Gina Nieri, la arquitecta con la que Berlusconi Jr. quiere revolucionar las televisiones privadas de toda Europa

La antigua Mediaset protagoniza una de las operaciones del año con su OPA al principal grupo de televisión privado de Alem

Gina Nieri no es solo parte del consejo de administración de Mediaset España y de su matriz, MediaForEurope (MFE): es también una vieja amiga de la familia Berlusconi que ha estado siempre ahí, en las buenas y en las malas.

Prueba de su resiliencia es que la multinacional de origen italiano tiene desde 2021 sede en Ámsterdam, Países Bajos, y unos ambiciosos planes de expansión internacional que le ha llevado a protagonizar la OPA del año en el mercado audiovisual alemán. Y buena parte de estos movimientos llevan el sello de la italiana de 71 años, nacida en Lucca, en la Toscana, que se ha convertido en una eminencia internacional en la defensa de los medios de comunicación europeos frente a las asimetrías que, considera, provoca el auge de las grandes tecnológicas en todo el mundo.

No en balde, Nieri es, además de consejera, parte del comité ejecutivo de MFE: es la directora de Desarrollo Institucional y Asuntos Regulatorios. También es la vicepresidenta del think tank CERRE, Centro de Regulación en Europa, y participa en grupos de trabajo de la Comisión Europea sobre temas relacionados con la protección de menores, el pluralismo mediático, la gestión del espectro radioeléctrico, los derechos de autor y la regulación europea de servicios digitales. Es, ante todo, una italiana que piensa mucho en Europa.

Al control de Alemania

Mediaset se transformó en MFE en el verano de hace seis años, en junio de 2019. El grupo audiovisual anunció entonces que Mediaset Italia y Mediaset España se fusionarían en un holding, si bien mantendrían las denominaciones, oficinas y plantillas de cada firma en Milán y Madrid, respectivamente, con Cristina Garmendia al frente de esta última desde el año pasado. De este modo, MediaForEurope se preparaba para su salto global, con el foco muy puesto en el mercado europeo audiovisual. En 2022, Mediaset España salió del Ibex 35, donde llevaba cotizando cerca de dos décadas, fruto de una OPA voluntaria de su matriz. Ahora, MFE sigue creciendo por todo el continente, y copa titulares en toda Europa con una de las operaciones del año.

MFE quiere hacerse con el control total de ProSiebenSat.1Media, la propietaria de canales como Sat.1, la segunda emisora de televisión privada más vista de Alemania (le supera RTL y algunas emisoras públicas) o de ProSieben o Sixx. En realidad, MFE ya tiene cerca del 30% de las acciones de la compañía, con lo que en marzo anunció una OPA voluntaria con una oferta inicial de 5,70 euros por título, valorando la compañía en unos 1.300 millones de euros. El objetivo de Mediaset: construir un gran canal de televisión pan-europeo que pueda rivalizar con los gigantes tecnológicos como Netflix o Amazon. Ahí se nota el sello de Nieri.

Contraofertas

Sin embargo, la compañía que capitanea uno de los hijos del icónico magnate italiano Silvio Berlusconi, Pier Silvio Berlusconi Jr., está encontrando obstáculos. A pesar de que el modelo de OPA voluntaria le funcionó en Mediaset España, en el caso de ProSieben ha encontrado la resistencia en el segundo mayor accionista, el fondo de inversión checo PPF que dirige Renáta Kellnerová, una de las mujeres más ricas de Europa, que lanzó una OPA rival ofreciendo siete euros por acción. Ambas propuestas fueron aprobadas por la autoridad alemana de supervisión financiera, BaFin en sus siglas en alemán.

No está siendo un agosto tranquilo en el mercado alemán ni en las oficinas italianas de MFE, porque el pasado martes la agencia Reuters avanzaba que General Atlantic, otro de los inversores de ProSiebenSat.1Media, aceptaba la oferta del PPF de siete euros, permitiendo a los checos escalar un 2,4% en el capital de la televisión alemana.

Todo ello, a pesar de que la directiva de la firma germana había recomendado aceptar una contraoferta de MFE que se conoció a finales de julio: en lugar de los 5,70 euros por título iniciales, Berlusconi Jr. y Nieri están dispuestos a ofrecer 4,48 euros por acción y 1,3 acciones de clase A de MFE por cada título de ProSieben vendido. En el transcurso de ese anuncio las acciones de ProSieben comenzaron a subir mientras que las de MFE empezaron a descender, pero la oferta en firme se cuantifica en 7,94 euros por cada acción del grupo alemán.

El ministro

A pesar del movimiento de General Atlantic, la dirección de ProSiebenSat.1Media mantiene la recomendación al inversor de que acepte la oferta de MFE. La compañía que capitanea Berlusconi Jr. también ha mantenido ya reuniones en Berlín con el Gobierno alemán de Merz. Según han recogido medios germanos como el Handelsblatt, Berlín no pondría excesivas condiciones a la OPA, siempre y cuando se mantuviese la sede y el centro de decisión de la compañía en el país y se garantizase su independencia editorial, lo que podría provocar que la matriz neerlandesa de Mediaset España tenga que aceptar por escrito la soberanía de las redacciones alemanas.

El ministro de Cultura alemán, Wolfram Weimer, mostró por su parte su preocupación por la operación. Lo hizo en declaraciones al semanario Spiegel. “Ha comenzado una batalla por una operación cuyo desenlace me preocupa”. “Me preocupa por si la independencia periodística y económica podrá mantenerse con un cambio de propietario”. La operación de MFE tiene una visión a largo plazo, la consecución de un gran grupo televisivo paneuropeo, de la que adolece la propuesta de la OPA rival orquestada por los checos de PPF.

El desafío

Los medios alemanes ya sitúan esa reunión entre el ministro Weimer y el CEO de MFE, Berlusconi Jr., en septiembre. Mientras se confirma la fecha, Pier Silvio Berlusconi ha defendido en diversos foros la operación sobre la televisión privada alemana. “Creemos que ProSieben necesita un accionista sólido que pueda ofrecer experiencia en el sector”, anunció ya en marzo, y en esa misma idea ha insistido en las últimas semanas, calculando unas sinergias superiores a los 400 millones de euros. “Lo que se necesita es un impulso para construir lo que todavía falta: un grupo europeo fuerte, con raíces locales y de tamaño suficiente para competir globalmente”.

El “competir globalmente” es un eufemismo cada vez más común en la industria audiovisual y hace referencia al papel que desempeñan las grandes plataformas digitales OTT, over the top, que sirven audio y vídeo de forma digital. Son Netflix, Amazon Prime, HBO Max, Disney, aunque también Spotify o Apple TV. En ese sentido, el discurso que Gina Nieri mantiene desde hace más de una década ha calado hondo en el consejo de MFE. “Ellas deciden cómo comportarse, nosotros estamos a merced de sus algoritmos”, denunciaba en una entrevista en 2017. “Si queremos hacerle un favor a la democracia, debemos aprender a no ser serviles de internet”, llegó a decir en 2013.

Ahora habrá que ver cómo evoluciona la estrategia de MediaForEurope para plantar cara a las OTT: conseguir ese gran grupo paneuropeo puede ser una estrategia por validar, pero es probable que la propia Comisión Europea sea la que acabe limitando los anhelos de la familia Berlusconi. El Reglamento sobre la Libertad de Medios de Comunicación (EMFA) sobre el que España basa un controvertido proyecto de ley incluye parámetros que obstaculizan la concentración empresarial en el mercado periodístico. Un desafío a la altura de una experta en regulación: Gina Nieri.