Entrevista

Blanca Nieto, artista: “Utilizo las telas y los zurcidos que he visto usar a las mujeres de mi familia”

Blanca Nieto "Blannim" invitada especial en la II edición de Beyond Art celebrada en Barcelona

En el marco de la Barcelona Design Week 2025, Juno House celebró la segunda edición de una iniciativa que reafirmó a la ciudad como punto de encuentro entre arte, emprendimiento y liderazgo femenino. El pasado 21 de octubre, el club abrió sus puertas para un evento que unió la expresión artística con la visión empresarial, de la mano de la artista española Blanca Nieto. La cita permitió conocer su proceso de creación y reflexionar sobre el papel del emprendimiento artístico liderado por mujeres.

Formada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca y con un Máster en Valencia, Blanca Nieto se ha consolidado como una de las voces más interesantes del arte contemporáneo joven en España. Su obra ha viajado por escenarios internacionales como SP-Arte São Paulo (Brasil) y ha encontrado su lugar en exposiciones de referencia en España, entre ellas Estampa Madrid y Just Mad.

En su exposición en Juno House, Nieto presentó piezas de las series Estratos y Mnemotecnias, obras que abordan la memoria, el paso del tiempo y la huella emocional mediante la superposición de telas, pigmentos y puntadas. En esta exhibición, la artista continuó su línea de investigación, mostrando cómo la materia puede convertirse en un medio para conservar recuerdos y experiencias.

En su trabajo, la memoria se presenta como un proceso vivo y en constante construcción, donde los recuerdos se fragmentan y se reconfiguran una y otra vez. ¿Cómo utiliza la estructura del políptico para representar visualmente esa naturaleza cambiante de la memoria, y de qué manera el formato dialoga con la idea de una identidad en movimiento?

El políptico es precisamente el lenguaje que he encontrado para representar la naturaleza fragmentada y reconfigurable del recuerdo en mi mente, como un conjunto de paneles que se van entrelazando.

Al dividir la obra, cada una de las partes del políptico contiene fragmentos de tela pintados con diferentes motivos que ocupan solo una porción del espacio. Sin embargo, al unirse los lienzos, estos fragmentos crean una continuidad visual.
Esto simboliza que nuestros recuerdos se componen de fragmentos individuales que, con el paso del tiempo, se reconfiguran para formar una narrativa coherente, una identidad que siempre está en movimiento.

Su obra explora la memoria desde una mirada femenina que trasciende lo biográfico. Más allá del uso de técnicas textiles, ¿en qué otros elementos —la composición, la elección cromática o la narrativa visual— se manifiesta esa perspectiva de género?

Mi obra no pretende ser un discurso de género, porque el recuerdo es algo universal y transversal a todos los seres humanos. La mirada femenina reside en mi condición de mujer y en mi elección de técnicas. Utilizo las telas y los zurcidos que he visto usar a las mujeres de mi familia y entorno para plasmar mis ideas, aunque esto es algo sobre lo que he reflexionado posteriormente.

Más allá de eso, la composición y la elección cromática se rigen por la emoción o el mensaje que quiero transmitir, que junto a las sutilezas de las telas y los zurcidos, son las que, al unirse, crean esa narrativa visual.

Usted ha reivindicado el arte textil como un lenguaje propio, históricamente asociado a los oficios femeninos. Al incorporarlo en sus piezas, no solo revaloriza una técnica marginada por el canon, sino que también reinterpreta cómo entendemos la memoria. ¿De qué manera estas puntadas y tejidos se convierten en una forma de escritura emocional o incluso política?

A través del textil he encontrado la metáfora perfecta del recuerdo. La superposición de telas genera esas veladuras y sutilezas que busco: el presente se ve nítido, pero los recuerdos se vuelven difusos, como si hubiera un velo que los distorsiona. Los zurcidos, por su parte, son la cicatriz y el vínculo tangible que las experiencias pasadas dejan en nosotros y que definen quiénes somos hoy.
El bordado y la costura han estado culturalmente ligados a las mujeres en mi zona, la Sierra de Francia, y son técnicas que, lamentablemente, se están perdiendo. Para mí, usarlas se ha convertido en un acto de homenaje a mi herencia.

En esa misma línea, ¿considera que su trabajo no solo eleva lo textil al plano artístico, sino que también cuestiona las jerarquías que tradicionalmente han separado el arte de la artesanía y lo masculino de lo femenino dentro del discurso estético?

