“No habrá deserciones”. Alberto Núñez Feijóo se ha asegurado el cierre de filas de todas sus comunidades autónomas ante el “regalo envenenado” del Gobierno con la condonación de la deuda. “No entrarán en la trampa”, explican aseguran fuentes de la dirección del PP.
Antes de que Moncloa diera luz verde a la quita de la deuda este martes, Génova ya se había coordinado con los responsables de la materia de las comunidades donde gobierna para negociar una respuesta coordinada y unitaria. Y así se consiguió en una reunión el lunes pese a los intentos del Gobierno de romper esa unidad. El rechazo de los presidentes populares ha sido unánime, siendo muy críticos desde Andalucía o la Comunidad de Madrid. Una respuesta “sincronizada” que permitió a la dirección nacional respirar tranquila.

Hay comunidades como la Comunidad Valenciana, Castilla y León, Galicia o Canarias que ya advierten incluso de la posibilidad de presentar un recurso de inconstitucionalidad si la quita de la deuda supera la tramitación parlamentaria.
Y así, Génova logró una sola voz de su poder territorial. “Mantenemos la misma postura que hemos tenido desde el principio. No soluciona el problema de infrafinanciación de Andalucía”, respondieron desde el Gobierno de Juanma Moreno. De hecho, el presidente andaluz ha sido uno de los más contundentes contra la quita, toda vez solo responde a la necesidad de “salvar a Sánchez” y para salvarlo, dijo, “nos meten en un lío utilizando los recursos y el aparato del propio Estado”.
Precisamente, Moreno se reúne este martes con su homólogo en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en el marco de unas jornadas universitarias en Santander. Allí, el barón popular tratará de convencer al presidente castellanomanchego de que se sume al frente autonómico contra la quita de la deuda. Un intento “en balde”, advierten fuentes del entorno de Page en conversación con este diario. Juanma Moreno también tratará la misma operación con el presidente de Asturias, Adrián Barbón.
Génova también logró el apoyo de la extremeña María Guardiola. Desde su Gobierno denunciaron que se trata de una quita “falsa” que confirma un “tratamiento de favor pensando exclusivamente en un territorio”, en referencia a Cataluña. “Lo que se pretende es que con dinero de todos los españoles se pague la mala gestión del separatismo catalán y este Gobierno no lo va a aceptar”, zanjaron las fuentes consultadas. Desde Aragón, el presidente Jorge Azcón también avisó de que la deuda “no se evapora, sino que cambia de manos”.
En Génova son conscientes de que varios de sus territorios pueden estar tentados de acogerse a la quita en un futuro, sobre todo las más infrafinanciadas, como la Comunidad Valenciana o la Región de Murcia. Pero también otras autonomías que de momento tan solo dicen “no” a la oferta actual del Gobierno. De hecho, en privado, algunos territorios apuntaron a que quieren leer “la letra pequeña” de lo acordado en el Consejo de Ministros, como Baleares o la Comunidad Valenciana.
“Una trampa”
Ante posibles fugas, en la dirección del PP repiten que “es una trampa”. “La deuda no desaparece, sino que cambia de bolsillo”. Y recuerdan que que tienen “firmado en un papel” el rechazo de todos sus presidentes autonómicos a aceptar la medida. Se refieren a la firma del documento “Todos a una” en el que, en septiembre de 2024, los barones populares renunciaban a negociar de forma bilateral la quita de la deuda, en la previa de la ronda de reuniones con Pedro Sánchez en Moncloa.
La propia portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz tildó de “quimera” que alguno de sus presidentes acepte la quita de la deuda. “Son gente de palabra”, dijo. “No entro en esa quimera de que pudieran hacer algo contrario de lo que han firmado en dos ocasiones”, zanjó.
No es la primera vez que el Gobierno trata de “ganar en río revuelto”, como reconocen en privado los populares. Aunque descartan una brecha, al menos de momento. “¿Si es tan bueno por qué no hacen la quita obligatoria? Porque buscan el choque entre las comunidades”, destacan en el entorno de Feijóo.