Después de años de silencio, Amaia Montero ha vuelto a hablar. La cantante donostiarra ha roto su prolongado mutismo para confirmar lo que muchos fans llevaban tiempo esperando: su regreso a La Oreja de Van Gogh, la banda que la vio nacer y con la que marcó a toda una generación.
El grupo y su vocalista original unirán de nuevo sus caminos en una gira que recorrerá las principales ciudades de España y Hispanoamérica en 2026. La noticia ha generado un auténtico terremoto en redes sociales. Los seguidores celebran el reencuentro. Aunque algunos cuestionan el modo en que se ha producido tras casi dos décadas de separación.
Amaia Montero y La Oreja de Van Gogh, una historia que vuelve a empezar
El regreso de Amaia Montero a La Oreja de Van Gogh pone fin a uno de los capítulos más largos y enigmáticos de la música española reciente. Su salida en 2007, tras más de una década al frente del grupo, abrió una etapa marcada por el éxito individual de la artista y por la continuidad de la banda con Leire Martínez como vocalista.
Sin embargo, en los últimos meses, las señales de reconciliación comenzaron a multiplicarse. Los rumores sobre reuniones discretas en San Sebastián y Madrid anticipaban una colaboración que hoy ya es una realidad. “Hemos vuelto. Con mi banda, con mis compañeros, mis hermanos, mi familia”, escribió Amaia en un mensaje que emocionó a miles de seguidores.
La cantante ha explicado que no fue una decisión sencilla, pero sí necesaria. “No es un camino fácil, no es cómodo ni agradable, pero sí muy real. De esto va la vida, de irse para volver a ser; de alejarse del ruido para volver a escuchar”, confesó en un texto que refleja tanto su madurez personal como artística.
Un mensaje íntimo tras años de silencio
Durante casi 18 años, Amaia Montero se mantuvo alejada de La Oreja de Van Gogh y de cualquier posibilidad de reencuentro. La relación entre ambas partes pasó por momentos difíciles, marcados por declaraciones cruzadas y un distanciamiento público que parecía irreversible.

Su regreso no solo representa un paso profesional, sino también personal. “Durante seis años pensé muchas veces que no podría más, que no lo conseguiría, quizás porque en realidad ya no quería conseguir nada. Empecé entonces a deshacerme de la idea de mí para ser yo”, reconoció la cantante en su mensaje, dejando entrever un proceso de transformación profunda.
Estas palabras han conmovido a sus seguidores, que han visto en ellas una declaración de renacimiento. En redes sociales, miles de mensajes de apoyo celebran el regreso de una de las voces más emblemáticas del pop español.
La gira que unirá a Amaia Montero y La Oreja de Van Gogh
La gira de Amaia Montero y La Oreja de Van Gogh será uno de los grandes eventos musicales del próximo año. Aunque las fechas concretas se anunciarán en noviembre, se sabe que incluirá paradas en Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, Sevilla, Ciudad de México, Buenos Aires, Santiago de Chile y Bogotá.
Las entradas se han agotado en varias ciudades en cuestión de horas, algo que la artista ha recibido con emoción. “Estoy conmovida por esas entradas que vuelan y por ese público que me hace sentir que estoy en casa, el que me ha estado esperando”, expresó Amaia.
La banda, por su parte, ha compartido mensajes de agradecimiento hacia los fans y ha destacado que esta nueva etapa busca “celebrar lo vivido y mirar hacia adelante con ilusión”.
Una nueva etapa para una generación
El regreso de Amaia Montero a La Oreja de Van Gogh simboliza algo más que una reunión musical: es la reconciliación de una historia que marcó a una generación. Canciones como Rosas, 20 de enero, La playa o Puedes contar conmigo definieron la banda sonora de miles de jóvenes en los años 2000.
Ahora, ese legado vuelve a unirse sobre los escenarios. “Las oportunidades nacen cuando decides que mereces otra”, escribió Amaia, en lo que muchos interpretan como una reflexión sobre su proceso personal y sobre la posibilidad de empezar de nuevo.
Los seguidores esperan con expectación el reencuentro en directo. “Aún nos queda mucho por vivir”, promete la cantante, convencida de que el tiempo, pese a las heridas, también puede curar.




