Luces y sombras

Repsol revisará su plan estratégico tras ganar un 34% menos por la caída del petróleo

Pese al retroceso en el acumulado de 2025, la energética ha duplicado su beneficio en el tercer trimestre del año hasta situarse en los 574 millones y prevé repartir un dividendo superior al euro por acción en 2026

Repsol - Economía
Un gran cartel con el logotipo de Repsol
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En un año en el que la energía ha bailado al compás de la incertidumbre global, Repsol no ha escapado al vaivén de los mercados. La compañía obtuvo un beneficio neto de 1.177 millones de euros en los nueve primeros meses del año, una caída del 34,3% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, afectada por un entorno dominado por la volatilidad y los menores precios del crudo.

El resultado neto ajustado, indicador que refleja con mayor precisión la evolución de los negocios, alcanzó los 2.173 millones de euros a septiembre, un 19% menos que los 2.684 millones registrados un año atrás. Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 5.013 millones de euros entre enero y septiembre de 2025, lo que supone una reducción cercana al 10%.

Un repunte esperanzador

Sin embargo, el tercer trimestre trajo un respiro para la energética. Todos sus segmentos de negocio -en especial Refino, Cliente y Generación Baja en Carbono- registraron una mejora de resultados. El resultado neto durante este periodo más que se duplicó respecto al del año anterior, hasta situarse en 574 millones. Mientras, el resultado ajustado trimestral creció un 47%, hasta los 820 millones de euros. Por lo que superó las previsiones del consenso de analistas. Un desempeño que marca un punto de inflexión tras un inicio de ejercicio más contenido.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz (i), y el presidente de la firma, Antonio Brufau.
Repsol

Por áreas de negocio, el comportamiento fue dispar, aunque con señales de recuperación generalizada. El segmento de Exploración y Producción (‘upstream’) alcanzó un resultado ajustado de 1.214 millones de euros entre enero y septiembre, un 5% más que en el mismo periodo del año anterior, impulsado por mayores precios del gas y menores costes operativos. En cambio, el área Industrial registró un resultado ajustado de 545 millones, lo que supone una caída del 54,7% en el acumulado del año. No obstante, en el tercer trimestre repuntó un 70,3%, reflejo de la normalización de la actividad tras el apagón en España y Portugal y de mayores márgenes de refino.

El área Cliente mantuvo su senda ascendente, con un incremento del 21,3%, hasta 599 millones de euros. En palabras del consejero delegado de la firma, Josu Jon Imaz, Repsol ha conseguido “unos sólidos resultados operativos y financieros en el tercer trimestre de 2025, respaldados por unos márgenes de refino robustos, una sólida actividad comercial y una asignación disciplinada de capital”.

Ajustes a la vista

Pese a la mejora durante los meses de verano, Repsol se prepara para ajustar su rumbo. Alcanzado el ecuador de su plan estratégico 2024-2027, y ante los cambios en el entorno regulatorio y de mercado, la compañía ha anunciado que presentará una actualización de sus proyecciones hasta 2028 el próximo mes de marzo. La reforma supondrá una revisión o posible nuevo impulso estratégico para los próximos años.

En el plano financiero, el flujo de caja de las operaciones durante el tercer trimestre de 2025 ascendió a 1.483 millones de euros, una cifra en línea con la del mismo periodo de 2024. Además, el efectivo generado en el trimestre superó las inversiones netas, los dividendos, la recompra de acciones propias y los intereses, reflejando una sólida posición de liquidez y disciplina financiera.

Por su parte, las inversiones netas alcanzaron unos 300 millones de euros entre julio y septiembre. Y sumaron alrededor de 2.500 millones de euros en el conjunto de los nueve primeros meses del año.

Un euro por acción

Fiel a su compromiso con los inversores, Repsol prevé destinar entre el 30% y el 35% del flujo de caja de las operaciones a remuneración. En julio, la compañía distribuyó un dividendo bruto en efectivo de 0,50 euros por acción, que, sumado a los 0,475 euros abonados en enero, eleva el dividendo total de 2025 a 0,975 euros brutos por acción. Un 8,3% más que en el ejercicio anterior.

Durante la junta general de accionistas, celebrada en mayo, se aprobó además un dividendo adicional de 0,50 euros brutos por acción. La cuantía se abonará en enero de 2026. Esta retribución se complementa con recompras de acciones por valor de 700 millones de euros a lo largo de 2025. Con el objetivo de reducir capital y reforzar el valor para el accionista.

Una primera reducción de capital ya se ha completado y la segunda se llevará a cabo antes de que finalice el año. De cara a 2026, y tras las operaciones de reducción realizadas, Repsol prevé distribuir un dividendo bruto que superará el euro por acción.

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