La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, la AIReF, sigue poniendo pie en pared para defender uno de sus hitos fundacionales: su independencia. Este mismo mes ha pedido amparo a la Abogacía del Estado por la intromisión del Ejecutivo en sus informes. La actual presidenta de la entidad, Cristina Herrero, no se guarda ni una a la hora de salir a confrontar con el Gobierno de Pedro Sánchez, siempre y cuando le acompañen argumentos técnicos y la necesidad de reivindicar su autonomía. Se enfrenta con Madrid, con Bruselas y con quien haga falta, y motivos ha tenido en los últimos meses.
Este es un repaso rápido solo en lo que va de año… y Herrero llegó a la presidencia de la AIReF hace un lustro.
Herrero, a la carga
Enero. Cristina Herrero no se muerde la lengua y carga contra el Plan Fiscal y Estructural hasta 2028 que el Gobierno presentó en octubre del año pasado para adecuarse a las nuevas reglas fiscales europeas. En un acto en Barcelona, la presidenta de la AIReF apunta y dispara. Critica a Bruselas y a Madrid por “falta de ambición” y denuncia que “no se ha contado con la AIReF”, “ni con las administraciones territoriales”, para el diseño de esta hoja de ruta. También pronostica problemas para 2027 y 2028.
Marzo. La presidenta de la AIReF sabe perfectamente que el Gobierno no presenta una Ley de Presupuestos Generales del Estado desde 2023. Y está cansada. Por eso, insta al Ejecutivo a presentar presupuestos para 2025. En primer lugar, “porque lo dice la Constitución”. En segundo lugar, porque la ley de presupuestos dice lo que el Gobierno “pretende hacer en materia económica y fiscal”. “No se puede desprestigiar y devaluar la institución de los presupuestos”, señala.

“Grave falta de información”
Mayo. Herrero vuelve a la carga con el Plan Fiscal. Denuncia la “grave falta de información” del Gobierno: “No hay escenario presupuestario para 2026, 2027 y 2028 y la nueva variable de gasto primario neto no cuenta con información suficiente para su seguimiento en la ejecución presupuestaria diaria”. El mismo mes comparece en el Congreso para exigir que se regulen los encargos que se le hagan a la AIReF para blindar su autonomía y desmiente al Gobierno: el aumento de gasto en defensa sí tendrá impacto en el déficit y la deuda. Dos días después, recorta el optimismo de Moncloa al estimar que la economía española crecerá en 2025 un 2,3% y en 2026 un 1,7%, menos de lo que prevé el Ejecutivo.
Junio y julio. Ya el presente. Tras concluir la AIReF en un examen de marzo que no es necesario ajustar el sistema de pensiones español (aunque sí advierte de que su sostenibilidad empeora), Herrero desayuna un día de junio con la noticia de que el organismo tendrá que repetir la evaluación porque el resultado no convenció a Bruselas. Ahí estalla: “Hay que parar esta deriva”. La presidenta de la Autoridad Independiente cree que el Gobierno atenta contra el principio de independencia y de autonomía de la AIReF si pretende hacerle repetir ese examen por lo que piense la Comisión.
Y no son los únicos charcos que la AIReF ha pisado. Cataluña, el Ingreso Mínimo Vital y el empleo femenino…
Su “estrecha” visión de la independencia
Habrá quien entienda las intervenciones de Herrero como un acto de vehemencia y quien las entienda como un acto de rigor. Lo único objetivable es que desde que llegó al cargo hace cinco años, la presidenta de esta entidad de derecho público dependiente orgánicamente -que no jerárquicamente- del Ministerio de Hacienda cumple al dedillo con el rol que se le encomienda mediante la Ley Orgánica de 2013 que alumbró la institución: fiscalizar.
Para fiscalizar, Herrero no requiere ni de mano izquierda ni de excusas. En 2023, por ejemplo, ya se animó a cargar nada más y nada menos que contra su predecesor, el expresidente de la AIReF José Luis Escrivá, que en aquel momento era ministro de Inclusión y Seguridad Social y hoy es gobernador del Banco de España. En un acto público, Herrero tampoco se mordió la lengua (nunca lo hace) al decir que “no es bueno para la AIReF que un miembro de esta pase a formar parte del Gobierno”. Escrivá salió al paso replicando que la visión de la independencia de Herrero era “estrecha”.
Aquel episodio reflejó la diferencia de concepción que tienen Herrero y Escrivá de la AIReF. Herrero tiene un perfil más técnico y menos político que el que siempre ha mantenido el exministro; actúa en un contexto más opaco y hostil, que le exige mayor firmeza; y ha convertido la independencia de la AIReF en una de sus banderas, llevándola más allá del campo de la retórica. No busca recompensas políticas, no las necesita. Escrivá construyó la AIReF y fue nombrado por el Gobierno de Mariano Rajoy para presidirla, es cierto: ahora Herrero lo que está haciendo es defenderla.

Orígenes profesionales
¿Quién es la tenaz interventora fiscal del Estado? Cristina Herrero se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid y es funcionaria en activo del Cuerpo Superior de Interventores y Auditores del Estado, y en excedencia del Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda.
Su trayectoria profesional comenzó en la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), donde desempeñó la responsabilidad de jefa de Área en la Subdirección General de Análisis y Cuentas Económicas del Sector Público entre 1993 y el año 2000. Entre 2000 y 2005 fue nombrada coordinadora de la elaboración de cuentas nacionales del sector de las Administraciones Públicas.
Desde 2005 hasta 2014 fue la subdirectora de Análisis Presupuestario y Organización Institucional del Sector Público Autonómico en la Secretaría General de Coordinación Autonómica y Local: era la mirada incómoda de muchas comunidades autónomas que en plena crisis debían cumplir sus objetivos de estabilidad presupuestaria.
Su motor: la transparencia
En 2013 se aprueba a instancias de Bruselas la creación de una entidad de derecho público independiente, la AIReF, mediante Ley Orgánica. En 2014, Herrero pasa a ser Directora de la División de Análisis Presupuestario: se convierte así en la primera responsable de la principal tarea fiscalizadora de la institución que ahora defiende a capa y espada.
Cuando en enero de 2020 Escrivá es nombrado ministro de Inclusión, ella asume el cargo de presidenta interina del organismo, y en marzo, previa deliberación del Consejo de Ministros, se promueve su nombre para que sea la nueva presidenta de la institución. Ella misma presume en su perfil de LinkedIn de haber concitado “el respaldo unánime del Congreso” y tiene presente el “enorme reto” de dirigir el trabajo de la AIReF, “una institución muy necesaria”.
Autonomía financiera
Una institución que ahora navega bajo los principios rectores de Herrero, siendo uno de ellos “la transparencia”. En el foro de un medio de comunicación, a finales del año pasado, la presidenta de la AIReF recordaba que el organismo no se financia con transferencias del Estado, sino con una tasa de supervisión que pagan todas las Administraciones. “Por eso estamos al servicio de todas las Administraciones y las supervisamos a todas”.
“Muchas veces, cuando se habla de un organismo independiente que además formula recomendaciones que las Administraciones tienen que cumplir, a veces se cuestiona la legitimidad de este tipo de instituciones. Creo que la mejor forma de que se disipen las dudas respecto a esa legitimidad es justamente la transparencia”, incidía entonces. Y es justo su transparencia la que hace que la AIReF capitaneada por Cristina Herrero no tenga, en tiempos tan adversos, ni un pelo en la lengua.