Tras 633 días de ofensiva militar en la Franja de Gaza, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu considera ahora que “primero debemos liberar a los rehenes”. Tras ser acusado por los familiares de los cautivos en manos de Hamás de abandonarles por el supuesto interés político del premier de eternizar la guerra, Netanyahu incide ahora en que existen “nuevas oportunidades regionales” tras el fin de la guerra contra Irán.
“Por supuesto, también debemos solventar el problema en Gaza y derrotar a Hamás, pero creo que lograremos ambas misiones”, insistió el líder israelí. Tras más de 21 meses de guerra, desatada tras el ataque del grupo islamista al sur de Israel del 7 de octubre de 2023 -en que 1.200 personas fueron asesinadas y 251 secuestradas-, la represalia israelí en la Franja habría matado ya a más de 56.500 personas, según las autoridades sanitarias gazatíes. En los ataques del pasado domingo, 72 personas perdieron la vida, mientras unos dos millones de gazatíes tratan de sobrevivir ante la escasez de alimentos, medicinas e infraestructuras civiles para llevar a cabo una vida digna.

Juicio por corrupción contra Netanyahu
Desde la prensa israelí, destacaron la voluntad manifestada por Netanyahu de centrarse ahora en intentar liberar a los 50 rehenes que siguen en Gaza -unos 20 siguen vivos-, y los simpatizantes del primer ministro exigen darle inmunidad judicial en sus juicios por corrupción para poder “centrarse” en la misión. El presidente estadounidense Donald Trump también exigió a la justicia israelí que frene lo que definió como “caza de brujas” contra el líder del Likud.
Tras el apoyo brindado por Trump a Netanyahu con su ataque a las centrales nucleares iraníes -que no habrían logrado destruir el uranio enriquecido para lograr armas atómicas-, la Casa Blanca presiona ahora a Israel para terminar definitivamente una guerra cuyos objetivos no parecen materializarse.
El Ejército de Israel se encalla
Con la Franja de Gaza derruida y Hamás muy debilitado, analistas militares consideran que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están encalladas en misiones para preservar sus bases dentro del enclave costero, a costa de constantes pérdidas de vidas de soldados. En junio, 20 reclutas murieron por las trampas mortales de Hamás, en uno de los meses más letales para las tropas israelíes desde el estallido del conflicto.

Negociaciones con Arabia Saudí y Siria
Washington aspira a que la tregua permanente en Gaza abra las puertas a la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudí, incluso también con Siria. Funcionarios israelíes y sirios llevan semanas negociando, y los vínculos formales con Riad se daban por hechos en los días anteriores a la matanza de Hamás en octubre del 2023.
Mediadores árabes esperan que Israel acepte volver a mandar una delegación a El Cairo para negociar la tregua con Hamás. Este lunes, el ministro de asuntos estratégicos Ron Dermer -mano derecha de Netanyahu- se reunión en Washington con oficiales estadounidenses para consensuar posiciones ante la nueva ronda negociadora.
Entre las principales discrepancias, se encuentra la insistencia de Hamás, que exige una paz definitiva y la retirada total de tropas israelíes. Por el contrario, el Ejecutivo de Netanyahu quiere guardarse la carta para retomar los combates si lo considera oportuno. La extrema derecha judía teme que una tregua definitiva suponga abandonar el sueño de construir asentamientos judíos en Gaza y expulsar a la población civil del enclave.
Ayuda humanitaria
Además, Hamás exige retomar el control sobre la distribución de ayuda humanitaria, que actualmente controla en su mayoría el controvertido Gaza Humanitarian Fund (GHF). Esta entidad privada norteamericana, que opera bajo protección israelí, genera constantes polémicas, dado que gazatíes hambrientos mueren a diario tiroteados mientras intentan conseguir alimentos para sus familias. Israel insiste en que el GHF es imprescindible para evitar que los islamistas controlen los camiones de ayuda, y revendan luego productos a precios astronómicos para financiar su maquinaria bélica.

La anterior ronda de negociaciones en Doha estaba prevista para el 13 de junio, pero un día antes Israel lanzó la operación sorpresa en Irán, lo que supuso la paralización de los contactos. Mientras Netanyahu pretende visitar Washington en las próximas semanas, las FDI planean una posible extensión de sus operaciones en partes de Gaza, donde volvieron a emitir ordenes de desplazamiento a la población civil.
“Hagan el acuerdo en Gaza, y traigan de vuelta a los rehenes”, demandó Trump en su red social. El presidente estadounidense mostró optimismo respecto a la expansión de los “Acuerdos de Abraham”, la normalización de relaciones que impulsó en 2020 entre el estado judío y países árabes y musulmanes. “Iran era el principal problema”, consideró. En cambio, el fin de la guerra “creó una nueva oportunidad para todos, debemos crear un nuevo camino”, defendió Tom Barrack, embajador de EE UU en Turquía.