Con la dimisión del Gobierno Bayrou en el saco, hay varios escenarios posibles para el futuro. Y algunos de los nombres que más suenan para sustituir a François Bayrou. Menos de nueve meses en Matignon, una última comparecencia en la Asamblea para asumir la responsabilidad de su gobierno, y una caída anunciada. El lunes 8 de septiembre de 2025, François Bayrou se convirtió en el primer jefe de Gobierno de la V República en caer por un voto de confianza. Se ha pasado una página, pero ¿cuál podría ser la siguiente, dado que, desde las elecciones legislativas de 2024, ningún campo político ha tenido mayoría en el Palacio Borbón?
Es un escenario de su propia cosecha, que ya está alimentando las especulaciones sobre un sustituto de la izquierda. Todas las miradas están puestas en el Elíseo. Macron busca de nuevo un Primer Ministro, el tercero desde que no surgió una mayoría en la Asamblea Nacional tras la disolución en junio de 2024.
El presidente de Francia “toma nota”
Esta vez, el Jefe del Estado quiere actuar con rapidez. Ha “tomado nota” de la caída de François Bayrou y afirma que nombrará a su sucesor en los próximos días. Las negociaciones ya están muy avanzadas, con vistas al presupuesto de 2026. Varias fechas juegan también a favor de una vacante corta: las movilizaciones sociales “Bloquearlo todo” del 10 de septiembre, las movilizaciones sindicales del 18 de septiembre y la decisión del viernes de la agencia Fitch, que podría rebajar la calificación de la deuda francesa.

Así que vuelve la famosa pregunta: ¿quién presidirá el Gobierno? Dejemos a un lado el escenario de una nueva disolución (que, aunque posible, sigue siendo poco probable) y echemos un vistazo a las posibilidades. Circulan varios nombres para ocupar temporalmente el Hôtel de Matignon. Hay que tener en cuenta que el Jefe del Estado no debe elegir a alguien que albergue ambiciones presidenciales para que pueda concentrarse únicamente en dar la vuelta al país. Lo más probable: un político de centroderecha o de derecha. La negociación de un acuerdo de no censura por un político de derechas o de centro radica en la estabilidad. Y lo más estable sería la base común en diálogo con los socialistas.
¿Un leal a Macron?
También se podría recurrir a un político leal a Macron. Éste podría volver a intentar elegir a uno de los partidarios del bando presidencial, más de un año y medio después del experimento de Gabriel Attal. De cara a las presidenciales de 2027, Édouard Philippe, primer ministro macronista de 2017 a 2020, tendría poco que ganar. También es actualmente ministro de Justicia, Gérald Darmanin, que ha estado en casi todos los gobiernos desde que Emmanuel Macron fue elegido por primera vez en 2017 – aparte del de Michel Barnier. Un fiel seguidor del presidente, también cercano a la derecha, la “familia política” de la que procede, pero que también piensa en 2027. Sabiendo que la “Macronia” y la derecha – al menos su ala más próxima al centro – ya cooperan desde hace varios años, el Presidente podría recurrir de nuevo a Les Républicains. A riesgo del éxito del que sabemos que disfrutó Michel Barnier.

Algo menos probable es un socialdemócrata como presidente de gobierno. El Presidente de la República también podría decidir cambiar de rumbo y hacer lo que no hizo tras las elecciones legislativas anticipadas que siguieron a la disolución: nombrar a un Jefe de Gobierno de izquierdas capaz de negociar y trabajar con el bloque central. En la carrera por un sucesor, el Partido Socialista se ha colocado en el centro de la partida, con su líder Olivier Faure declarándose “listo”. Pero aunque Macron ha pedido a los líderes del campo gubernamental que trabajen con los socialistas, pocos en su círculo más íntimo creen que vaya a nombrar al primer secretario del PS. Y el jefe de la derecha conservadora (Les Républicains) Bruno Retailleau ha advertido de que aceptar a un primer ministro socialista está imposible. Incluso en la izquierda hay cierto malestar: La France insoumise de Mélenchon, aliada de comunistas, ecologistas y socialistas en las últimas elecciones legislativas anticipadas, no apoyará un gobierno presidido por un socialista.
La oposición de Francia se prepara
Es más, el nombramiento de un político de los márgenes más radicales de la oposición para el gobierno parece casi imposible. En cualquier caso, están presionando para que el presidente dimita, un escenario aún más improbable. Hay pocas posibilidades de que se ofrezca el cargo a un Insumiso o a un miembro del partido Lepenista. El líder Jean-Luc Mélenchon, oficialmente retirado de la vida política, y Marine Le Pen, que tendrá que decidir sobre su inelegibilidad a principios del año que viene, tienen ambiciones presidenciales en cualquier caso y no tienen ninguna intención de gobernar en este marasmo.
¿Alguien de la sociedad civil? Esta es otra solución que se ha mencionado a menudo. Para salir del atolladero del gobierno de coalición de los partidos políticos, Macron también podría recurrir a la sociedad civil creando un gobierno llamado “técnico” encargado de los “asuntos de actualidad”. Es decir, con especialistas en puestos ministeriales (un economista, un responsable sanitario, etc.).
El espejismo de la disolución se mantiene. La Agrupación Nacional, por su parte, presiona para que se convoquen nuevas elecciones legislativas anticipadas, que dice poder ganar esta vez. Marine Le Pen se ha declarado dispuesta a “sacrificar” su mandato de diputada para llevar a su partido a Matignon. Francia insumisa, por su parte, pide la dimisión o la destitución de Emmanuel Macron, y se espera que sus diputados presenten una moción en este sentido.
¿Qué hará Macron?
El nombramiento de un primer ministro está en manos de Macron y la tarea se anuncia ardua. La cuestión principal: ¿conseguirá este futuro nuevo jefe de Gobierno aprobar un presupuesto para 2026 en la Asamblea Nacional antes de finales de año para que el país pueda funcionar con normalidad? Y si el nuevo inquilino de Matignon no lo consigue, ¿el jefe del Estado seguirá eligiendo a un nuevo primer ministro? Y en caso de fracasos sucesivos, ¿qué hará Emmanuel Macron? Para algunos, el siguiente paso será inevitablemente disolver la Asamblea, como en junio de 2024 tras las elecciones europeas, para devolver la palabra a los franceses con nuevas elecciones legislativas anticipadas. Si se rompe el hilo, la disolución se convierte en el desenlace más probable. “Rien ne va plus, les jeux sont fait para Macron“.