En una declaración sorpresa, aunque había mucho runrún en los últimos días, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Israel ha aceptado las condiciones necesarias para formalizar un alto el fuego de 60 días con Hamás en la Franja de Gaza, lo que podría suponer un avance decisivo en los esfuerzos por poner fin a casi 21 meses de guerra ininterrumpida que han dejado más de 56.000 muertos. Sin embargo, a pesar del gran revuelo que ha suscitado el anuncio, siguen existiendo obstáculos y hay cuestiones clave que aún no han sido resueltas.
“Trabajaremos con todas las partes para poner fin a la guerra”, escribió Trump en su plataforma Truth Social. Según el mandatario, la propuesta final será entregada a Hamás por Catar y Egipto, los dos principales mediadores en las conversaciones en curso.

Trump: “Alto el fuego de 60 días”
“Mis representantes han mantenido hoy una larga y productiva reunión con los israelíes sobre Gaza. Israel ha aceptado las condiciones necesarias para formalizar el ALTO EL FUEGO de 60 días, durante el cual trabajaremos con todas las partes para poner fin a la guerra. Los qataríes y los egipcios, que han trabajado muy duro para ayudar a lograr la paz, presentarán esta propuesta definitiva”.
“Espero, por el bien de Oriente Medio, que Hamás acepte este acuerdo, porque la situación no va a mejorar, solo va a empeorar”, advirtió Trump.

Según informa la prensa israelí este miércoles, funcionarios israelíes no han comentado públicamente el anuncio de Trump, y aún no está claro si el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu ha respaldado plenamente la propuesta o si simplemente está participando en nuevas negociaciones. Las conversaciones sobre un alto el fuego temporal se han prolongado durante meses, estancándose repetidamente por los términos de lo que sucederá una vez que se detengan los combates. Israel ha insistido en su derecho a reanudar las operaciones militares, mientras que Hamás exige que el alto el fuego se convierta en una tregua permanente.
Los rehenes en el centro del acuerdo
Se calcula que hay unos 50 rehenes aún en manos de Hamás. Según fuentes familiarizadas con la oferta han contado a “The Times of Israel”, Hamás liberaría a 10 rehenes israelíes vivos durante el alto el fuego de 60 días y devolvería los restos de otros 18. En una segunda fase, supeditada al progreso hacia un alto el fuego permanente, se liberaría al resto de los cautivos.

Según el Al-Sharq Al-Awsat, la respuesta inicial de Hamás a la propuesta ha sido “en general positiva”. Sin embargo, Hamás ha exigido que se introduzcan cambios, entre ellos que la liberación de los rehenes se distribuya a lo largo de todo el periodo de tregua. Según un negociador, este ajuste tiene por objeto mantener la presión sobre Israel para que participe en conversaciones de alto el fuego a largo plazo y evitar que se repita lo que ocurrió durante la tregua anterior, cuando Netanyahu se retiró de las negociaciones una vez liberados los rehenes.
Presión creciente y señales divergentes
Dentro de Israel, las señales políticas han sido contradictorias. Mientras que algunos medios de comunicación, como el Canal 12, informan de que Netanyahu está dispuesto a hacer concesiones, otros, como el Canal 13, citan la retórica de línea dura del primer ministro. En una reciente reunión del gabinete de seguridad, se citó a Netanyahu diciendo: “Tenemos que matar a todas las personas que empuñan un arma. Nada menos que eso”.

A pesar de ello, Netanyahu parece estar sometido a una presión cada vez mayor, tanto a nivel nacional como internacional, para llegar a una resolución. Se espera que viaje a Washington la próxima semana, donde Trump afirma que será “muy firme” a la hora de presionar al líder israelí para que cierre un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes.