Las elecciones presidenciales del 17 de agosto de 2025 marcarán un retroceso histórico en la representación política femenina en Bolivia. Por primera vez desde 2009, el país no contará con ninguna mujer en la papeleta presidencial. La retirada de Eva Copa, la única candidata que aspiraba al cargo más alto del Estado, dejó una contienda enteramente masculina.
Eva Copa, actual alcaldesa de El Alto y líder del Movimiento de Renovación Nacional (Morena), anunció el 28 de julio que su partido se retiraba de las elecciones. “He sido un blanco de ataque por parte de todos”, declaró la exsenadora en una entrevista con el periodista John Arandia, donde denunció “acoso político” e “instigación interna” como las causas principales de su renuncia.
Copa, de 38 años, fue una figura clave en la pacificación del país en 2019 tras la renuncia de Evo Morales. Elegida presidenta del Senado en un momento de alta tensión política, su liderazgo fue fundamental para convocar nuevas elecciones. Desde entonces, construyó una imagen de mujer conciliadora y valiente, atributos que no evitaron que se convirtiera en blanco de ataques sistemáticos por su género, origen y trayectoria.

Cinco candidatas víctimas de acoso político
Según el Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer, Copa fue una de las cinco candidatas víctimas de acoso político durante la campaña. La organización denunció violencia digital “que expuso su vida íntima e incitó a hacerle daño”, además de una campaña sistemática de ridiculización y descrédito. “Se critica su moralidad, se la sexualiza en un sistemático acoso y yendo hasta la amenaza. Ya es un caso que tendría que tener tipificación penal”, afirmó Tania Sánchez, directora de la organización.
El retiro de Copa también visibiliza el profundo sesgo de género que persiste en la política boliviana. Desde 1856 hasta 2020, solo cuatro mujeres se postularon a la Presidencia. En esta elección, de los nueve frentes que originalmente se presentaron, solo uno encabezaba su fórmula con una mujer. La salida de Morena redujo a ocho las candidaturas en competencia y dejó a Mariana Prado, exministra de Planificación, como la única mujer aún en carrera, pero en calidad de candidata a la Vicepresidencia por la Alianza Popular.
La baja representación femenina no es casual. El acoso político no se limita a Copa. Mariana Prado también ha sido víctima de ataques que buscan desacreditar su capacidad política. “En los mensajes encontrados, se detectaron manifestaciones clasistas, expresiones misóginas y connotaciones sexuales”, reveló el informe del Observatorio de Género. Casos similares afectaron a otras candidatas como Susana Bejarano, Toribia Lero y Karla Robledo, esta última forzada a renunciar tras ser atacada por el prontuario de un familiar.
“Sancionar a los responsables”
No solo se restringe el derecho de las mujeres a competir en igualdad de condiciones, sino que se empobrece el debate democrático. Mientras se promueven reformas económicas, reconfiguraciones partidarias y propuestas para resolver la crisis económica que vive el país, la mitad de la población boliviana queda prácticamente sin representación directa en la carrera presidencial.
Algunos sectores minimizaron la salida de Copa, argumentando su bajo rendimiento en las encuestas. Sin embargo, el trasfondo de su renuncia revela un patrón estructural de violencia política hacia las mujeres. El propio Tribunal Supremo Electoral deberá evaluar si corresponde alguna sanción tras su retiro. Para los defensores de derechos, el órgano electoral y el Ministerio Público tienen la responsabilidad de “actuar de oficio y sancionar a los responsables”.
@evacopabo Muchos hablan de leyes que protegen a las mujeres, pero en la práctica son solo papel. No somos cifras: somos vidas, historias, luchas. Necesitamos garantías reales para ejercer nuestros derechos. Este 17 de agosto, votemos libres, firmes y por un país con justicia real para las mujeres. #EvaCopa
“Pilares inalterables de la democracia”
La ausencia de candidatas mujeres en esta elección contrasta con el discurso histórico de avance social en Bolivia. Un país que en su momento se presentó como vanguardia regional en inclusión y paridad, hoy enfrenta una elección presidencial sin una sola mujer en la carrera.

En palabras de Eva Copa, pronunciadas durante el Bicentenario de Bolivia: “Es hora de trabajar unidos por un futuro donde la justicia social, la igualdad y la tolerancia, sean pilares inalterables de la democracia, la inclusión y la paz”. Su retiro, lejos de ser una anécdota electoral, es un síntoma de una democracia aún incompleta.
La historia política ha demostrado que las mujeres pueden y deben ocupar espacios de poder. Sin embargo, mientras persista el acoso político, la descalificación sexista y la exclusión sistemática, la igualdad política en Bolivia no podrá ser.