Muchas parejas pueden caer en la falsa creencia de la entrega total como sinónimo de amor verdadero. Para esta falsa creencia, la psiquiatra Marian Rojas Estapé propone un enfoque diferente.
“A veces en las relaciones de pareja no sabemos poner nuestros propios límites. Esto nos afecta en nuestro día a día de manera inevitable”, asegura Rojas Estapé.
El arte de decir “no” sin culpa
Para Rojas Estapé, establecer límites en la vida afectiva es un acto de madurez emocional y una herramienta fundamental para evitar el desgaste. “Con mis pacientes suelo utilizar esta frase: ‘No se trata de ir en contra de nadie sino a favor de uno mismo’. Es fundamental que nos cuidemos, que detectemos qué nos está haciendo daño o molestando, qué roles se pueden mejorar, qué está impidiendo que la relación fluya.”, explica.
Poner límites no es cerrar puertas, insiste, sino definir lo que uno está dispuesto a aceptar para no traicionarse a sí mismo. Esto incluye aspectos cotidianos como el respeto por el tiempo propio, la autonomía, la intimidad emocional y la libertad de tomar decisiones sin miedo a represalias afectivas.
Relaciones desequilibradas: cuando el límite se rompe
Una de las situaciones más comunes que Rojas Estapé aborda en su consulta tiene que ver con parejas en las que una parte se siente agotada, culpable o frustrada. “Todos nosotros nos hemos dado cuenta en una relación, y sobre todo en las relaciones de pareja, a veces no sabemos poner límites”, asegura. Sin embargo, no poner límites puede generar terminar perdiéndose a uno mismo.
Este tipo de dinámicas suele derivar en dependencia emocional, donde la persona prioriza las necesidades del otro por encima de las propias, generando malestar, ansiedad y resentimiento. Para evitarlo, la psiquiatra propone aprender a identificar las señales de alerta: el cansancio emocional, la pérdida de ilusión o la sensación constante de tener que justificar todo. Además, asegura que poner estos límites no es algo egoísta, sino que consiste en proteger la salud de sí mismo, tanto física como psicológica.
“Poner límites no es poner barreras entre una persona y otra, sino hacer puentes que mejoran la comunicación”, explica la psiquiatra Rojas Estapé.
Educar en límites desde el amor
El discurso de Rojas Estapé no busca fomentar la confrontación en la pareja, sino el diálogo consciente y el crecimiento mutuo. “Poner límites no significa crear conflictos, sino prevenirlos”, explica. Y añade: “Tienes que identificar qué es aquello que te perjudica y llena de cortisol, qué activa tus factores de estrés. No olvides que las emociones reprimidas son aquellas que luego salen por la puerta de atrás”.
De ahí su frase: “No es contra ti, es a favor de mí”. Un recordatorio de que cuidar del bienestar propio también es una forma de cuidar la relación. Para ella, los límites son actos de amor propio que invitan al otro a conocernos mejor y respetarnos más.
El cortisol, el estrés y las relaciones
Rojas Estapé también relaciona la falta de límites con el impacto fisiológico que tiene sobre el cuerpo. En su libro “Encuentra tu persona vitamina”, advierte que vivir en una relación que genera ansiedad constante eleva los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que puede desencadenar desde insomnio hasta enfermedades psicosomáticas.