Indignación colectiva en Letonia por un posible retroceso en los derechos de las mujeres. Tras la aprobación en el parlamento letón de una ley para retirar al país báltico del Tratado de Estambul -56 votos a favor por 32 en contra-, el país iba en camino a convertirse en el primero de la Unión Europea en retirarse de este tratado, apenas un año y medio después de su entrada en vigor.
Alegando que el tratado impulsa la “ideología de género” y el “feminismo radical”, parlamentarios conservadores letones avanzaron la propuesta, alegando que los valores tradicionales familiares están en riesgo de desaparecer. El Tratado de Estambul, oficialmente conocido como el Convenio del Consejo de Europa sobre Prevención y Lucha contra la Violencia contra las Mujeres y la Violencia Doméstica, es el primer tratado internacional jurídicamente vinculante centrado en la erradicación de la violencia de género.

El tratado fue adoptado por 45 países y la Unión Europea en 2019, con la intención de proteger a mujeres vulnerables víctimas de abusos domésticos. Por ello, miles de personas en Letonia se manifestaron la noche del jueves, en un clamor para evitar que su país se retire de la firma. “Llegó el momento de mandar un mensaje claro al parlamento: no permitiremos juegos políticos a expensas de los derechos humanos”, dijeron las organizadoras de la marcha.
Indignación en Letonia
Según las autoridades locales, unas 10.000 personas acudieron a la concentración, bajo el eslogan “Protejamos a la madre Letonia”. La movilización llegó días después de que el presidente del país, Edgars Rinkēvičs, propusiera al Parlamento revisar la retirada del tratado. Para el líder letón, salir del Tratado de Estambul supondría mandar un “mensaje contradictorio” al resto de Europa.

“La ratificación y la denuncia del convenio durante una misma legislatura envían un mensaje contradictorio tanto a la sociedad letona como a los aliados internacionales de Letonia sobre nuestra disposición a cumplir de buena fe sus obligaciones internacionales“, declaró Rinkēvičs. Y agregó: “También cabe considerar que Letonia sería el primer Estado miembro de la Unión Europea en retirarse de un tratado internacional de derechos humanos”.
Retrasar la polémica medida hasta 2027
El presidente propone posponer la controvertida medida al menos hasta las próximas elecciones, previstas para el octubre de 2027. Rinkēvičs tiene poderes constitucionales para exigir que el parlamento reevalúe su decisión, pero no puede revertirla unilateralmente. Para los sectores ultraconservadores que se oponen al tratado en Europa, la “ideología de género” promueve la experimentación sexual y daña a los niños.

La primera ministra del país, Evika Silina, consideró que posponer la retirada supone “una victoria de la democracia, el funcionamiento de la ley y los derechos de las mujeres. Letonia es un aliado confiable, que sigue comprometido con los valores europeos”. Parlamentarios opositores impulsaron la medida el pasado septiembre, a la que se unió una facción de centroderecha que forma parte de la coalición de gobierno.
La UE advierte a Letonia
Pese al voto mayoritario en el Parlamento en favor de la retirada, la Comisión Europea alertó a Letonia que debería cumplir obligatoriamente sus compromisos con los acuerdos internacionales para proteger a las mujeres. La salida del Convenio de Estambul por parte de Letonia habría sido un precedente en la UE.

De aplicarse, se disminuiría la protección jurídica de las mujeres frente a la violencia machista y plantea un cuestionamiento judicial y diplomático para la UE. El debate sigue polarizando a la sociedad y clase política letona, y hasta finales de noviembre la decisión final queda en suspenso.
Según los últimos datos disponibles de la ONU, Letonia tiene la tasa de feminicidios per cápita más alta de Europa, y supera incluso a Rusia. La entrada en vigor del Convenio de Estambul en enero de 2024 supuso la culminación de años de trabajo de activistas de derechos humanos, quienes superaron la oposición política y las campañas de desinformación que presentaban el tratado como un “caballo de Troya”.


