RUSIA

Putin ofrece a Trump extender por un año el acuerdo START para no aumentar sus arsenales nucleares

El pacto firmado en 1991 entre las dos máximas potencias nucleares limita a 1.550 proyectiles atómicos en cada país. Rusia y EE.UU. aumentarían su arsenal si no se firma un nuevo pacto

Rusia
Caretas con la imagen del presidente estadounidense Donald Trump y del presidente ruso Vladimir Putin a la venta en un mercado de souvenirs en San Petersburgo
Efe

El presidente ruso Vladimir Putin ha ofrecido a su homólogo estadounidense, Donald Trump, una extensión de un año del último acuerdo alcanzado entre ambos países para limitar su arsenal nuclear. Ambos países, que son las dos grandes potencias nucleares del mundo, tienen firmado un acuerdo en vigor hasta el próximo 5 de febrero de 2026.

El pacto “START” nuclear es una serie de tratados entre Estados Unidos y Rusia (antes la URSS) destinados a limitar y reducir sus arsenales de armas nucleares estratégicas, con el objetivo de prevenir una guerra nuclear y promover la estabilidad internacional. El primer tratado fue firmado en 1991 -coincidiendo con la disolución de la URSS-, y limitó la cantidad de cabezas nucleares y vehículos de lanzamiento de misiles que podían almacenar ambos países.

La última versión del acuerdo, nombrado “START III”, fue firmado por los entonces presidentes Barack Obama y Dmitri Medvédev, y limitó hasta 1.550 ojivas nucleares y 700 sistemas de misiles bombarderos en cada país. Según lo acordado en el pasado, deben cumplirse medidas de verificación y garantizarse inspecciones mutuas para ratificar que se cumple el tratado.

Alaska
Vladimir Putin y Donald Trump, a su llegada a Anchorage, Alaska
The White House

Sumergido en la guerra y la ocupación de Rusia durante más de tres años, Putin aseguró que su propuesta de extender por un año al actual pacto es un interés global para garantizar la no proliferación y negociar con Washington el control de armamento. Desde que Trump retomó el poder, la Casa Blanca presiona al Kremlin para finalizar la guerra en Ucrania.

“Es un movimiento positivo y bienvenido”

Mientras el presidente Volodimir Zelensky exige a EE.UU. la imposición de más sanciones sobre Rusia, Putin busca apaciguar la presión sobre Rusia con su movimiento estratégico. “Rusia está dispuesta a seguir adhiriéndose a los límites del tratado START. Posteriormente, con base en un análisis de la situación, decidiremos si mantenemos estas restricciones. Esta medida solo será viable si Estados Unidos actúa de manera similar y no toma medidas que socaven o violen el equilibrio existente de capacidades de disuasión”, señaló Putin.

El anuncio del Kremlin rompe con la política fijada hasta la fecha, donde insistía en que solo valoraría negociar el tratado nuclear si se dejaban atrás las diferencias respecto a la guerra de Ucrania. Precisamente, la invasión militar rusa aplazó el debate sobre la renovación del tratado, pese a que Trump insinuó su deseo de firmar un pacto amplio que incluya también a China.

“Es un movimiento positivo y bienvenido”, consideró a la agencia Reuters Daryl Kimball, directos de la Arms Control Association. Kimball cree que Trump y Putin “pueden contribuir a reducir la amenaza existencial de seguridad que afronta el mundo”. Pese a la aparente buena voluntad, Putin aclaró que su país monitoreará la actividad nuclear de Washington, especialmente sus refuerzos de baterías de misiles defensivos y el posible despliegue de interceptores en el espacio exterior.

“Es un movimiento positivo y bienvenido”

“La implementación práctica de tales acciones desestabilizadoras podría anular nuestros esfuerzos por mantener el statu quo en el ámbito del START y responderemos en consecuencia”, declaró Putin. Conjuntamente, Rusia y EE.UU. acumulan cerca del 90% de los arsenales nucleares mundiales.

Pese a la aparente afinidad entre los líderes de ambos países, los desencuentros al negociar el fin de la guerra en Ucrania han elevado la tensión entre ambos países, que estuvieron enfrentados durante décadas durante la “Guerra Fría”. Si bien Trump anunció temporalmente el corte a la ayuda militar a Ucrania, el envió de material bélico a Kiev -comprado por aliados europeos- se ha reanudado.

En septiembre del año pasado, Putin anunció una revisión de la doctrina nuclear de Moscú, declarando que un ataque convencional por parte de cualquier nación no nuclear con el apoyo de una potencia nuclear se consideraría un ataque conjunto contra su país. La amenaza, debatida en una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia, tenía como objetivo disuadir a Occidente de permitir que Ucrania atacara a Rusia con armas de largo alcance.

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