Un futuro más inclusivo
Eddy también sugirió crear una “división abierta” dentro de la NWSL. Donde atletas trans o intersexuales puedan competir en igualdad de condiciones sin renunciar a su identidad. Para ella, la historia de la liga demuestra que los avances son posibles: “Así como construimos un espacio para las mujeres en el deporte, debemos ahora construir la Liga Nacional de Fútbol Femenino para mujeres”. Pidió diálogo, creatividad y cooperación para equilibrar inclusión y justicia deportiva.

La futbolista concluyó su mensaje con una reflexión sobre el papel del deporte femenino como símbolo de superación. Aseguró que el futuro de la NWSL depende de las decisiones que tome hoy sobre equidad, ciencia e inclusión. “Todas necesitamos la oportunidad de batir récords y lograr lo imposible”, escribió. Para Eddy, encontrar el camino más ético no solo protegerá a las atletas actuales, sino también a las generaciones que vienen.
Reacciones dentro del deporte a favor de la igualdad
Mientras tanto, varias jugadoras han salido en defensa de la inclusión en el deporte. La futbolista Emily Katrina dedicó su gol a las personas trans tras una “semana increíblemente dura”, expresando orgullo y solidaridad con la comunidad. Por su parte, Katie Startup, guardameta del Manchester City, cuestionó las políticas que limitan la participación de mujeres trans. Argumentando que contradicen la historia de inclusión del fútbol femenino. Startup subrayó que el deporte debe ser un espacio de pertenencia y bienestar, donde nadie sea excluido y todas las mujeres cis o trans puedan sentirse seguras y reconocidas.


