No le dejaba tener teléfono, ni acudir al ginecólogo cuando estaba embarazada, ni maquillarse. El auto de apertura del juicio oral sobre el caso de Paula Martín, la joven de 28 años asesinada el 17 de mayo de 2023 en Torremolinos repasa la relación de violencia y control que sufrió a manos de su asesino, Marco Romeo, quien años antes había asesinado también a Sibora Gagani, su anterior pareja, una joven albanesa de 22 años que constaba como desaparecida desde 2014.
Una vez que Marco Romeo fue detenido por el asesinato de Paula confesó el crimen de Sibora y los investigadores hallaron sus restos emparedados en un apartamento de la localidad malagueña.
Había sufrido violencia por parte de una pareja anterior
El auto de apertura de juicio oral del juzgado de instrucción número 3 de Torremolinos, de este 25 de julio, explica que Paula Martín estuvo dada de alta como usuaria en el Centro de Información a la Mujer del Ayuntamiento de Benalmádena, desde octubre de 2019, como víctima de violencia de género respecto de una pareja anterior, llegando a tener a su favor medidas cautelares de alejamiento e incomunicación. Estuvo viviendo en casa de acogida desde mayo de 2020, volviendo finalmente a Benalmádena, donde residió desde, aproximadamente, agosto de 2020″.
Poco después, sin haberse recuperado, conoció al que se convertiría en su asesino, Marco Romeo y, apenas un año más tarde, tenían un hijo. Paula era una mujer vulnerable con problemas de consumo de sustancias, condición que empeoró cuando comenzó su relación con Romeo y que había provocado que las instituciones se hicieran cargo de sus tres hijos
El dinero que ella ganaba se lo quitaba y tampoco la dejaba ir a trabajar
“El consumo de tóxicos por parte de Paula se incrementó a raíz de conocer al investigado, y que fue entonces cuando comenzó a faltar comida y lo esencial para los menores, pues él no le permitía trabajar ni tampoco trabajaba. A finales de enero de 2021, en la puerta del colegio de los niños, Marco Romeo le manifestó a la profesora de alguno de los niños ‘a ver cómo pueden hacer algo por Paula, que está muy depresiva’. Tenían problemas económicos porque el dinero que ella ganaba se lo quitaba el acusado, y tampoco la dejaba ir a trabajar“.
El auto describe el férreo control al que el asesino sometía a la joven. “El acusado intentaba aislar a Paula, le contaba a una amiga y vecina de ella que estaba depresiva, no la dejaba salir a trabajar por lo que perdía sus trabajos, no le dejaba tener teléfono y tenía que usar el de Marco Romeo. Durante el embarazo del menor de sus hijos, el acusado no permitía a Paula visitar al ginecólogo, le decía que tenía que hacer lo que él decía o haría todo lo posible para que le quitaran a sus hijos”.
“No le he contado nada, solo le he dicho que nos hemos peleado”
“Era común que Paula presentara lesiones externas evidentes, pero siempre decía que se había caído, que era muy torpe. Marco Romeo la amenazaba con expresiones del tipo ‘te voy a hacer lo mismo que a Sibora’ (en referencia a su pareja anterior). Paula no se podía maquillar porque el investigado era muy celoso y no se lo permitía. Durante las discusiones el encausado le decía a su pareja “sin mí no eres nadie, sin mí no vas a conseguir a los niños, todo lo que estás haciendo lo estamos logrando juntos”. Cuando la hermana de Paula intentaba hablar con los dos por vídeo llamada, Paula no hacía más que repetir, delante del encausado, ‘no le he contado nada, de verdad que no le he contado nada, solo le he dicho que nos hemos peleado’. Marco Romeo tenía el control de las tarjetas bancarias de Paula”.
El auto detalla como ambos consiguieron trabajo en un par de establecimientos y como Marco Romeo protagonizó episodios violentos y de celos en uno de esos locales llegando a echar la puerta abajo del baño porque pensaba que Paula podía estar acompañada por alguien en su interior. De ese mismo establecimiento Romeo robó un cuchillo de grandes dimensiones, con el que supuestamente cometió el asesinato, una semana antes del crimen.
Paula había decidido romper su relación con Marco Romeo y había comenzado otra. “Paula y él habían llegado al acuerdo de que, cuando él cobrara el dinero del finiquito -por su despido de uno de los establecimientos- se marcharía del apartamento y se quedaría ella residiendo sola allí”.
El día antes del crimen
“El día 16 de mayo de 2023, martes, fue el día de descanso de Paula y pasó el día en el donde trabajaba con su jefa y otros compañeros y amigos. Sobre las 17:30 horas de ese día cogió un taxi y se fue con su nueva pareja al domicilio de él, también en Torremolinos. Mientras estaba allí, Marco Romeo la llamó por teléfono y le dijo que podía volver al domicilio, que él ya había cobrado (no siendo cierto) y que se había marchado del apartamento que compartían, lo cual tampoco había ocurrido. Ella decidió quedarse a pasar esa noche en casa de su nueva pareja”.
“Esa tarde-noche, antes de hacer la llamada telefónica antes relatada, Marco Romeo había estado controlando a Paula. Así, la había visto subirse en el taxi de Torremolinos junto al Hotel Las Palomas y estuvo preguntando a otros taxistas por el lugar a donde había ido ese taxi, utilizando varias excusas. Finalmente pudo dar con el conductor y éste le comunicó la dirección donde había llevado a Paula. Así Marco Romeo llamó por teléfono a Paula sabía perfectamente que estaba en casa de su compañero de trabajo, Martín, y le tendió la trampa de decirle que él ya no estaba viviendo en el apartamento que compartían para que ella volviera y poder ejecutar el ataque y posterior muerte de Paula, la cual tendría lugar a la mañana siguiente”, detalla el auto.
“En la mañana del día 17 de mayo de 2023 Paula Martín volvió en taxi a su domicilio. Su nueva relación, preocupado, habló con ella por teléfono sobre las 10:00 horas y ella le dijo que estaba bien, que se iba a duchar y que se iba al trabajo. Sobre las 11:00 horas de ese día, 17 de mayo de 2023, los compañeros de trabajo de Paula, -vivía encima del local- comenzaron a escuchar gritos, claramente de Paula, pidiendo auxilio los cuales provenían de su domicilio. Durante una discusión, Marco Romeo asestó varias cuchilladas con el cuchillo profesional de cocina que días antes había sustraído hasta causarle la muerte. Ella llevaba puesta una mochila en la espalda, pues estaba intentado huir del lugar cuando Marco Romeo le asestó la última puñalada, mortal, por la espalda, en el costado derecho de la víctima, cuando la misma estaba semigirada hacia la puerta”.
Los trabajadores del local corrieron a la vivienda y preguntaron si todo iba bien. El asesino les dijo, a través de la puerta, que no pasaba nada y, en un momento dado, salió del domicilio. Más tarde fue detenido y semanas después también se encontró emparedado el cuerpo de Sibora Gagani, a quien Marco Romeo asesinó nueve años antes.