La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se enfrenta a una campaña cada vez más hostil por parte de Rusia. La política germana se ha convertido en una de las adversarias políticas más visibles del Kremlin y blanco de sus críticas. Este domingo, el ataque ruso ha escalado y ha pasado de la desinformación a afectar directamente a la seguridad de la mandataria.
Von der Leyen se ha embarcado este fin de semana en una gira “solidaria” por los países de la UE “en primera línea”. Ha visitado Finlandia, Estonia, Lituania, Letonia, Polonia, para después partir a Bulgaria y Rumanía. Precisamente el domingo, la presidenta de la Comisión Europea fue más explícita que nunca respecto al presidente ruso, Vladimir Putin. “Es un depredador”, aseveró Von der Leyen. “Sabemos por experiencia que solo se le puede mantener a raya mediante una fuerte disuasión”, advirtió la presidenta del Ejecutivo comunitario, y recordó que “Putin no ha cambiado ni cambiará”, por lo que había que mantener la sensación de “urgencia”.
📍 At the border between Poland and Belarus.
Poland is facing hybrid attacks from across the border.
We stand in solidarity with our Member State.
In our new EU budget, we have proposed to triple border management funding.
We are all responsible for Europe’s external borders pic.twitter.com/gdoWTmr3NW
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) August 31, 2025
“La brutal guerra de Rusia contra Ucrania entra en su cuarto año. Es obvio que Putin no se detendrá ahí”, recalcó Von der Leyen. Horas antes de estas declaraciones, cuando el avión fletado para la presidenta comunitaria volaba a Bulgaria, su siguiente destino en su gira tras visitar Polonia, el GPS de la aeronave comenzó a sufrir interferencias al acercarse a Plovdiv. Los controladores aéreos búlgaros se vieron obligados a cambiar a sistemas de aterrizaje terrestres para garantizar la llegada segura de la aeronave. Los pilotos usaron mapas en papel y radionavegación. Las autoridades de Sofía sospechan que Rusia está detrás de las interferencias. Este lunes, una portavoz de la Comisión confirmó las interferencias y las calificó de “flagrantes” y emblemáticas de las amenazas a las que se enfrentan los líderes de la UE.
“Este incidente subraya la urgencia de la misión que la presidenta está llevando a cabo en los Estados miembros de primera línea”, recalcó la portavoz Arianna Podestà. Según la agencia AP, ya son alrededor de 80 ciberataques e incidentes en la UE orquestados en Rusia y Bielorrusia desde el inicio de la invasión rusa.

El intento de desestabilización coincide con una intensificación de la ofensiva digital contra ella. A principios de julio, cuando Von der Leyen sobrevivió a una moción de censura en el Parlamento Europeo, los medios de propaganda rusos, los bots y las redes de proxies se pusieron en marcha. Su objetivo: presentarla como corrupta, autoritaria e incapaz de liderar.
Según un informe confidencial recogido por Politico de Check First, organismo finlandés de control de la desinformación, las redes vinculadas a Rusia produjeron casi 21.000 contenidos entre marzo y junio, y su actividad se intensificó a medida que se acercaba la votación parlamentaria. La propaganda no inventó escándalos de la nada, sino que manipuló los debates existentes, magnificando la disidencia hasta convertirla en lo que parecía una revuelta a escala continental.

Según Moscú, Von der Leyen es la “reina Úrsula”, que preside un ejército de burócratas no elegidos empeñados en militarizar el bloque y arrastrar a Europa a la guerra. Los medios de comunicación estatales rusos, como RT y Sputnik, sancionados en la UE desde 2022, han desempeñado un papel fundamental en la amplificación de esta narrativa, presentando a su Comisión, como un proyecto imperial hostil a la democracia.
La propaganda también ha personalizado los ataques, elevando a figuras como el líder de extrema derecha rumano George Simion -que llegó a la segunda vuelta de las presidenciales en Rumanía en mayo- como supuestos héroes que luchan contra las élites de Bruselas. Los analistas afirman que el objetivo no es solo desacreditar a Von der Leyen, sino también erosionar la confianza en las instituciones de la UE y debilitar la unidad europea en un momento de confrontación geopolítica con Moscú.

Lo cierto es que la campaña de desinformación se intensificó desde que Von der Leyen comenzó a formar su segunda Comisión, que tomó posesión a finales de 2024. Funcionarios rusos, entre ellos el expresidente Dmitri Medvedev, tacharon al nuevo equipo de “don nadies con un ego inflado” y han acusado a Bruselas de llenar los puestos más altos con “rusófobos”. La ex primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, y el exlíder de Lituania, Andrius Kubilius, han sido señalados como belicistas y tildados de “comisarios para la guerra contra Rusia” por RT.
Asimismo, el destacado papel de Von der Leyen en la configuración del apoyo de la UE a Ucrania la ha convertido en el blanco de la ira de Moscú. Para el Kremlin, ella encarna tanto la voluntad política de sancionar y aislar a Rusia como el impulso de convertir a la UE en un actor geopolítico más asertivo.

La combinación de ciberguerra, guerra de información y guerra electrónica contra ella pone de relieve lo que los expertos en seguridad describen como la “estrategia híbrida” de Rusia, una estrategia diseñada para acosar, desestabilizar e intimidar sin llegar a una confrontación abierta. Para Bruselas, el reto no solo consiste en proteger a sus líderes, sino también en contrarrestar el goteo constante de propaganda que se filtra en el torrente sanguíneo político de Europa.
Sin embargo, la interferencia del domingo supone una escalada muy preocupante para la UE. Aunque Von der Leyen aterrizó sana y salva, el mensaje de Moscú fue inequívoco: a ojos del Kremlin, la máxima autoridad europea es el enemigo número uno.