A medida que se acerca el verano, muchos trabajadores en España esperan con interés un ingreso adicional que puede marcar la diferencia en su economía personal: la paga extraordinaria de verano. Este ingreso, reconocido en la legislación laboral española, supone un complemento salarial que ayuda a afrontar los gastos típicos de la temporada veraniega, como pueden ser las vacaciones, el ocio o la preparación del próximo curso escolar.
¿Qué es la paga extra de verano y por qué se cobra?
La paga extraordinaria de verano es una remuneración adicional que perciben la mayoría de los empleados asalariados en España. Su finalidad principal es ofrecer un alivio económico en un momento del año donde los desembolsos familiares tienden a incrementarse. Según el artículo 31 del Estatuto de los Trabajadores, todos los empleados tienen derecho a recibir al menos dos pagas extraordinarias anuales: una tradicionalmente vinculada a la Navidad y otra cuya fecha queda abierta a lo que estipulen los convenios colectivos o los acuerdos entre empresa y plantilla. En la práctica, esta segunda ‘extra’ suele abonarse entre finales de junio y principios de julio, coincidiendo con el arranque del verano.

¿Cuándo se cobra exactamente en 2025?
Aunque la legislación laboral no fija un día concreto para su abono, la mayoría de los convenios colectivos establecen como referencia el mes de junio. Esto significa que, salvo excepciones, la paga extra de verano de 2025 se cobrará entre la segunda quincena de junio y la primera semana de julio. En el caso del sector público, lo habitual es que la paga se incluya en la nómina de junio. De hecho, muchas administraciones optan por adelantar su abono a mediados de mes. Por su parte, en el sector privado, las fechas pueden variar en función del convenio colectivo o la política interna de la empresa.
Además, hay que tener en cuenta que algunas compañías la reparten de forma prorrateada, es decir, la dividen en doce partes e incorporan ese importe mensualmente a la nómina. En estos casos, el trabajador no percibe un pago extraordinario en verano, pero sí un salario mensual algo más elevado durante todo el año.
¿Quién tiene derecho a cobrarla?
Cualquier trabajador con contrato asalariado, ya sea indefinido o temporal, a jornada completa o parcial, tiene derecho a la paga extra de verano, siempre que esta no esté prorrateada. Es importante revisar el contrato y el convenio colectivo correspondiente para conocer si se cobra en un único pago o de forma fraccionada. Incluso en contratos de corta duración o con tiempo parcial, el derecho se mantiene, aunque el importe se ajustará de forma proporcional al tiempo trabajado y a las horas contratadas.
¿Cuánto se cobra y cómo se calcula?
Por norma general, el importe mínimo de una paga extraordinaria equivale a 30 días de salario base, excluyendo complementos o variables, salvo que el convenio establezca lo contrario. El cálculo también depende de cómo se haya devengado la paga. En la mayoría de los casos, se acumula desde el 1 de julio del año anterior hasta el 30 de junio del año en curso. Por otro lado, si un trabajador no ha estado en activo durante todo el periodo, la paga se reduce proporcionalmente.
Por ejemplo:
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Si llevas trabajando desde julio de 2024, cobrarás la paga íntegra.
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Si entraste en la empresa en febrero de 2025, percibirás solo la parte proporcional a esos cinco meses.
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Si has estado de baja laboral, también puede haber una reducción, dependiendo del tipo de baja y del convenio.