Yo creo que el arte y la artesanía se diferencian principalmente en el propósito. El arte busca transmitir emociones o ideas, mientras que la artesanía busca tener una utilidad o una función. Lo que sí creo es que el arte se hace con técnicas artesanales como medio para conseguir su finalidad expresiva, o al menos, así es en mi caso. De hecho, diría que ciertas prácticas que culturalmente se han considerado solo artesanía, hoy día están siendo reconocidas como arte.

En cuanto a la jerarquía de lo femenino y lo masculino, es un hecho que a día de hoy sigue habiendo una mayor presencia de artistas hombres en museos y colecciones. Deseo personalmente que esto cambie pronto. Por eso me honra formar parte de un proyecto como Beyond Art, que está impulsando y promoviendo la creación femenina.

Su obra destaca por la sensibilidad cromática y la fusión de materiales tradicionales con conceptos contemporáneos. ¿Qué papel desempeñan el color y la textura en la construcción del significado? ¿Cómo logra que cada material evoque una emoción o un recuerdo concreto?

El concepto de mis cuadros es, de hecho, universal y atemporal donde el color y las texturas son fundamentales. El color lo utilizo para evocar la esencia del recuerdo. A veces, se debe a la emoción que me transmite (por ejemplo, el rojo para la calidez), pero en otras ocasiones, evoca la paleta específica del lugar donde sucedió ese recuerdo.

Los motivos con los que pinto los fragmentos de tela con pigmento son una especie de lenguaje intrínseco y personal. Nombres como ‘llamas’, ‘hojas’ o ‘bucles’ son los que utilizo para denominar a esos motivos que representan diferentes sensaciones (olores, sabores, sensaciones térmicas, incluso elementos del paisaje) que son parte de ese recuerdo.

Por último, los zurcidos, además de darle a la obra una dimensión táctil, representan ese vínculo y cicatriz que los recuerdos dejan en nosotros. Es la conjunción de la superposición de telas, la unión de los fragmentos pintados y el color lo que construye el recuerdo.

En el marco de Beyond Art, su propuesta se presenta en un espacio que busca visibilizar el liderazgo y la creación femenina. ¿Siente afinidad o conexión entre su trabajo y la misión de Juno House de generar comunidad y memoria compartida entre mujeres?

Siento afinidad con su propósito de visibilizar el liderazgo y la creación femenina. Además, mi obra, que se enfoca en la memoria como un tejido compartido, se conecta con su misión de generar comunidad y memoria colectiva.

La memoria es un eje constante en su producción artística. ¿Qué la llevó a centrarse en este tema y cómo ha evolucionado su reflexión sobre la memoria desde sus primeras obras hasta las más recientes?

Elegí la memoria como eje central porque siempre me ha fascinado la idea de que es la base fundamental de nuestra identidad. Mi reflexión sobre este tema ha evolucionado de forma progresiva a través de mis series:

Contextura: Aquí exploro el recuerdo como un fluido. Mi interés se centra en cómo se percibe con total nitidez en el presente, pero inevitablemente se vuelve borroso y se difumina a medida que se aleja en el tiempo.

Olvidos: Esta serie mantiene el concepto del recuerdo como fluido, pero introduce una evolución técnica. Aquí empiezo a utilizar varias capas de telas de gasa pintadas y superpuestas para representar visualmente cómo los recuerdos van perdiendo su nitidez.

Estratos: Las obras de esta serie son polípticos en los que busco capturar y representar recuerdos específicos, dándoles forma a través de la superposición de textiles, uso de un lenguaje dibujado con pigmento y lienzos que se alinean. De esta serie provienen la mayoría de las obras expuestas en Juno House.

Mnemotecnias: En esta última, la reflexión se vuelve más conceptual. Exploro el modo en que almacenamos los recuerdos en nuestra mente y, sobre todo, la manera activa en que esos recuerdos nos reconfiguran y nos moldean como personas.
Es importante añadir que, aunque surgieron en diferentes momentos, sigo trabajando en estas series de forma continua, ya que cada una me permite abordar el recuerdo desde una perspectiva distinta.

Ha mostrado su trabajo en ferias y exposiciones tanto nacionales como internacionales. ¿Qué diferencias ha percibido en la recepción del público hacia su obra según el contexto cultural, y cómo influyen esas reacciones en su proceso creativo?

Sí, he percibido ciertas diferencias, principalmente en cuanto a formatos y paletas. Por ejemplo, en Brasil son más comunes las obras de gran formato que aquí en Europa. Sin embargo, trato de que la opinión del público o las tendencias del mercado no afecten mi proceso creativo. Si cediera a eso, acabaría haciendo los mismos cuadros una y otra vez, y mi trabajo perdería autenticidad.

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